Resumen de la Crítica
Valoración
El género de la Ciencia Ficción no es uno de los más prodigados en nuestro idioma, incluso autores modernos parecen decantarse más por otros géneros literarios… Por eso me acerqué a "Cuando las estrellas nos llamen" con bastante curiosidad y expectación, incluso (he de confesar) con un leve recelo. Recelo que se evaporó de inmediato cuando el autor, hábilmente, muestra a las claras, desde el capítulo preliminar y el prólogo, cuál va a ser el "telón de fondo" de este relato: la conocida teoría de la panespermia dirigida.
Ni este es el lugar adecuado ni yo soy la persona indicada para explicar dicha teoría, pero no puedo seguir sin dar una mínima explicación. La teoría de la panespermia asegura que la vida en la Tierra no surgió en ella de forma aleatoria, sino que vino del espacio, alojada en alguno de los cometas que entran en contacto con nuestra atmósfera. Dando un paso más allá, la panespermia dirigida indica que esta llegada de la "vida" a la Tierra no se produjo de forma fortuita, sino que alguna inteligencia desconocida la "dirigió" con algún fin.
Pero repito… esta es solo la base sobre la que discurre la novela. En ella, el autor nos cuenta como una civilización humana, que ha alcanzado un nivel de evolución al que nosotros podemos calificar como utópico, es atacada por una hostil raza alienígena, los gurzam. Desde este punto asistimos a una épica espacial en la que los combates estelares y la estrategia militar a gran escala se entremezclan con unos personajes, víctimas y héroes, que deben renunciar a su forma de vida para defender aquello (y aquellos) que aman. Aquí es donde la habilidad narrativa del autor más se agradece, pues tan pronto asistimos a una reunión de amigos, mientras toman copas en un bar, como a un ataque masivo de naves gurzam y su consiguiente combate espacial… Este es, bajo mi criterio, uno
de los puntos fuertes de la novela,pues Vicente Hernándiz consigue transmitir una extraña sensación de cercanía mientras nos relata violentos combates espaciales en lejanas colonias, a muchos miles de años luz, en lo más profundo del espacio. Además, curiosos giros argumentales sobre los que debo mantener silencio, consiguen tenernos alerta en todo momento pues, cuando menos te lo esperas, el autor da uno de esos giros y… ya nada vuelve a ser como era.
Antes comentaba la teoría de la panespermia y la utilización de ella por parte del autor. Pues bien, no es la única teoría o hipótesis utilizada para dar cuerpo y sentido a la narración. Me ha llamado mucho la atención como el autor utiliza ese estado utópico en el que se encuentra la civilización, como puede jugar en contra de la propia especie. Como la ausencia de guerras, la ausencia de violencia, cuando se da de forma absoluta, lleva a la indefensión frente a una posible amenaza. Y hay otras teorías a lo largo del relato… pero esas las dejo para que el lector las encuentre, cuando encuentre al curioso personaje conocido como el profesor Deison Ram.
El autor, Vicente Hernándiz, demuestra gran dominio narrativo sobre su obra, sin duda debido al trabajo y dedicación puestos en ella y a su experiencia previa en el género, pues es autor de varios relatos cortos con los que incluso ha ganado algunos premios. En el terreno narrativo me ha llamado la atención, curiosamente, su forma de escribir: utilización de frases muy largas, con abundantes pausas y comas. Hacía mucho que no leía una novela con este tipo de composición que, seguro, no gustará a todos los lectores, pero que a mi me encanta, tanto por su caracter original, como por su dificultad. Tirón de orejas para la editorial: no se pueden meter más erratas por página. Es absolutamente horrible, llegando incluso a afectar en la lectura y a la inmersión en el relato. Es desesperante como, en uno de los puntos álgidos de la historia, cuando encuentran a una "entidad" que bautizan como Next, el alto número de errores tipográficos hace decaer lo que debería ser uno de los momentos más apasionantes. (Por favor, corrigan esto en futuras ediciones)
Cuando las estrellas nos llamen es, pues, un libro más que recomendable para los amantes de la Ciencia Ficción, que bebe de teorías "reales" para tejer un relato ameno, (sorprendentemente) cercano y, en muchas ocasiones, sorprendente. Una historia que deja con ganas de más y que hace poner los ojos en Vicente Hernándiz, un autor patrio que apuesta por este género y que sin duda nos dará grandes historias en un FUTURO.
