Críticas de cómics

Crítica: «Arde Cuba», trepidante e histórica aventura caribeña.

Resumen de la Crítica

General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición

Muy recomendable

Excelente relato de corte histórico que nos invita a recorrer un tiempo y lugar apasionantes.

Valoración de los Usuarios 4.65 ( 1 votos)

Finales de los años ’50. La Revolución en Cuba avanzaba a pasos de gigante debido al corrupto gobierno de un títere como Fulgencio Batista. En la isla se habían expolsado el dominio español solo para caer colonizados por el imperialismo yanqui. Fidel Castro y sus guerrilleros son el camino a la Libertad que los cubanos necesitan. Con este convulso marco político y social, un decadente Errol Flynn convence al fotógrafo Frank Spellman para que le acompañe a la Isla de Cuba, donde tiene previsto localizar exteriores para su futura película. Sin embargo, se trata de una estratagema por parte del actor, que está decidido a internarse en la isla, hasta Sierra Maestra, para entrevistarse con el líder guerrillero y vender dicha exclusiva a los medios norteamericanos y salir con ello de la profunda crisis económica que padece. Spellman es el fotógrafo que necesita para plasmar la entrevista, ya que ambos se conocen por haber estado en la Guerra Civil española como corresponsales.

Este es el marco histórico y temporal de Arde Cuba. Un momento y lugar apasionante en el que confluyen intereses territoriales, económicos y políticos. El reto de plasmar en un cómic lo apuntado en la frase anterior se presupone tarea titánica y hemos de afirmar que Agustín Ferrer Casas ha superado dicha tarea de manera completamente excepcional. Nada que nos pueda sorprender en realidad, vista la calidad de su anterior trabajo, Cazador de Sonrisas, también publicado por Grafito, hace ya tres años, y que nos encandiló.

Para elaborar el apartado gráfico, Agustín Ferrer Casas ha seguido la misma técnica que tan buen resultado le dio en su anterior trabajo, lo que otorga un realismo creíble a los personajes. Los retratos se balancean entre la fidelidad gráfica y, a la vez, destilan una suave sensación de irrealidad, que le resta sobriedad a las escenas y ayuda a mantener un tono divertido durante toda la historia. También consigue (no sé si de manera deliberada) conectar con Cazador de Sonrisas y crear un nexo invisible pero evidente: el marco temporal, la cercanía geográfica y un sorprendente cameo (guiño a los lectores). La calidez de los colores y la intensidad de las luces nos evidencia que estamos en el Caribe, donde el calor y el clima son tan característicos.

Las viñetas pequeñas y ordenadas son necesarias para relatar una historia coral tan compleja, llena de personajes y de texto. Pero Agustín sabe saltarse esa imposición en la estructura visual para incluir panorámicas fabulosas de La Habana (gran trabajo de documentación gráfica) en las que impresiona todo el detalle que se ha puesto para recrear fielmente edificios, calles y lugares característicos… sin olvidar interiores, como el lujoso hall del Habana Hilton o la cabaña que sirve de acuartelamiento a los rebeldes. También se rompe la composición de página para superponer fotografías que Spellman toma en diversas ocasiones, o para incorporar onomatopeyas o, lo que me ha encantado, para representar un ataque por sorpresa: los proyectiles penetran en las viñetas desde fuera del marco, dando una clara sensación de desconcierto tanto a los personajes como al lector. Fabuloso!

Vale la pena detenerse brevemente en la cantidad de personajes que protagonizan Arde Cuba. Errol Flynn como personaje real y Frank Spellman como personaje inventado, que conectan al lector con un relato que si bien sucedió realmente, el autor se toma las suficientes licencias como para elaborar la obra que desea. Sin embargo, el protagonista real es Camilo Cienfuegos, ese héroe incansable y beligerante de férreas convicciones pero fraternal y simpático. Tras ellos quedan muchos otros que, si bien no tienen la importancia de estos para nuestra historia, contribuyen todos, sin excepción, a que entendamos la importancia histórica de lo que aquí se cuenta. Porque este no deja de ser un cómic histórico, pero de tan bella factura y tan divertido y ocurrente que bien puede calificarse como una divertida e inteligente aventura.

Acompañar a Errol Flynn, Frank Spellman y Camilo Cienfuegos en esta aventura es una experiencia educativa y gratificante. Una mirada desenfadada y ocurrente a un momento decisivo que nos permite entender todo lo que vino después. El autor se toma también la molestia de incorporar unas notas finales en las que aclara varios temas que el cómic trata, como las situaciones que realmente ocurrieron, sus consecuencias, el momento histórico del país, los personajes… el contenido perfecto para completar toda la información alrededor de Arde Cuba.

Por su parte, Grafito Editorial nos ofrece una edición con el acabado y la calidad acostumbrada. Edición en papel satinado (los colores que Agustín utiliza brillan de manera increíble en este papel, consiguiendo un acabado inmejorable) además de cubiertas con solapa, resistentes y de tamaño manejable. Y no se olvidan, como es costumbre, de incorporar en la edición unas láminas dibujadas por el autor. Un producto excepcional en una grandísima edición.

No perdamos de vista a Agustín Ferrer Casas. Manteniendo este nivel se colocará entre los mejores autores nacionales. Para mi, ya lo está.

Podéis adquirir «Arde Cuba» en la web de Grafito Editorial. Donde también encontraréis un pequeño prólogo en forma de cómic… Arde Cuba. Grafito Editorial.

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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