Reportajes de cine

Reportaje: «La Herencia Valdemar». Renacimiento del cine español

Con una producción propia a manos de José Luis Alemán y desarrollándose el argumento en dos películas rodadas simultáneamente (de mayo a septiembre de 2008 ), “La Herencia Valdemar” constituye todo un hito en la historia del cine español.
 
 
APROXIMACIÓN A LOS MUNDOS DE LOVECRAFT

Basada en las novelas de H. P. Lovecraft y envolviendo toda la iconografía que éste creó, presenta grandes rasgos que recuerdan al ciclo de Dunwich (relato que constituye una de las obras principales de “Los Mitos de Cthulhu”), que cuenta la historia de Wilbur Watheley, que madura a un ritmo anormal, alcanzando la edad adulta a los diez años de vida. Hijo de una madre albina deforme y de padre desconocido, el protagonista es adoctrinado por su abuelo en los ritos oscuros.
 
Por su parte, el film de Alemán se encuentra oscilando entre presente y pasado, situándonos en la vieja mansión a través de los ojos de Luisa Llorente (Silvia Abascal), quien ha sido enviada para valorar el edificio tras la desaparición del anterior tasador, Orquicia. 

Tras verse encerrada en una habitación de la vivienda, la empresa para la que Luisa trabaja contrata a un detective que indague en su ausencia, Nicolás Tramel (Óscar Jaenada), quien descubrirá el oscuro pasado de la mansión, habitada en el siglo XIX por Lázaro Valdemar (Danielle Liotti) y su esposa Leonor (Laia Marull). Con el frustrado deseo de ser padres y la necesidad de poseer mayores ingresos para considerar la adopción, Lázaro organiza fraudulentas sesiones de espiritismo que culminan con su entrada a prisión. Es entre rejas donde conoce al espiritista Aleister Crowley (Francisco Maestre), figura real de la época, quien lo ayuda a salir a cambio de que colabore con él para llevar a cabo el Rito de Dunwich.
 
Esta aproximación del espectador al universo de Lovecraft surgió del deseo del director de crear una película de terror con un toque diferente, percatándose así de que la temática del autor de finales del siglo XIX apenas había sido explorada en el mundo del cine, probablemente debido a la gran densidad narrativa del mismo.
 
Captando elementos de los relatos y enlazándolos en un guión con personalidad propia, José Luis Alemán introduce la época presente dentro de la trama y el ambiente clásico de la película, cabalgando entre ambos mundos como si se superpusieran el uno en el otro. Con ello pretende acercar su obra a os espectadores, envolviéndolos en una atmósfera de interés por los hechos que acontecen a lo largo del film. 
 
El presente queda inacabado en la primera película, contando con apariciones breves de  Silvia Abascal, Eusebio Poncela, Oscar Jaenada o Ana Risueño, los cuales cobran casi total protagonismo en la segunda parte de la obra de Alemán.
 

 

Existiendo una hora de espacio temporal entre ambas mitades, la segunda se desarrolla en una sola noche, centrándose en la historia de los personajes que quedó inconclusa en la primera parte y comprendiéndose los elementos que existen en común entre ambas épocas y sus personajes, para acabar en un final cerrado.

 
SAGA JUSTIFICADA
 
Si bien puede resultar tedioso el esperar a otoño de este año para poder comprender la trama del film en su totalidad y apreciar la obra de José Luis Alemán de un modo global, ésta debe ser una de las pocas ocasiones en las que el hecho de que se produzca una segunda parte no carezca de significado (como sería el caso de “Rec 2”).
 
Y es que la creación de una secuela suele ser fruto del mero deseo de obtener beneficios sin invertir en ella demasiado talento.
 
“La Herencia Valdemar” es lo que pocas películas (sobre todo las producidas en pleno Hollywood) consiguen ser últimamente: una superproducción con sustancia y sentido, lejana a la capa de artificio que envuelve a la mayoría de proyectos de alto (y no tan alto) presupuesto.
 
Todo esto debido al sumo cuidado de la ambientación,  de cada movimiento de cámara, cada encuadre, todo en medio de un gran trabajo de diseño.

 
EFECTOS VISUALES 
 
La labor de dotar a la película de unos bien logrados efectos visuales corrió a cargo del estudio de animación y efectos visuales Neo Render. Con más de 12 años realizando animación, animación 3d, efectos visuales para cine, televisión y publicidad y habiendo sido nominados a los Goya en su último trabajo de animación (Malacara) son los responsables de los efectos visuales de “La herencia Valdemar”, en las dos películas que constituirán la historia.

  Se pensó que se trataba de un proyecto con muchas oportunidades para todos los equipos técnicos (fotografía, efectos visuales, maquillaje), por lo que podía dar mucho de sí, contando con un equipo técnico constituido por profesionales muy experimentados en el mundo del cine (Reyes Abades-empresa encargada de los efectos especiales-, Koldo Valles, etc.), por lo que se presupuso que era prácticamente imposible no obtener buenos resultados.

 
El film está cargado de efectos visuales. En un principio se plantearon unos 40 planos, pero cuando empezó a rodarse se puso de manifiesto la necesidad de crear muchos más, con un resultado final de más de 120.
 
Uno de los trabajos más habituales dentro de la película fue el de la extensión de decorado. Pese a que el rodaje contó con una buena localización, el director expresaba  la necesidad de que los decorados, el entorno, pareciesen mucho más grandes o con mucha más profundidad. En algunos casos se borraba del plano la casa que había detrás de la imagen, y se añadía toda una hilera de casas tras los actores, confiriéndole a la escena mucha más profundidad.
 
Viendo el resultado final del proyecto, se demuestra que se ha hecho acopio de lo mejor de cada compañía para realizarlo, mostrando cada detalle de modo que el espectador no se sienta engañado por incesantes movimientos de cámara y cortes en puntos cruciales a nivel visual.

 
DECORADOS
 
La primera parte está muy versada en el siglo XIX y es donde se nos introduce en el argumento de la historia. Se trata de una película con trazados muy góticos y clásicos, predominando los colores azulados sobre un fondo nublado, necesitándose un diseño de producción muy concreto (todo antiguo, todo clásico).
 


 
El equipo artístico supo reflejar a la perfección los diseños de escenarios que el director se había planteado. Desde “la leñera” (decorado importantísimo en la trama de la película) o el laboratorio fotográfico (que contó con material real de la época, perteneciente a coleccionistas), al tenebrismo de “la buhardilla”. 
 
La casa Valdemar fue una joya encontrada de Comillas (Cantabria), la cual orientó toda la escenografía de la película. La mayoría de escenarios fueron encontrados en esta localidad, como son el cementerio o la estación de tren (que contaba con un antiguo ferrocarril).
 
 
IMPULSO DEL CINE ESPAÑOL
 
Mediante la creación de su propia poductora “La Cruzada Entertainment S.L.”, el director del film ha generado el nacimiento de un cine nacional sin subvenciones, limpio de continuas revisiones, que le permita una libertad absoluta sobre la obra. 
 
Con tres cortos a sus espaldas y la realización de un documental sobre la Isla de Pascua, José Luis Alemán concibió hace cinco años la idea de crear un cine diferente, libre, apelando a la necesidad del renacer del cine español (que tanta falta le hacía), impulsado en un principio por Amenábar, Balagueró y Paco Plaza.
 
Veremos si estas innovaciones en nuestro cine se encuentran reflejadas en la próxima película envuelta por el universo Lovecraft, “Las montañas de la locura”, de la mano de Guillermo del Toro.

Marta C. Catalán

Foto, vídeo y gestión cultural. Aprendiendo a gestionar vías de escape al aburrimiento.

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