Análisis de Dolhouse: Behind the broken mirror, para Xbox Series S. Muñecas y recuerdos olvidados.

Tesura Games nos trae lo último de Indigo Studios y Soedesco. Se trata de Dollhouse: Behind the broken mirror, un título de terror en primera persona, en el cual tomaremos el papel de Eliza de Moor, una famosa cantante en busca de sus recuerdos olvidados.

Una propuesta interesante.

El juego se encuentra disponible para PlayStation 5, Xbox Series X|S y Microsoft Windows, contando con su edición física por parte de Tesura Games, para PlayStation 5 y Xbox Series X desde el pasado 28 de marzo.

Y es que el título dará comienzo en medio de una actuación de la protagonista, cuando interpretando una canción, veremos como se derrumba, apareciendo posteriormente en un centro psiquiátrico y encontrándonos con el doctor Stern, el cual nos explicará que llevamos un tiempo repitiendo la terapia para recordar, pero volviendo a perder todos los recuerdos de un día para otro.

En este punto, el doctor Stern nos propondrá un tratamiento experimental, consistente en la toma de unas dosis que, según se nos explica, y únicamente de noche, consigue que vayamos volviendo a retener recuerdos olvidados, con la parte negativa de que nos va a costar discernir lo que es real de lo que no lo es en nuestro entorno.

Una cura con efectos secundarios.

Así, aceptaremos formar parte del proceso de «cura», el cual consiste en llevarnos a las afueras del pueblo donde se encuentra la casa de muñecas familiar, dejándonos deambular libremente mientras el doctor nos observa en la distancia.

A partir de este momento nos sumergiremos en una aventura de exploración, puzles y sustos, aderezados con momentos de acción, ya que se nos permitirá empuñar un arma, con el fin de poder acabar con los terroríficos enemigos en forma de muñecos de madera que nos acecharán en la oscuridad de la noche.

La propuesta, a priori, pinta bastante interesante, ya que nos permite ir consiguiendo información sobre la historia principal, a la vez que nos hacemos con diversos objetos, algunos de ellos combinables para formar otros importantes, al poder, por ejemplo, abastecernos de munición juntando dos elementos químicos.

Puzles, acción y exploración.

Por otro lado, vamos a tener algún que otro puzle, con el cual conseguiremos llaves, objetos y acceso a diferentes zonas, dando un poco más de vida a lo largo de nuestra aventura.

Pero los momentos más álgidos, sobre todo al principio de nuestra aventura, vendrán dados por los ataques de las muñecas que se fabricaban antaño en Dolhouse, unas muñecas dotadas con «Alma», que antaño ayudaban a las personas del pueblo, pero que por alguna razón, se volvieron hostiles.

En un momento dado conseguiremos el mapa de la zona, con el cual dispondremos de información sobre los puntos más importantes que deberemos explorar. Siempre tendremos marcados unos objetivos principales y otros secundarios, debiendo cumplirlos para seguir avanzando a la siguiente zona, consiguiendo una llave o desentrañando algún que otro puzle.

Un tanto limitados en general.

Nuestros movimientos estarán limitados a caminar, agacharnos, interactuar con objetos y mecanismos y disparar, no teniendo una total libertad como saltar, escalar, etc., esto se traduce en un movimiento un poco tosco y lento, donde los enemigos siempre tendrán bastante ventaja sobre nosotros, al ser más rápidos, aparte de no disponer de un sistema de apuntado demasiado pulido.

A esto, debemos sumarle el hecho de que no podremos guardar la partida a nuestras anchas, dependiendo de puntos de control para tal fin, lo cual supone un poco de engorro cuando perdamos una vida en un punto alejado del punto de control.

Y en suma, esto es lo que vamos a encontrar a lo largo de nuestro periplo por este pueblo encantado, haciendo que la experiencia no sea muy larga de terminar si acertamos a la hora de resolver los diversos puzles y dar con los objetos que nos vayan permitiendo avanzar en la historia.

Gráficos y sonido.

A nivel gráfico es cuando vemos las carencias que este título nos ofrece, ya que el aspecto visual, desde el principio del juego, recuerda a títulos bastante antiguos. Esto hace que tengamos sentimientos encontrados, como por ejemplo al ver la secuencia de introducción, donde nos situamos en una sala de conciertos, en la cual no vemos público, pero oímos como aplauden ante el inicio de una canción que comienza a cantar nuestra protagonista.

La cámara se acerca al rostro de Eliza de Moor y vemos un desastroso movimiento facial, pero nos dejamos llevar por la canción que está interpretando, hasta que cae desmayada al suelo. Luego, el interface en primera persona es bastante tosco en su manejo, al igual que las secuencias animadas que encontraremos y el diseño de los escenarios, bonitos por momentos, con algún arreglo de luces y sombras, pero deslucido en su conjunto por unas texturas muy poco convincentes.

La esencia está ahí, pero pese a ser un título indie, se echa en falta un mayor trabajo, teniendo en cuenta los tiempos que corren actualmente, donde hasta títulos creados por una sola persona, pueden superar con creces las virtudes de este juego.

Pasando al apartado sonoro, dispondremos de una banda sonora que consigue sumergirnos bastante bien en la atmósfera de tensión y terror, así como sus efectos de sonido y sus voces, con una buena interpretación (en inglés) a nivel general.

Conclusión.

Siento no poder extenderme mucho más con este análisis, ya que no tiene demasiado más para ofrecernos, y, aunque tiene momentos interesantes, estos quedan un tanto lastrados por el conjunto, dado que la calidad técnica y la ejecución en general debería haber aspirado un poco a más, con el fin de que la experiencia final fuera un poco más satisfactoria.

La idea y la historia están bien, pero a la hora de plasmarla es cuando todo en cierto modo falla, haciendo un poco más terrorífica esta historia de terror. Aún así, tiene algún que otro aspecto interesante que esperamos sea plasmado en un mejor título futuro de esta compañía.