Reportajes de cine

Reportaje: «Alicia en el País de las Maravillas». Tenía que ser Burton

LA DIFERENCIA ESTÁ EN BURTON
 
Tratándose de un film que nos adentra en un mundo fantástico que roza el sinsentido, y en el que conviven la ambigüedad y el tenebrismo con la inocencia de un cuento infantil, el responsable de “Alicia en el País de las Maravillas” no podía ser otro que el visionario Tim Burton.
 
Representando, junto a James Cameron, uno de los genios actuales en lo que a animación respecta, Burton destaca, a diferencia del anterior (que ya nos dejó con “Avatar” una muestra de su reducido ingenio argumental), por su capacidad de orientar la tecnología de efectos visuales en pro de la trama y los personajes de sus obras.
 
 
FUSIÓN DE LA PROSA DE LEWIS
 
 
Y en este caso, fusionando la prosa creada por Lewis Carrol en 1865, el film contiene retazos de la novela “Alicia en el País de las Maravillas”, así como de su secuela “A través del espejo y lo que Alicia encontró allí”.

Ambientada en el siglo XIX , Alicia es una joven de diecinueve años que, tras el fallecimiento de su padre, con el que compartía una gran imaginación, se siente sola en plena sociedad victoriana. 
 
Al enterarse de que su madre pretende casarla con un joven adinerado a quien no conoce, Alicia huye asustada, persiguiendo a un conejo blanco, hasta saltar tras él por un largo agujero de madriguera que la conducirá al País de las Maravillas, un lugar en el que estuvo hace diez años y en el que todos sus habitantes la están esperando para liberarlos del Jabberwocky, un dragón controlado por la Reina Roja.
 
Si bien la guionista (Linda Woolverton) es la responsable de un gran número de clásicos Disney (“Mulan”, “El Rey León”, “La Bella y la Bestia”), que poco tienen que ver con siniestro toque que Tim Burton añade a sus cuentos (en apariencia infantiles) quizá ha sido el hecho de que Linda Woolverton escribiera la obra en una etapa muy oscura de su vida lo que ha hecho posible la fusión entre los diferentes estilos de director y escritora.
 
 
 
MINUCIOSA CARACTERIZACIÓN
 
De la mano de las criaturas que habitan en este País de las Maravillas, quienes se convertirán en amigos y enemigos,  Alicia conseguirá recordar esa primera visita a su mundo de imaginación.

Y su principal aliado, el Sombrerero Loco, no podía ser otro que el carismático Johnny Depp, cuya participación en el film supone el séptimo proyecto en que el actor trabaja al lado de Tim Burton.
 
Lo cual no es de extrañar debido a la excelente opinión que el actor tiene acerca del director, de quien afirma que “siempre te deja jugar con tu personaje. Eso es lo que sueñas como actor, que te dejen intentar algo nuevo, aunque quizás no funcione”, suponiendo esto una gran oportunidad para la sobreactuación tan característica de Depp (a la que le ponen tantas pegas los directivos de Piratas del Caribe).

  Depp trató de realizar un análisis del personaje, intentando con su actuación de no estar simplemente loco, sacando a relucir su parte más humana, ya que el sombrerero está compuesto por los aspectos más extremos que habitan en los seres humanos, revelando una personalidad oscura y peligrosa. Y fue investigando como el actor se planteo de dónde procedía la expresión “estar más loco que un sombrerero”. Pues bien, el responsable de la locura de los sombrereros allá por el siglo XIX no era otro que el mercurio, ya que el uso de este elemento para tratar el fieltro de los sombreros provocaba por envenenamiento la tinción anaranjada del pelo, los ojos, así como graves consecuencias mentales. 

 
Así pues, este es el motivo de que el actor acordase con su maquilladora y la encargada de efectos visuales la transformación de su personaje en ese extraño ser de pelo y ojos naranjas que todos hemos visto en los carteles de esta esperada película.

  Para dar vida a Alicia, Burton escogió a la joven de veinte años Mia Wasikowska, a la que afirma haber elegido por la vitalidad interior que la actriz poseía, que plasmaba a la perfección el modo en que él concebía la personalidad de Alicia. Linda Wolverton investigó acerca de cómo se esperaba que se comportasen las mujeres en la época victoriana con el objetivo de convertir a este personaje en lo contrario.
 
Y como en una película dirigida por Tim Burton no podía faltar la aparición de su esposa, Helena Bonham Carter se enfunda en la piel de la Reina Roja, la irritable e  irascible soberana que controla el País de las Maravillas, actuación para la cual fue necesario agrandarle la cabeza digitalmente tres veces respecto a su tamaño original.
 
La Oruga que fuma en pipa posee la voz de Alan Rickman (otro asiduo colaborador de Tim Burton), de quien en principio iba a tomarse el rostro pero no fue montado con la imagen digital como se planeó en un principio.
 
Sin embargo, Anne Hataway, interpretando a la Reina Blanca, fue curiosamente uno de los pocos personajes que no necesitó retoques digitales para dar vida a su papel.
 
 
 
PRODUCCIÓN
 
Esta nueva versión cinematográfica de “Alicia en el País de las Maravillas” fue concebida en el año 2007 en Walt Disney Pictures, ya por entonces con Linda Woolverton como guionista, y fue en Noviembre de ese mismo año cuando Burton firmo la dirección de este film con la compañía.
 
Programada para ser lanzada en el 2009, la fecha se aplazó al año siguiente debido a retrasos en la fotografía principal (que comenzó cuatro meses más tarde de lo previsto), así como por el boicot organizado por diversos países,  los cuales no iban a prestar sus salas de cine para proyectar la película si Disney mantenía su intención de lanzar el DVD tan sólo 3 meses después de su estreno en cines. Tras llegar a un acuerdo, el film ha sido estrenado mundialmente el 5 de Marzo del 2010.
El rodaje comenzó a principios de Octubre de 2008 en Sony Pictures Studios, en Culvert City, California. 

Las escenas que pertenecen a la época victoriana fueron rodadas en Torpoint (Anthony House) y Plymouth, para las cuales se contrataron 250 extras locales.
 
No obstante, el 90% de la película se basa en el croma (la inserción de escenarios sobre fondo verde), por lo que el elenco sintió náuseas tras tener que filmar numerosas horas durante cuarenta días rodeados de verde, efecto que Burton contrarrestó instalando cristales de lavanda en sus gafas.
 
 
3D PREFABRICADO
 
El film fue rodado con cámaras convencionales  a causa del encarecimiento que suponía adquirir cámaras 3D, siendo la proyección tridimensional en las salas de cine fruto de una labor de postproducción.

Y realmente, la experiencia nos confirma que esto sólo es buena idea para los que se alimentan de la empresa cinematográfica. Porque la conversión a formato 3D de un film que fue creado para verse en dos dimensiones supone para las compañías una cantidad de dinero ridícula en comparación con los beneficios que obtienen gracias a espectadores que les llenan los bolsillos para ver un 3D prefabricado que los hace bizquear en alguna que otra escena (y que apenas se nota). 
 
Lo que se creó en 2D, que en 2D se quede.

 
 
RECORD EN TAQUILLAS
 
“Alicia en el País de las Maravillas” se hizo con el número uno en taquillas en su primer día de estreno  recaudando 41 millones de dólares en América del Norte (lo que supuso un nuevo récord para la primera jornada de Marzo) y obteniendo 116 millones en su primer fin de semana, habiendo recaudado en poco más de cuatro semanas un total de 733 millones en todo el mundo.
 
Una lástima que a James Cameron se le haya acabado el monopolio en taquilla…
 
Y es que Disney estuvo en lo cierto escogiendo a Tim Burton tras pensar que sería el único capaz de trasladar a la gran pantalla ese aparente sin sentido que reina en las novelas de Lewis Carrol.
 
Así pues, el director firmó un acuerdo con la compañía por el cual rodaría Alicia en el país de las maravillas y una largometaje basado en su propio corto, Frankenweenie, de 1984, que narra la vida de un niño llamado Victor Frankestein.
La fusión de la que hablamos se debe a la dificultad que supone la aparente serie de eventos sin sentido que conforman las novelas de Lewis a la hora de realizar una adaptación cinematográfica de las mismas. 
 
Así pues, el deseo de Tim Burton era crear una conexión lógica y emocional entre la trama argumental y los personajes, dotando a estos últimos de verdadera personalidad para poder elaborar una historia.
 
Un universo que nos envuelve en un excéntrico mundo de fantasía cómo sólo el genio que es Burton sabe hacerlo.

Marta C. Catalán

Foto, vídeo y gestión cultural. Aprendiendo a gestionar vías de escape al aburrimiento.

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