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Análisis de Revenge of the Savage Planet, perdiditos en el espacio

Gráficos
Sonido
Jugabilidad
Duración

Muy recomendable

Divertidísimo, este juego de exploración en el que encarnamos a un colonizador perdido y abandonado en el espacio

Valoración de los Usuarios Be the first one !

Hace cinco años Journey to the Savage Planet fue un soplo de aire fresco y buen humor en un género que comenzaba a proliferar de manera exagerada: la exploración espacial. Con títulos más solemnes, serios y, también, ambiciosos, había dado un gran salto gracias a la potencia exponencial de las nuevas consolas y, sobre todo, de los ordenadores. Y entre ese montón de títulos se coló aquel Savage Planet para llevar el género al terreno humorístico.

Notas y críticas excelentes y una gran acogida animaron a Typhoon Studios a comenzar a desarrollar una nueva aventura espacial, pero ahora más ambiciosa. Llegó el momento de disfrutarla porque ya está disponible esta nueva entrega, Revenge of the Savage Planet, disponible para PS4, PS5, Xbox One, Xbox SerieS/X y PC y que cuenta con formato físico gracias al empeño de Meridiem.

Si os gusta esto de la exploración espacial y queréis echaros unas buenas risas, tenéis aquí un título ineludible que supera en todo a su antecesor… y eso ya es decir.

Subtítulos localizados de manera perfecta

Un accidente espacial y empresarial

Si es que el juego comienza fuerte. Nos damos un topetazo en un planeta desconocido al tiempo que somos informados de que formamos parte de una expedición colonizadora… que se ha quedado sin fondos. Claro, los viajes espaciales requieren de tanto tiempo que la empresa ha sido absorbida por otra y ese nuevo equipo directivo decidió cerrar nuestro departamento.

Así que nos encontramos solos en un planeta desconocido y con nuestra nave hecha chatarra. Menos mal que la nave nodriza (por llamarla de alguna forma) sigue orbitando y tenemos con nosotros a un robot volador muy cachondo y bromista que nos ayudará en todo momento. Será indispensable para nuestros primeros pasos, ya que actuará como tutorial y nos enseñará los conceptos básicos del juego. Gracias a él construiremos nuestra primera y precaria base… y a partir de aquí iremos creciendo y mejorando, gracias también a la impresora 3D que contiene y con la que fabricaremos trajes, armas, gadchets y mil cosas más.

Ante nosotros, pues, todo un planeta para explorar y del que extraer materias primas para construir «cosas»… pero hay mucho más.

Cada planeta tiene su propio ecosistema. El desértico no podía faltar

Pronto entenderemos que hay que hacer nuestra misión y que hay que salir de allí. Vamos a tener que ingeniárnoslas para ser autosuficientes y crear todo lo creable. Las necesidades y las misiones nos llevarán a recorrer todo el planeta y tendremos que aprender a combatir, a saltar con jets, impulsarnos con ganchos, bucear, capturar fauna local, etc. Todo en pos de la fabricación y la investigación.

El plataformeo y el combate (a puro blaster o a golpe de látigo) serán divertidos y dinámicos y se acompaña todo nuestro peregrinaje y exploración con un fantástico sistema de escaner con el que identificaremos absolutamente todo lo que veamos, muy al estilo Metroid Prime. Esto es interesante, pues cada descripción del escaner es un chiste, siempre buscando la frase ingeniosa y pillarnos a contrapié.

Decimos, por ejemplo, que el plataformeo es dinámico y divertido porque no siempre nos limitaremos a saltar por plataformas. A veces tendremos que aprovechar corrientes de aire, otras buscaremos la manera de crear las plataformas y otras combinaremos salto, jet y/o gancho. Y sabiendo que la gravedad es distinta, la diversión aumenta.

El escaner es un cachondeo

Explorar, combatir y reír

El ingenio también se muestra en el combate, pues contamos con varias armas que iremos desarrollando y entre las que se encuentra, por ejemplo, una pistola de agua que vendrá muy bien en ciertos momentos y para ciertos enemigos. Entre estos encontramos distintas formas de vida salvaje y luego llegarán más sorpresas… pero casi todos estos bichos cuentan con un punto débil en el que podemos insistir y dejarlos noqueados. Ese será el momento de capturarlos, cual pokémon, para llevarlos a una especie de granja donde los cuidaremos y los estudiaremos, siempre en aras de la Ciencia.

Además de recolectar, capturar, explorar, etc. el juego cuenta con un componente customizador de nuestra humilde morada para que deje de ser humilde. Con créditos que encontraremos dispersos por el planeta podremos comprar nuevas vestimentas y, lo más importante, mobiliario para nuestro receptáculo. Desde sofás y máquinas recreativas hasta estanterías y figuras de colección. La variedad que no falte.

También hace mucha gracia llegar a la base y encontrar un nuevo vídeo que ha llegado desde vete tú a saber donde. En esos vídeos (grabados con actores e imagen real) podemos encontrar desde instrucciones hasta mensajes publicitarios, pero todos comparten un humor ácido, hortera y sorprendente.

Que ricura de mascota!

De planeta en planeta

Todo el rato escribo planeta en singular… y no es así. Llega un momento durante las primeras misiones del juego que podremos construir un cañón transportador… y con él viajar a cualquiera de los cuatro planetas que conforman este sistema. Por lo tanto, y a diferencia del anterior título, en esta ocasión contamos con cuatro hábitats distintos por los que perdernos/divertirnos. Claro está que cada nuevo planeta será un reto mayor, aunque no nos agobiemos, porque no se trata de un juego difícil. Se ha primado la diversión antes que el desafío.

Y será todavía menos difícil si decidimos jugarlo en cooperativo. Lo podemos disfrutar a pantalla partida y también de forma remota, incluso admite el juego cruzado. Una maravilla.

Con este cañón volaremos a otros planetas. Muy sutil

Un mundo de color

Gráficamente está acorde con la apuesta desenfadada y humorística que destila el juego. Colores muy intensos y entornos plenos de vegetación, accidentes geográficos, fauna… está todo vivo de una manera muy cartoon y muy simpática. Y nosotros formamos parte de esa puesta en escena fresca y descarada. Lo mismo pasa con algunos de los coleccionables, como ese reto que nos propone un influencer (vaya influencer!) en el que debemos posar y fotografiarnos.

Los planetas están vivos y repletos de cosas por hacer y lugares a los que llegar, y presentan un ecosistema distinto siempre uno de otro. Se agradece esa complejidad y todo el trabajo que supone crear tantos animales, plantas y entornos y que todos sean escaneables y tengan su chiste y su broma.

El apartado sonoro también brilla con músicas que acompañan y con sonidos alienigenas, como no, graciosos. Merece poner el foco en el estupendo trabajo de voces y actuaciones (en los vídeos) que llenan el juego, porque nuestro robot no hace más que hablar e informarnos y nunca carga ni molesta. Eso sí, las voces llegan en inglés pero con un completo e intachable trabajo en los subtítulos al castellano.

Posando para ganar likes espaciales

Conclusiones

Vuelve el soplo de aire fresco cinco años después, pero en esta ocasión es aun más fuerte y más fresco. Un juego de exploración espacial que se ríe de todo y ofrece el reto justo para no desesperarnos y que jamás perdamos la sonrisa. Su componente multijugador lo hace perfecto para echarse unas risas con amigo/pareja pero se juega perfectamente solo. De hecho, de esa manera podemos ir a nuestro ritmo y saborear todas las bromas que encierra la aventura.

Aunque a veces las misiones o los puntos de llegada a ellas son un poco confusos se compensa con una exploración gratificante. Muchos coleccionables, cosas que recoger y construir y mejorar y, tampoco faltan, secretos que nos obligarán a volver a lugares antes inaccesibles.

Este tipo de juegos, que ponen el buen humor y la ironía al frente, se merecen ser bien recibidos en un medio donde prima la intensidad y la violencia. Aparte de esto, su factura técnica y todo el inmenso trabajo que tiene detrás lo convierten en uno de nuestros favoritos de la temporada.

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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