Críticas de cómics

Crítica: “Grandes Autores de Batman: Norma Breyfogle, El Último Arkhman”. Despedida y cierre.

Resumen de la Crítica

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Edición

“Hay algo que quiero contarte. Mi mayor secreto”

La locura y los orígenes gothamitas despiden la recopilación de Breyfogle.

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Despedimos la recopilación de Norm Breyfogle con cuatro historias principales en su último volumen. Con “El idiota”, Peter Milligan rasca de las series de Batman los entresijos de la locura y la desesperación, elementos muy habituales de sus discursos de los noventa. La normalidad y sequedad de la colección son buenas herramientas para reventarla a través de estos aspectos surrealistas. Además, en ese tipo de escenarios, bats se encuentra totalmente perdido. Supera con creces las más extravagantes historias de ciencia ficción, por supuesto las de misterio y se maneja bien en las aventuras espaciales (con la JLA la mayoría), pero parece que en el tema extradimensional y místico le vemos más “la noche me confunde”. Un escenario difícil donde poner a prueba su talento intelectual. Lo interesante en esta propuesta es que a los tics argumentales de Milligan se les une inquietudes a cara descubierta como la drogadicción y el abuso de poder en los más jóvenes. El autor saca a Batman de su mansión para arrojarle al fuego de las mafias sudamericanas y al agobio de las selvas amazónicas. El glamour exótico de la naturaleza, problemas de salud pública y delirios alucinógenos es el nuevo combinado promocionado por Industrias Wayne. Creo que este tipo de tramas le vienen muy bien a Breyfogle al moverse muy bien en momentos donde hay que estirar la realidad y por su talento creando atmósferas. Historia adulta por la cantidad de denuncias sociales que esconden sus segundas lecturas, el arco abarca las dos series principales del protagonista. Nuestro artista comparte lápiz con el ilustre y competente Jim Aparo, de apariencia mucho más clásica y convencional. Y así debió entenderlo Milligan ya que en los momentos Aparo el surrealismo dimensional desaparece, reservándose intencionadamente está parcela únicamente al arte de Breyfogle.

En “El Destructor” Alan Grant revuelve de nuevo la esquizofrenia fanática gothamita en una historia muy urbana en la que la pareja Sara Essen – James Gordon vuelven a tener peso. Gran acierto del escritor en la repesca de este personaje milleriano tanto para enriquecer a Gordon como para observar un punto de vista legal de Batman más cercano a la realidad que a la ideal de nuestro comisario favorito. Nos volvemos a encontrar con adversarios anónimos, intangibles. No en su personificación física sino como idea extrema y violenta. En este caso fagocitada por un loco enganchado a la base arquitectónica transgresora de un fanático en los cimientos de la sociedad. Grant remueve los orígenes en el crecimiento pretérito de la ciudad profundizando en los orígenes de Gotham con debates municipales en cuyos órdenes del día están incluidos las aprobaciones de marcos arquitectónicos místicos, estrafalarios y maravillosos que da forma a la motivación del rival del protagonista. Arco argumental de tres números en los que nuestro dibujante figura acreditado en el primero, pero donde sobresale un Chris Sprouse (más adelante un primer espada con todas las de la ley) gracias a los diseños pasados y presentes del plan de edificación de la ciudad.

En “El regreso de Scarface” Grant recoge el testigo de John Wagner reintroduciendo a Scafcae y al Ventrílocuo. Si Sara Essen y la evolución de Tim Drake como nuevo Robin de pleno derecho eran los catalizadores de una coherencia lineal en la serie que destruían la sensación autoconclusiva de la etapa en sagas desconectadas entre sí, ahora contraataca con Vicki Bale. Como en arcos precedentes, sirve para sacar a pasear a Bruce Wayne y para resaltar su lado romántico. Además, como por su idiosincrasia se mezcla en el ambiente opresivo del villano, la trama tiene más vidilla al estar en juego no solo el nuevo statu quo criminal de Gotham sino por el plus emocional en el destino de Bale. En lo que al adversario se refiere obtenemos la satisfacción de un villano portentoso. El aspecto patético del binomio muñeco/ventrílocuo vuelve a ser subestimado por la violencia desatada de sus actos y por sus memorables verbalizaciones, alcanzando un nivel de entretenimiento muy alta.

Terminamos con “El último Arkham”, arco que explora otro elemento capital en la cosmogonía urbanita de Gotham, El Asilo Arkham. Al formar parte de la serie “La Sombra del Murciélago” los autores aprovechan la circunstancia para presentar imágenes impactantes de violencia en ambientes próximos y domésticos sin ningún tipo de autocensura. Las pesquisas de Batman le llevan a experimentar nuevas pesadillas donde la impotencia de no poder atrapar lo que intuye pero no acredita se representa en el adversario principal del arco, un Víctor Zsasz con un modus operandi fantástico y rompedor. Al colocar en la historia a los principales villanos de Batman que se encuentran allí encerrados, podemos despedirnos de Norm Breyfogle por todo lo alto en un arco argumental que le viene como anillo al dedo al introducir acción dramática en espacios cerrados donde las expresiones exageradas de los internos y profesionales enloquecidos alzan la crudeza de los hechos y la angustia de los personajes.

Batman 472-476, Detective Comics 639-642, Legends of the Dark Knight 27, Batman:Shadow of the Bat 1-5, 13, 50, DC Comics. Grandes Autores de Batman: Norm Breyfogle, El Último Arkham, ECC Ediciones. Cartoné. Color. 432 pags. Pvp: 37,50 €. Fecha de edición: Mayo 2018.

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