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Se suicida el cineasta Tony Scott

El domingo diecinueve de agosto del presente 2012, será recordado por los amantes del cine, como un día trágico. Tal fecha quedará patente en la memoria colectiva de todo amante del cine, por ser el día del fallecimiento de uno de los directores, que sobre todo en las décadas de los 80 y los 90, rompió las taquillas de todo el mundo con sus grandes éxitos repartidos a lo largo de tres décadas.

A sus sesenta y ocho años, el director británico ha puesto fin a su vida tirándose por el Puente Vicent Thomas de San Pedro (California). Aún no parece conocerse una razón oficial por la que decidió suicidarse, aunque se extendió la noticia de que había sido el anuncio de un cáncer terminal, el que había provocado el desgraciado incidente. No obstante, sus familiares más cercanos lo han desmentido.

La carrera de Tony Scott ha sido larga y prolífica, aunque como cineasta siempre ha estado a la sombra de su hermano mayor, el archiconocido Ridley Scott. Tony quiso ser pintor o dedicarse a dirigir documentales, aunque su “gran hermano” le ofreció un trabajo en USA por el que sería muy reconocido: director de anuncios. Trabajó en la RSA (Ridley Scott Associates) dirigiendo miles de anuncios y también dirigió videoclips de los 80. Aunque estuvo siempre seducido por la idea de ser director de cine.

Ahora, un pequeño repaso por los grandes éxitos del director. Su primer gran éxito de taquilla fue Top Gun (1986), que lanzó al estrellato a un joven Tom Cruise. Y no tardaría más de un año en volver a arrasar con Superdective en Hollywood 2 (1987), que volvía a tener como protagonista a Eddie Murphy, el comediante afroamericano más destacado de la década de los 80.

En los 90 el combo director-actor formador por Scott y Tom Cruise volvió dispuesto a reventar la taquilla, esta vez con Días de Trueno (1990) cambiando la aviación por potentes coches de carreras, aunque en esta ocasión no se consiguió el mismo éxito que con Top Gun. Scott dirigió a Bruce Willis en El Último Boy Scout (1991) que fue más exitosa que su predecesora. Con la intención de alejarse del cine de alto presupuesto, una entrevista con un empleado de videoclub aspirante a director, le hizo conseguir uno de los, quizá, mejores guiones empleados en su carrera. Ese director en ciernes no era otro que Quentin Tarantino – declarado admirador de Tony Scott – que le ofreció leer dos guiones: el de Reservoir Dogs y el de Amor a Quemarropa (1993). Aunque Scott quiso trabajar con ambos, Tarantino le ofreció el segundo en cuestión. No fue un éxito de taquilla, pero no tardó en ganar el apelativo de película de culto. Quizá, posiblemente, influenciara la figura de un guionista y director tan sobrevalorado como Tarantino. Aunque dos años más tarde Scott volvió a “romper” las taquillas con Marea Roja (1995) una película de submarinos que le dotó de un holgado status en Hollywood como director de éxito. Su último gran éxito de la década de los 90 fue Enemigo Público (1998) protagonizada por un actor en imparable ascenso como Will Smith.

En los 2000 sus películas más reseñables fueron El Hombre en Llamas (2004), Domino (2005) o Déjà Vu (2006) y produjo series como Numb3rs o The Good Wife, entre otras. Entre éxitos y tropiezos, la carrera de Tony Scott no ha dejado indiferente a nadie. Tarde o temprano se conocerán, seguramente, los motivos del suicidio. Muy amarillista todo.

¿Has visto alguna de estas películas? ¿Qué opinión te ha merecido Tony Scott como cineasta? Hayas visto alguna de ellas o no, el cine nunca muere y todo cineasta deja su legado, para goce y disfrute de todo amante del séptimo arte.

Descansa en paz, Tony Scott.

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