Crítica: «Predicador: Historia Antigua». Santos, perdedores y chavalotes.

El cuarto tomo que publica ECC de la serie Predicador está compuesto, íntegramente, por tres spin-off protagonizados por los secundarios más carismáticos, perturbados y salvajes que pueblan esta mítica serie Vértigo. Para abrir boca tenemos dos introducciones escritas por los autores para la ocasión: Steve Dillon y Garth Ennis nos cuentan algunas curiosidades sobre la serie (bueno, Dillon sí lo hace, mientras que Ennis desvaría un poco… pero eso en realidad no importa)

Como las historias que componen el presente tomo, titulado Historia Antigua, son totalmente distintas, vamos a reseñarlas por separado. De otro modo sería un caos, debido no exclusivamente a esa diversidad de argumentos, sino también a que cada una de ellas está realizada por un artista distinto.

EL SANTO DE LOS ASESINOS. Es un spin-off dividido en cuatro partes y en donde se nos narra el origen del mismo. Sus apariciones en la serie regular son de auténtico impacto, y su carisma y fuerza absolutamente innegables. Se pedía a gritos una historia que revelase su origen y el por qué de tanto odio. Así, Garth Ennis despliega ante nosotros un verdadero western con tintes fantásticos (siempre se ha considerado a Predicador como un western moderno, pero este spin-off en particular encaja dentro del género sin ninguna fisura). Contado como si de un cuento con moralina se tratara, conocemos a quien será El Santo de los Asesinos… Un feroz excombatiente que ha encontrado la paz, el descanso y el amor gracias a una tierna esposa y una dulce hija. Pero la maldad del ser humano le persigue y se ceba en él y, lo que es peor, en aquel espejismo de futuro feliz en el que había depositado sus esperanzas. Una tragedia que da paso a una venganza en la que colaboran seres divinos e infernales, creando a un nuevo ente, un nuevo arquetipo, que se rebelará impredecible e imparable.

El dibujo corre a cargo de Steve Pugh. A mi juicio algo flojo y muy por debajo del nivel de la historia, pues no consigue trasmitir lo que la narración requiere a cada momento (esperanza, vileza, odio, temor, etc). La cosa cambia en el episodio (el tercero) dibujado por Karlos Ezquerra, que consigue dotar de una fuerza poderosa a los personajes que representa, no diré quienes son para no chafar la historia… pero no son humanos.

En definitiva, tenemos un western de corte clásico, adulterado por elementos sobrenaturales que se ponen al servicio de una historia necesaria para entender algunos aspectos de Predicador. Tenía que hacerse y el producto final es memorable… lástima que el dibujo no esté a la altura.

LA HISTORIA DE YA SABES QUIEN. Nos relata Garth Ennis en esta ocasión la triste y deprimente historia de Caraculo, un joven que tiene una vida de mierda. Lo ningunean en el colegio, compañeros y chicas. Su madre es alcohólica y busca desesperado refugio en la religión, incapaz de afrontar el problema que tiene en casa. Ese problema no es otro que su marido. Racista, machista, déspota… hasta límites absurdos: se pasa las noches bebiendo y disparando su escopeta a los cielos, amenazando a los alienígenas negratas que, asegura, quieren conquistarnos. Root, el que será Caraculo, solo tiene dos pilares en su vida (bueno, tres si tenemos en cuenta su desmedida afición a masturbarse), su amigo Pubis (si, pubis) y el líder de Nirvana, Kurt Cobain. Esta historia se desarrolla a principios de 1994, por lo que os podéis imaginar lo que pasa con Kurt Cobain y las consecuencias que tendrá en la frágil autoestima de Root.

Garth Ennis es aquí más sinvergüenza que nunca. Manipula a su antojo a unos personajes que son el paradigma de lo absurdo, de lo trágico. Y se ceba en su desgracia, usándola para mofa y sádico deleite del lector. es imposible no reír ante tanta acumulación de infortunios. En el dibujo tenemos a Richard Case, del que tampoco podemos hacer gran exaltación. Su arte cumple con la historia, aunque no sorprende ni termina de agradar, pese a no ser un cómic demasiado exigente en ese aspecto. Quizá sea un dibujo frío, algo desalmado.

LOS CHAVALOTES. En el segundo volumen de Predicador conocimos a Jodie y T.C. Dos brutotes extraido de lo más profundo de la américa profunda. Uno, una máquina de matar sin sentimientos y más duro que el acero. El otro, tan violento como guarro, vive permanentemente obsesionado con introducir su pene en cualquier cosa susceptible de ser penetrada/o. Estos dos elementos sub-humanos se ven envueltos en una surrealista persecución entre periodistas, policías y terroristas. Quizá sea, de las tres, la más intrascendente de todas: nos cuenta una «aventura» que ambos cafres viven meses antes de toparse con Jesse, como vimos en el segundo volumen de Predicador.

Garth Ennis despreocupado, solo quiere contarnos una gamberrada, un chiste de 56 páginas repleto de mal gusto, violencia y perversión. El dibujante Karlos Ezquerra despliega su particular estilo con una comodidad que se trasmite. Pantanos, paletos y sangre son retratados con toda la tranquilidad del mundo, con una comodidad absoluta, desenfadada. Esto ayuda a asimilar el chiste que es esta tercera historia y que se disfruta de principio a fin si no se tienen mayores pretensiones que pasarlo bien.

Predicador: Historia Antigua es un tomo que sirve de paréntesis a la publicación de la serie regular, ayuda a coger aire para lo que tiene que venir, además de despejar ciertas incógnitas que, a estas alturas, ya flotaban en el aire. Se cierran interrogantes y quedan asuntos pendientes. Asuntos que serán resueltos en los próximos números de Predicador.

Podéis consultar las Críticas de los volúmenes anteriores en los siguientes enlaces…

Predicador: Orgullosos americanos

Predicador: Hasta el Fin del Mundo

Predicador: Rumbo a Texas