Resumen de la Crítica
Valoración
Resulta gracioso ver como en la sala de espera del cine, a escasos minutos de que abran las puertas de la sala y que se desate una verdadera marea humana, comprobar que casi el 80% de las personas allí presentes se ha engalanado para la ocasión poniéndose una camiseta con el símbolo de Batman. Realmente parecíamos un único grupo, una piña dispuesta a ver todos juntos lo que ya ha sido bautizado como “el fin del murciélago”.
Esta película, a ojos de un humilde servidor, se convertirá en una película de culto junto a sus dos hermanas. He de decir que es altamente recomendable que antes de ver esta última parte de “El Caballero Oscuro” volváis a ver las dos anteriores, ya que las referencias a los anteriores films son constantes y así no se te escapará ningún detalle.
En El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace Batman ha colgado la capa y se ha recluido en la mansión Wayne, sufriendo un gran deterioro físico y mental. Con la llegada de Bane, un mercenario sanguinario y sin piedad a la ciudad de Gotham, Bruce Wayne vuelve a ponerse el traje de murciélago para darle caza, pero descubrirá que el tiempo no pasa en balde para el caballero oscuro.
Ésta película, al igual que las anteriores, está basada en uno de los cómics del protector de Gotham. Ya en la primera comprobamos que Batman Begins y “Año Uno” tienen un montón de similitudes casi idénticas. Para Batman: El Caballero Oscuro, Nolan recurre a “El largo Halloween” y para cerrar la trilogía se basa en varios de los cómics más polémicos del murciélago: “The Dark Knight Returns” y “Knightfall”.
La película podría resumirse simplemente con la palabra: Impresionante, y nos quedaríamos cortos. El despliegue de medios, dinero, efectos especiales y demás es francamente impresionante. Los momentos como la presentación de Bane (Tom Hardy) en el avión o cuando este hace estallar un estadio de rugby son de los mejores efectos especiales de toda la película y aunque la última se ha visto hasta la saciedad en todos los trailers, te sigues quedando con la boca abierta.
Cualquier cosa que diga de más, sería hacer un spoiler. La trama está bien hilada y llena de giros argumentales que te ponen el corazón en un puño o te dejan con la boca abierta. La entrada de personajes nuevos que nadie esperaba y los casi cameos de viejos conocidos en las trilogía de Nolan son capaces de sacarte una sonrisa o incluso noquearte durante unos instantes. Sí que es verdad que aunque la película no se hace larga (ésta dura la friolera de 2 horas y 45 minutos) se podría haber recortado un poco, ya que hay un largo espacio de la película en la que realmente no pasa nada. Un vacío que aunque no se hace aburrido sí que hubiera sido recomendable haber recortado.
La aclamada llegada de Catwoman (Anne Hathaway), a caballo entre el lado de Batman (Christian Bale) y el lado de los villanos, apenas ha tenido repercusión, ya que su papel y sus diálogos no son tan importantes como cabía de esperar. Sin embargo la llegada de Bane (Tom Hardy) sí que cumple con las expectativas, ya que su interpretación aunque está bastante lograda no llega a la perfección de Heath Ledger cuando interpretó al Joker en la segunda parte de la trilogía.
Pese a que esta película se podría catalogar como “excelente”, no puede calificarse como obra maestra como lo fue su predecesora. Así la trilogía de Batman se cierra con tres peliculones dirigidos por Christopher Nolan que ha sido capaz de resucitar a un superhéroe y darle la credibilidad y la oscuridad que se refleja en sus innumerables cómics con un buen sabor de boca.
Este ha sido el final de Batman, pero, como bien dice su título: La leyenda ha renacido.
