Críticas de cine

Crítica: «London Boulevard» British noir

Resumen de la Crítica

Valoración

Valoración de los Usuarios 1.5 ( 1 votos)
Estamos ante una genuina película de género negro puro y duro. Mitchell (Colin Farrell) sale de la cárcel. Afuera le espera Billy (Ben Chaplin) un antiguo compañero de fechorías. Aunque a los pocos momentos de haber comenzado la película sabemos que Mitchell tiene sinceros deseos de rehabilitarse por poco cine negro que hayamos visto sabemos que seguramente no va a tener éxito. En cierto sentido aunque el protagonista haya salido de prisión sigue estando en otra. Su única cualificación es estar dotado para ejercer violencia, sus conocidos son delincuentes, su única hermana se mueve en el mismo mundo que él y es una fuente constante de problemas. Incluso el agente de libertad condicional es corrupto. Demasiados lastres para un hombre solo que únicamente cuenta co su fuerza, su astucia y como buen personaje de hard boiled, de un elemental código del honor.. En el género negro el sentido de la vida es trágico, de un pesimismo desesperanzado.  Pero de alguna manera nos gusta ver como sus protagonistas reaccionan, generalmente de forma inútil,  contra una sociedad mostrada como violenta, cínica y corrupta.  Mitchell empieza a trabajar para Charlotte (Keira Knightley) una actriz famosa traumatizada que es tan prisionera  como el, de hecho no sale de su mansión asediada por los paparazzi. Su historia de amor se basa mas bien en lo que nunca podrá llegar a ser. La irrupción de Gant, un violento gangster que quiere reclutar a Mitchell a cualquier precio, desatará la violencia. El final es tan irónico como consecuente.
 
Colin Farrell, en el que recae todo el peso de le película nos ha regalado últimamente dos interpretaciones memorables: Jerry el vampiro de Fright Night y este Mitchell de London Boulevard. David Thewlis como mayordomo/guardaespaldas de Charlotte también hace una gran creación.
 
La película está dirigida por William Monahan, guionista de Infiltrados y colaborador habitual de Ridley Scott y escrita por el mismo y Ken Bruen, autor de la novela.
 
La puesta en escena es seca y concisa . Se utilizan planos contrapicados, un recurso muy utilizado en las películas clásicas del género. La banda sonora da un toque muy inglés. El tono en general es el de las películas de género inglesas de los 70.
 
Si algo se le puede achacar a esta película es la sensación de haber visto todo antes. Es tan férrea su adhesión al género que situaciones y personajes nos parecen realmente poco originales.

Hay que destacar los títulos de crédito de apertura y finales que vemos mientras suena  
Heart Full Of Soul  de los Yardbirds. Si os queréis hacer un favor buscadla y oidla inmediatamente. El trailer, al ritmo de London Calling de The Clash también es bastante recomendable.
 
En resumen: si te gusta el género negro esta es tu película. En una época en la que hacer algo original es complicado al menos se agradecen estas propuestas hechas al menos con solvencia.

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