Críticas de videojuegos

Análisis de Thief VR: Legacy of Shadow para PSVR2, un ladrón virtual

Gráficos
Sonido
Jugabilidad
Duración

Super-inmersivo

La evolución de la saga. Inmersivo en grado máximo, te atrapa con su apuesta y su gran apartado técnico.

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Si alguna saga pedía a gritos llegar a la VR era sin duda Thief. Sus mecánicas de sigilo en primera persona, mezclando parkour con estrategia y una pizca (poca) de combate son un verdadero reclamo para estos dispositivos de realidad virtual. Y así, tras unas cuantas entregas y algún que otro remake que la lanzó de los PC a las consolas, llega ahora para demostrar todo lo que puede ofrecer en VR.

Desde el 4 de diciembre está disponible en Steam VR, Metaquest y en PSVR2 que es donde lo hemos podido probar gracias a Plaion… o por culpa de Plaion, que han despertado nuestra vena cleptómana. Por su originalidad, su inmersión, su apuesta y también (muy importante) por su precio, lo convierten en uno de los juegos más atractivos que han salido últimamente en VR.

En las próximas líneas os contamos un poco de que este Legacy of Shadow…

Los creadores de esta historia

Antes de meternos con lo que es el juego en sí hay que puntualizar que esta entrega lanzada en VR ha sido desarrollada por Maze Theory, eso si, con el beneplácito y las bendiciones de los desarrolladores/creadores originales de la saga, Eidos-Montreal. Cuenta con la distribución de Vertigo Games y de nuestros queridos amigos de Plaion. Es decir, que los nombres que hay detrás del juego avalan que se trata de una producción cuidada.

Dicho esto vamos con la historia o, mejor, lo que se puede contar de ella…

Volvemos a La Ciudad, esa metrópolis oscura de tejados laberínticos por donde treparemos, de callejones retorcidos por los que nos escabulliremos y de mansiones opulentas que vamos a intentar saquear. La Ciudad respira steampunk en cada una de sus esquinas y se siente agobiante y opresiva, como una Londres victoriana por la que podemos perdernos en cualquier momento.

Está gobernada con mano de hierro por el tirano Ulysses Northcrest, que tiene a sus tropas vigilando las calles sin descanso para imponer su terrible autoridad. Nosotros encarnamos a una ladrona, Magpie, huérfana y solitaria pero tremendamente astuta, porque el robo ha sido su única manera para sobrevivir al régimen. Y nuestra vida como ladrona va a dar un giro brutal cuando nos encomienden robar un artefacto legendario… y lo consigamos.

A partir de aquí se desencadenará todo y nos veremos implicadas en una trama mayor que nos llevará a mezclarnos en conjuras al más alto nivel, lo que exigirá que empleemos nuestras técnicas de sigilo, camuflaje y robo para poder sobrevivir.

Fundido en las sombras

Dividido en capítulos/misiones el juego nos hará avanzar por dicha trama aumentando la intensidad de la experiencia en todos los niveles y exigiéndonos cada vez más con un único objetivo: la diversión. Su narrativa une el juego a clásicos como Thief: the Dark Project, pero con esa VR inmersiva que prioriza la sensación de estar metido en un mundo vivo de sombras y secretos.

El Unreal Engine hace que la atmósfera sea uno de sus puntos a destacar, cuando deambulamos por fachadas victorianas, medio ocultos por las sombras o la niebla, entre faroles parpadeantes que proyectan sombras alargadas y entre la lluvia fina que empapa las calles y los tejados inclinados. Los colores fríos y metálicos ayudan a aumentar esa paranoia constante que provocan los guardas patrullando o esas otras amenazas que siempre acechan para descubrirnos.

Estar escondido tras unas cajas y escuchar como se acerca un vigilante, ver como el haz de luz de su farol barre la oscuridad a tu lado y amenaza con verte… es una sensación impactante con las VR. En PSVR2 las lentes OLED potencian el contraste entre luces y sombras con una nitidez espectacular.

Sentirse como un ladrón legendario

La jugabilidad sale ganando por mucho en esta modalidad VR. Por supuesto, la exploración y el sigilo son el 90% del juego y ahí lo apuesta casi todo Maze Theory. Los niveles no son lineales y nos permite trepar por vigas o enredaderas, atravesar fétidos canales u optar por atravesar puestos de vigilancia, interiores de edificios, etc. Un sigilo inmersivo que nos obliga a confiar en nuestros sentidos para seguir avanzando y, por el camino, recoger coleccionables, notas, consumibles, etc.

Las ganzúas serán imprescindibles (como no) para poder avanzar y abrir cofres/puertas con un minijuego sencillo que aprovecha los mandos hápticos para crear tensión. En este sentido también encontramos algunos puzles asequibles y zonas en las que debemos pararnos y observar si queremos continuar, fomentando la creatividad cuando optamos por distraer a un guarda con un sonido, apagar luces para ganar lugares donde ocultarnos, etc.

Las típicas genialidades que encontramos en los títulos VR aquí también se dan, como apoyarse en ambos lados de una ventana para sobrepasarla o acceder al inventario con el reverso de nuestra capa o apagar velas moviendo dos dedos y haciendo pinza en la llama. Detalles geniales que nos encantan en este tipo de juegos.

Escucha antes de actuar

Por supuesto también podemos combatir, aunque no va de eso el juego. Disponemos de nuestra porra/arma y de manera muy intuitiva y natural podemos bloquear golpes o propinarlos. Es un gustazo darle un cachiporrazo a un guarda y luego voltearlo en el suelo, mientras ronca, para dejar su bolsa vacía de monedas. Hay más armas, pero vamos que lo mejor es hacer lo que propone el juego y ser un ladrón (ladrona) que evita el enfrentamiento… aunque hay armas a distancia que no vamos a poder resistirnos a utilizar, solo por lo divertido y logrado que está (nos referimos al arco y flechas, como no)

Que no se nos quede sin comentar el sensacional apartado sonoro, minimalista con cuerdas graves y percusiones lejanas que se mezclan con efectos hiperrealistas como las botas al pisar la gravilla, las goteras que caen de tejados aun con agua o la respiración jadeante de un perseguidor. Una vez más recomendamos encarecidamente usar los auriculares (para eso están pegados al casco VR!) para aprovechar el sonido 3D y alucinar con las conversaciones apagadas de los guardias tras una pared, para poder hacerles una emboscada o evitarlos. Es solo un ejemplo de lo que podemos encontrar en el plano auditivo. Eso sí, con voces en inglés y subtítulos en castellano.

Conclusión

Como conclusión no podemos más que recomendar muy efusivamente jugar a Thief VR. No hace falta conocer la saga ni los juegos anteriores, ya que es una historia independiente que transcurre en el mismo lugar y con los mismos personajes de fondo, pero con esta nueva protagonista y esta nueva forma de jugar que lo cambia todo.

Su lograda ambientación y su cuidado gameplay, pensado para hacernos sentir como una sombra que se desliza y que es capaz de escaparse de cualquier encerrona, te harán querer volver al juego y desentrañar la madeja en la que cae nuestra heroína/ladrona. Ágil, escurridiza y con muchos recursos tendrá (tendremos) que emplearse a fondo para sobrevivir. Inmersión máxima en una ciudad steampunk repleta de peligros, pero que transmite la sensación de poder estar al margen de ellos, de esquivarlos, observarlos y aprovecharnos de nuestras habilidades para sentirse como uno de esos ladrones de guante blanco que, en estas aventuras, son los héroes.

De lo mejor que últimamente hemos visto en VR.

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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