Críticas de literatura

Reseña: «VALIS», de Philip K. Dick

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VALIS
PHILIP K. DICK

“VALIS (siglas de Vast Active Living Intelligence System: vasta activa viviente inteligencia, Sistema de, nombre tomado de un film norteamericano): Perturbación del campo de la realidad por el que se forma un vórtice negentrópico autocontrolado y espontáneo que tiende progresivamente a subsumir e incorporar su propio ambiente como estructuras de información. Se caracteriza por contar con una cuasi conciencia, finalidad, inteligencia, desarrollo y coherencia armilar.”
Así comienza VALIS, la obra más autobiográfica de Philip K. Dick, publicada en 1981.Philip K. Dick

Narrada con bastante humor negro, Dick nos cuenta su historia durante la década de los 70 utilizando en tercera persona el nombre de Amacaballo Fat, su álter ego, según él para tomar distancia de algunos increíbles acontecimientos que comenzaron cuando un rayo láser rosa le dispara increíbles cantidades de información en marzo del 74 mientras se encontraba bajo los efectos del pentotal sódico (también conocido como suero de la verdad) que horas antes le había administrado su dentista para el dolor por la extracción de una muela. Esto trae algunas consecuencias como el descubrimiento de la enfermedad de su hijo, salvándole a éste la vida, la redacción de una exégesis, y absurdas discusiones teológicas en compañía de tres amigos sobre el sufrimiento y su incompatibilidad con una divinidad omnipotente, entre otras cosas.

Los personajes más recurrentes en VALIS son el propio Philip K. Dick como la parte más sujeta a la realidad; Amacaballo fat, su doble que encarna la necesidad del encuentro con la coherencia en el cosmos recurriendo a explicaciones sobrenaturales; David, un joven católico apostólico romano; Sherri, una chica sin suerte que se prepara para entrar en una orden religiosa; y Kevin, el personaje cínico, del cual comenta el propio autor, su posición podría resumirse en:
“1) Dios no existe
2) Además, es un estúpido.”
Pero a pesar de ridiculizar las creencias religiosas de sus amigos, poniendo también en evidencia la poca consistencia de sus argumentos, terminará implicándose más que ningún otro en la búsqueda de Fat.

Después de un espectacular intento de suicidio tras ser abandonado por su mujer Beth (personaje con características de varias de sus esposas) quien se llevó con ella a su hijo Christopher a paradero desconocido, Dick (o Amacaballo Fat) se encontró recluso en el hospital mental del Condado de Orange. En la institución mental fue tratado por el doctor Stone, quien le hizo ver que lo único que necesitaba en aquellos momentos era confianza en sí mismo, autoafirmación. Con las palabras “usted es la autoridad” que le dedicó Stone antes de ser liberado, Dick se creyó sanado, reafirmándose en sus teorías filosoficas-espirituales.

Hay que decir que en este punto de su vida, Philip K. Dick se encuentra en una situación vulnerable debido a su situación matrimonial y a su acercamiento a la mística. Sus fantásticas conclusiones ontológicas no habían terminado de ser aceptadas por el propio Dick, lo que le dejaba con sólo dos opciones: 1.- Vegetar (o morir) 2.- Lanzarse al mundo, aun a riesgo de volverse demente. Gracias al doctor Stone, Dick tomó la segunda opción.

Para las futuras lecturas de esta obra, que es la finalidad de esta reseña, quiero hacer hincapié en algunas cuestiones importantes: 1- Philip K. Dick (o Amacaballo Fat) se considera ya abiertamente loco. 2- El autor intenta impulsarnos a cierto conocimiento que es difícil de expresar. 3- A lo anterior hay que sumarle que Dick es un autor de ciencia ficción.

Como anécdota “friki” (porque curiosas lo son todas) está como supuestamente Philip K. Dick elige el título de esta novela, acontecimiento de notable importancia para el último desarrollo de ésta: Kevin ve en una película norteamericana llamada VALIS, el reflejo de las creencias filosóficas de Amacaballo Fat, al que convence para ir a verla juntos. El protagonista del film es una celebridad del mundo de la música, un tal Eric Lampton, de nombre artístico Mamá Gansa. A Fat, en principio, no le entusiasma la idea de que los pensamientos en los que trabajaba para su exégesis pudieran coincidir con el largometraje de una estrella del rock, pero tras la película quedó convencido. Tenía que contactar con Eric Lampton.

La película que une a Kevin en la búsqueda de lo divino en la tierra de su amigo Amacaballo Fat, hace referencia a The Man Who Fell to Earth, traducida al español como El hombre que cayó a la Tierra. Largometraje británico de ciencia ficción, protagonizado por David Bowie.
El hombre que cayó a la Tierra

Junto con rayos láser de color rosa que ofrecen gran información comprimida, extraterrestres con un tercer ojo provenientes de la estirpe de Ijnaton, imposibles coincidencias y/o sincronicidades, podemos preguntarnos hasta qué punto VALIS es autobiográfica. Pues bien, sí lo es (al menos más autobiográfica que ficticia) si no nos dejamos llevar por una interpretación de los acontecimientos de forma literal y sí lo hacemos de una forma literaria, intentando desvelar el contenido de tan peregrino relato. Si bien, nunca podremos asegurar, y esa es parte de la gracia, qué ocurrió realmente y qué está relatado de forma críptica. Claro que también habría que añadir que no sólo VALIS posee esta característica autobiográfica entre las obras de este autor.

En The Religious Experience of Philip K. Dick (La experiencia religiosa de Philip K. Dick), dibujada por el aclamado Robert Crumb y publicada por la revista Weirdo en 1986, Crumb lleva al cómic las experiencas trascendentales de Philip K. Dick. En 2011 su exégesis es publicada como The Exegesis of Philip K. Dick. En 2004 la compañía Utopia Pictures & Television compró los derechos de Fluyan mis lágrimas dijo el policía, Radio Libre Albemuth y VALIS, con la intención de llevarlas a la gran pantalla, pero por ahora no hay nuevas noticias sobre un posible largometraje.

Me gustaría terminar con un apunte que me parece interesante. Entre toda la amalgama de retazos de filósofos presocráticos, otros herméticos como Giordano Bruno, textos gnósticos, etc. que utiliza para la composición de su exégesis junto con sus peripecias, Dick deja entrever ciertas coincidencias con el pensamiento de un conocido filósofo moderno, el cual no voy a señalar ya que Dick tampoco lo hizo, tal vez con alguna intención, pues no creo que lo desconociera. Posiblemente esta omisión tenga bastante que ver con que Philip K. Dick se posiciona claramente contra el elitismo y el dogmatismo.

“El Imperio nunca terminó”

 

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