Críticas de cómics

Crítica: “Batman, Vigilancia Nocturna”. Surtido Cuétara

Resumen de la Crítica

General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición

“No hay nada que pueda arrastrarte hacia la oscuridad más deprisa que la familia”

Vigilancia Nocturna recopila un puñado de historias que destacan por sí mismas junto con otras que tienen una función de entretenimiento más puntual y de menor calibre.

Valoración de los Usuarios Be the first one !

Volumen de transición para desestresar las emociones palomiteras de la revisión del origen del protagonista por parte de Scott Snyder. Rebañando los capítulos autoconclusivos y episodios dobles que afectaban la coherencia lineal de las sagas presentadas en tomos anteriores, se aprovechan ahora para meterlas en un contenedor de todo vale. Al margen de un preludio que casaría mejor en Ciudad Secreta, en Vigilancia Nocturna encontramos aventuras para todos los gustos.

Voy a empezar con Harper Row, alias Bluebird. Esta Robin 2.0 me parece una de las creaciones más inspiradas del escritor estadounidense de lo que llevamos de etapa. Tampoco es que haya inventado la rueda, pero añade frescura a los planteamientos y tunea la etapa gracias a sus apariciones intermitentes. Si el presente tomo se llamara “Bluebird, origen secreto y otras historias” no irían mal encaminados los responsable de la recopilación. En efecto, a través de tres grapas ordenadas cronológicamente, que en origen se publicaron a lo largo de un año y medio, presenciamos el recorrido lógico del fanboy convertido en vigilante y el suspenso o el aprobado del ídolo que le da forma. El punto de partida del triunvirato es un ligero divertimento donde el carisma de su protagonista colma las buenas sensaciones de la lectura. Nos encontramos con el clásico tebeo de superhéroes marca Astro City, esto es, con el impacto del justiciero en un civil y su experiencia al sobrevivir al contacto. Como en estos casos, son personas que tienen alguna habilidad profesional, ya sea legal o ilegal, y deciden mojarse para ayudar a su salvador. En el presente supuesto, partiendo que estos personajes son el eje narrativo de la historia, se repite la fórmula de estos esquemas en los que entre los momentos dramáticos aparecen instantáneas costumbristas que sirven conocer bien a los protagonistas y el porqué de su decisión prosuper. Por supuesto, la moraleja viene en el pack y si la jugada tiene éxito, habrá que repetir con nuevos matices, que es lo que ocurre. El siguiente paso realza a Snyder, hace un dos por uno al aprovecharse de la muerte de Damian Wayne para resaltar el trance de Bruce Wayne rescatando a su vez a Harper haciendo crecer su intrahistoria (junto con la de su hermano, personaje servido para justificar su voz en off).

Otra virtud de estos surtidos es la aparición fugaz de dibujantes invitados que sirven para descargar trabajo al regular (Capullo en este caso). En esta ocasión nos encontramos con dos pesos pesados, Alex Maleev y Adam Kubert. En el primero podemos reconocer su estilo sombrío y atmosférico (con menos abuso del negro que en Daredevil o Lando, por poner dos ejemplos) y en el segundo su potencia visual y narrativa. Kubert está a muy buen nivel. Reparte la acción y las escenas personales de pura conversación a ritmo audiovisual, charla-acción, acción-charla, resolviendo los momentos climáticos de forma espectacular.

Otra historia a destacar, ya con Greg Capullo, no tiene tanta repercusión como los anteriores al encontrarnos con la repetición de una fórmula argumental muy clásica. Aunque la verdad, en los experimentos revisionistas suelen recordarse, como pasó con Brian M. Bendis en Ultímate Spiderman. Me refiero a las historias donde el villano suplanta al héroe con los desconciertos de rigor y precipitaciones típicas. Aquí otro ejemplo. Al menos sirve para convencernos del tremendo potencial de Lucius Fox y lo bien que lo maneja Snyder. Con mucho, uno de los secundarios con más peso argumental en lo que va de colección. Por cierto, el villano es Clayface.

Para el final dejo la que considero mejor historia. Hago trampa porque al dibujo está Matteo Scalera (Incredible Huk, Black Science), uno de mis autores favoritos del momento. Este cruce entre Sean Murphy y Romita Jr. tiene un talento narrativo impresionante. Un virtuoso lleno de recursos cinemáticos y angulares que no necesita escritura. La historia además es potente, aleja a Batman de su galería de villanos, lo saca fuera de la continuidad para llevarle al mundo real y lo enfrenta con un asesino en serie. A resaltar los siguientes puntos: Secuencias alucinantes. Una doble página impresionante de Batman sobre Gotham repartiendo en pantallas el status actual de varios secundarios. Y una serie de imágenes crudas y chungas de elegancia contradictoria.

Vigilancia Nocturna recopila un puñado de historias que destacan por sí mismas al margen del imaginario clásico del personaje y fuera de los enfoques glosados por Snyder junto con otras que tienen una función de entretenimiento más puntual y de menor calibre.

Batman (N52) 0, 12, 18-20, 28, 34 y Annual 2, DC Comics. Batman: Vigilancia Nocturna, ECC Ediciones. Cartoné. Color. 250 pags. Pvp: 25 €. Fecha de edición: Noviembre de 2017.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba