Críticas de cine

Crítica: «Frankenweenie»

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Desde hace algún tiempo para acá el cine de Tim Burton no conseguía conectar completamente con el público. Y es que el director californiano, tras sorprender con obras como Big Fish o Eduardo Manostijeras, había comenzado una etapa con films atacados desde muchos sectores de la crítica especializada. Películas como Alicia en el País de las Maravillas o la decepcionante Sombras Tenebrosas provocaron numerosas opiniones negativas que se hicieron sentir tanto entre sus fans como en la taquilla de las salas cinematográficas.
 
Un campo donde Burton ha cosechado numerosos éxitos ha sido el de la animación, con un film que se ha convertido en todo un referente y que tiene legiones de seguidores repartidos por todo el mundo. Pesadilla antes de Navidad, a pesar de no ser dirigida por él, se ve influenciada por su mano desde el primer segundo siendo una de las obras del género mejor valorados tanto por la crítica como por los espectadores.
 
Con La Novia Cadáver decidió repetir con esa fórmula que tan bien le había funcionado, volviendo a convertirse en todo un éxito de taquilla. Y es que el sistema stop-motion utilizado en ambos films permitía que el director proyectase, de una forma acertada, las ideas que iban saliendo de sus guiones. Este sistema completamente artesanal de animación conseguía, fotograma a fotograma, plasmar la dualidad vida y muerte,  que en tantas ocasiones cruzan los personajes mas carismáticos de este genio de la dirección.
 
Y como no hay dos sin tres, Tim Burton decidió volver a esta técnica que tantos éxitos había cosechado para traernos el largometraje de un corto que, en 1984 y rodado en blanco y negro, nacía de la imaginación del director. La pequeña producción, de menos de media hora de metraje, se realizó con personajes de carne y hueso y , desgraciadamente, nunca llegó a verse en la gran pantalla.
 
Esta espinita que parecía haberla llevado clavada Burton, ha tenido una nueva oportunidad casi 30 años después. En esta ocasión los actores han sido sustituidos por figuras de "plastilina", lo que le ha dado un toque más "para todos los públicos" sin quitarle la esencia del guión original. Solo observando las primeras imágenes nos damos cuenta que se ha querido mantener la estética de La Novia Cadáver, con personajes de caras alargadas y cuerpos delgaduchos. Para mantener el paralelismo con el corto del que nace este Frankenweenie se ha optado por eliminar todo el colorido, resultando un film que recuerda a los clásicos del género de terror. Pero no solo tiene esa esencia, ya que la película es todo un homenaje a ellos, que va desde los nombres de los personajes hasta la curiosa escena donde en un televisor aparece Christopher Lee interpretando al mítico Conde Drácula.
 
En cuanto oimos hablar de Victor Frankenstein o Elsa Van Helsing  automáticamente relacionamos, sin mucho esfuerzo, a los personajes con los films del género, siendo los diseños de estos otro aspecto que recuerdan, casualmente, a aquellos seres que causaban el terror a lo largo de la segunda mitad del siglo pasado. Incluso se hace mención a Mary Shelley, creadora de Frankenstein y que da nombre a una de las "pequeñas" mascotas del film.
 
Con tal cocktail de personajes y la imaginación de Tim Burton era difícil que no se obtuviese un film cuanto menos entretenido.Y lo cierto es que lo consigue basándose en unos buenos diseños, que es capaz de crear una atmósfera que te atrapa desde los primeros fotogramas. La historia recrea a la perfección el mito de Frankenstein adaptándolo al universo Burtoniano y transformándose para todos los públicos en la figura de Sparky. Algo que no podía haber sido posible sin el apoyo de la magnífica música del genial compositor Danny Elfman. Para ello regresa al estilo sinfónico y fantasioso de Eduardo Manostijeras, con unas partituras que te atrapan y te arrastran por las calles de Nueva Holanda como un personaje más. Y es que el pequeño pueblo y todo lo que allí acontece se ve favorecido y potenciado por la gran fotografía del debutante Peter Song.
 
Podemos afirmar que Tim Burton vuelve, en parte, a sus orígenes con una película muy entretenida, para ver en familia, con una historia muy divertida y que es un homenaje al cine clásico de terror. Un film que devuelve al autor de Bitelchus parte del prestigio que había ido perdiendo los últimos años, y que demuestra que a la animación artesanal aún le queda mucho camino por recorrer.

javiroman

Gaditano de nacimiento, jerezano de adopción, ingeniero químico de estudios, profesor de profesión y un friki de corazón.

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