Críticas de cine

Crítica: «Battleship», Transformers vs. G.I. Joe

Resumen de la Crítica

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¿Quién no conoce el popular juego de "los barquitos"? Rebautizado como Hundir la Flota y comercializado en todo el mundo por la juguetera Hasbro. Ya sabeis: dos espacios divididos en cuadrículas en las que numeramos las lineas horizontales y ponemos letra a las filas verticales. Desplegamos al azar en dichas cuadrículas unos barcos que ocupen uno, dos o cuatro espacios y gana el jugador que acierte primero en todas las cuadrículas ocupadas por el rival.

No puedo imaginarme el momento en el que los señores de Hasbro (productora del film), se reunieran y pensaran hacer una película con semejante argumentazo. No sé con que sustancias o con cuantos ceros lograron convencer al señor Peter Berg para que la dirigiera. El resultado es obvio…

La película nos cuenta como un alocado, indisciplinado, bebedor, mujeriego y atolondrado muchacho, Alex Hopper (interpretado por Taylor Kitsch, después de pasar por la peluquería al regresar de Marte), llega a ser, en un "pis pas" capitán de un buque de guerra de la armada americana . Ahí es nada. Para que luego digan que los EE.UU. no es la tierra de las oportunidades. Tiene tan mala fortuna el chico que se estrena en el cargo justo cuando una avanzadilla alieníjena decide invadir nuestro planeta. Pero estos aliens no saben con quien se están metiendo… los marines velan por la seguridad de todas las naciones terrestres y darán sin pestañear sus vidas para salvarnos y devolverlos al espacio de una patada.

Ese es el mayor fallo de la película, que se encarga de recordarnos constantemente lo afortunados que somos de tener a esos héroes para defendernos. Algo que chirría si no eres yanqui. Y es una pena, pues algunos momentos buenos y disfrutables tiene la película en sus más de dos horas de metraje… sobre todo cuando los efectos especiales lucen imponentes en pantalla. Digo efectos imponentes, pero no sorprendentes. Efectos reciclados de otras franquicias de Hasbro, que ya hemos visto en Transformers: Quizá os pase como a mi y en la secuencia final, cuando sale la nave más grande de todas, os pongais a buscar el escudo de los Decepticon por alguna parte del "chasis". Los aliens, por su parte, tampoco son un prodigio de originalidad, están sacados del videojuego Halo (Mirad la foto). Calcados. La otra cosa que me gustó, fue la forma de introducir el juego "de los barquitos" en el desarrollo de la película. Me resultó curiosa y original la idea.

                                       

El papel de los secundarios es plano y carente de interés. Ni siquiera la novia del protagonista, Brooklyn Decker, consigue transmitir sensación de realidad alguna. Rihanna, que da el pego como marine, parece que en cualquier momento vaya a empezar a quitarse ropa y ponerse a cantar. El capitán Nagata de la armada japonesa, punto de sensatez en el film, interpretado por Tadanubo Asano, queda relegado a secundario gracioso cuando Alex Hopper se pone serio y decide acabar con la amenaza alien de una vez por todas. Y Liam Neeson como Almirante… si alguien que conoce al Sr. Neeson lee esto (un amigo, un vecino o un cuñado), por favor, pídanle que se replantee su carrera profesional. Y si no entra en razón, enséñenle una foto de Christopher Lambert a ver si entra en razón.

Poco más puedo decir de una pelicula que no aporta nada original. Aliens, marines… Si te dejas el cerebro en casa y quieres pasar un rato viendo fuegos artificiales mientras comes palomitas, adelante. Pero resulta más gratificante (y barato) coger un papel y un lápiz y jugar "a los barquitos" con un amigo mientras escucháis AC/DC de fondo.

Sea como sea, descansad tranquilos… los abnegados soldados de la U.S. Army velan por todos nosotros.

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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