Ciclo Cine de Terror del malo (4): Bane

De todas las basuras fílmicas que hemos traído a este «ciclo» Bane es, sin duda, la más cutre e infecta de todas. Uno de los motivos es que a la absoluta falta de talento de sus realizadores, actrices, actores y técnicos se suma un diseño de producción vergonzoso en el que no se deben de haber gastado ni un solo centavo/céntimo. Más bien al revés, incluso les habrán pagado por retirar basura y vallas y reutilizarlas en la grabación que, eso es otra, tuvo que durar una tarde.
Venga, la premisa de la pseudo-película esta: cuatro muchachas están encerradas y una especie de científico loco y unos tipos vestidos con trajes EPI comprados del Aliexpress se dedican a experimentar con ellas. Eso es en teoría porque, en realidad, de experimentos nada.
Las muchachas parece que tienen amnesia y los captores las interrogan muy fuerte que tu piensas «pa’ qué?». Si saben que tienen amnesia, ¿qué quieren que les cuenten? En fin, el nivel de estos científicos deja mucho que desear. Las escenas sin sentido se suceden mientras las muchachas se agobian mucho y se ponen nerviosas llegando a enfrentarse entre ellas.

Para aumentar el caos en este argumento embrollado aparece, a unas horas concretas, un tipo con mascarilla y machete en mano que se lía a puro apuñalamiento con aquella que tuviera una marca numérica en su cuerpo.
Todo muy loco y muy gratuito. También hay por allí un muchacho bien parecido que por su comportamiento piensas «este las va a ayudar», pero sus reacciones no tienen sentido y al final está por estar. De cara al final te lo explican, pero llegas con las neuronas tan agotadas (si es que tienes el cuajo de aguantar hasta aquí), llegas tan perdido, que ya la explicación te da absolutamente igual.
Para terminar de echar ingredientes a este sin Dios tenemos escenas soñadas por una de las muchachas, que parece le va a volver la memoria de esa manera… pero no. Y lo más loco es la aparición de un ser, un aborto mezcla de Cthulhu y ET, pero el ET de los Hermanos Calatrava, que ya te termina de sacar de la película si es que alguna vez entraste.

No vamos a hablar de actores y actrices porque aquí no hay nadie digno de esa profesión. Es verdad que las muchachas chillan mucho y exageran todavía más el terror que se supone sienten, pero para nada son convincentes e, incluso, la que es protagonista es la que peor trabaja de todas, que ya es decir. En la parte de los científicos (sig) hay un señor que se dedica a torcer el gesto y lanzar risas burlonas en todo momento y con eso le da presencia y empaque a su personaje de científico perturbado… o eso se debe creer el pobre hombre. Se trata de Daniel Jordan, un actor de origen cubano que nunca ha destacado demasiado y ha sido eterno en papeles terciarios… viéndolo aquí comprendes por qué.
El sonido, la luz, los encuadres… todo aquí es un auténtico desmadre, una oda a la incompetencia que se intenta disimular con cantidades ingentes de sangre de tomate y pintura. Horrible.
Pero hay que poner el acento en los escenarios, en el set de rodaje. Por favor.

Toda la película, y digo TODA, está rodada dentro de unas vallas metálicas de esas que se ponen en las obras. Como las de la foto de abajo, tal cual. Son esas vallas compuestas por finos hierros entrelazados que en cada lado tienen un tubo de hierro y, para sostenerse verticales, dichos tubos se encajan en los agujeros de unos soportes de cemento. Exactamente lo que veis en la foto de abajo es todo el escenario que vais a ver en la película, eso sí, para que no se pueda ver a través de las vallas han puesto plásticos de esos que utilizan los pintores para cubrir los muebles.
Es que no se han cortado un pelo. Han creado un set de rodaje con, literalmente, cuatro euros. Pero es que hasta las escenas de flashback están filmadas ahí también, pero apagando las luces para que la oscuridad impida ver las vallas… que se ven.

Llamar a esto película hace que el cine salga de la categoría de Arte. Desgraciadamente no vale ni para echar unas risas y, si tienes el cuajo de verla completa, te pasas la mayor parte del tiempo planteándote que estas haciendo con tu vida.
Entre lo cutre y lo bochornoso se sitúa la poca vergüenza de este director que responde al nombre de James Eaves y que tiene otras «joyas» de las que hay que huir en dirección contraria.

Como de intrascendente será esta película que hasta me ha costado encontrar información en internet y ni siquiera hay una galería de imágenes. Un producto prescindible, olvidable y vergonzoso que nos hace preguntarnos, por enésima vez, como hay plataformas que gastan su dinero en incorporar tremendas bazofias a su catálogo.
Este crecerá en cantidad, si… pero en cuanto a calidad, la rebaja a niveles subterráneos y arrastra su reputación por el fango de lo mediocre.
La tenéis en Amazon Prime Video, por si queréis perder un tiempo precioso de vuestra vida en vez de dedicarlo a cosas más gratificantes como, por ejemplo, golpearos la cabeza en la pared.
