Críticas de cine

Crítica de Corazones de Acero: La furia de la guerra.

Una de las primeras cosas que llaman la atención del estreno de Fury en España es ese cambio de título con el cual la película de David Ayer ha pasado a convertirse en Corazones de Acero. Y digo bien, llama la atención, pero no para mal, sino que puestos a cambiar el título original, parece que este bien describe lo que uno puede apreciar en los 135 minutos que dura la cinta.

Corazones de Acero nos traslada a 1945, a una Europa agonizante a punto de vislumbrar el final de la Segunda Guerra Mundial. Rápidamente se nos presenta a Don Collier, encanado por un magistral Brad Pitt que lleva la batuta. Collier es un sargento aguerrido, endurecido por efecto de la Guerra, frío y distante pero que cuida de su equipo y de su tanque Sherman el cual, pese a caerse a pedazos es lo único que les protege tras las líneas nazis en una misión desesperada.

El equipo de Pitt lo completan sus cinco compañeros, Boyd, un triste y religioso Shia LaBeouf, el bruto Grady, Jon Bernthal, el mejicano Gordo, un cada vez major cotizado Michael Peña y un joven e inexperto Norman Ellison, el novato, en la piel de Logan Lerman (sí, Percy Jackson).

Corazones de Acero es una película sólida, violenta, gris y profunda. En muchos sentidos se encuentra lejos del más típico cine bélico y es por eso que el título otorgado en nuestro país le va como anillo al dedo, porque este Corazones de Acero no nos relata cuanto aconteció durante la Gran Guerra, tampoco trata de la historia del tanque (Fury) sino que es un retrato del alma de aquellas personas que se vieron (y se ven) envueltas en estos sangrientos conflictos. El sargento de espíritu torturado, el soldado que pierde la cabeza, el que se lo toma a guasa, el que reza por salir de aquella situación y el joven que aprende cómo todo, desgraciadamente se reduce al “ellos o nosotros”.

A destacar el fragmento central de la cinta, la comida en casa de una madre y una hija alemanas, la interpretación de la dulce Alicia Von Rittberg y el modo en que los machos que cabalgan en las entrañas del Fury, interactúan con ambas mujeres.

Póster de Corazones de acero (Fury)Es en ese aspecto donde la cinta funciona muy bien. El ritmo, lento y agonizante hace que en ocasiones te falte la respiración, que sientas claustrofobia dentro del tanque, que sufras tanto por aliados como por nazis y más aún por todos aquellos que no siendo parte del conflicto se vieron afectados por él. Que te sientas en usa sala de tortura, obligado a ver las sangrientas injusticias que se cometen cuando el ser humano pierde su alma. El cuerpo se tensa desde el inicio de Corazones de Acero, presionándote el estómago hasta llegar a un visceral clímax.

David Ayer escribe y dirige este film de 68 millones de dólares, alejándose de su estilo más urbano y policiaco que pudimos disfrutar en Sabotage, Sin Tregua o S.W.A.T.

El realismo de los uniformes, de los tanques (se llegaron a usar cinco M4 Sherman y un Tiger alemán) de las localizaciones británicas nos meten más aún en la historia y son de agradecer, obra del productor Andrew Menzies, que ya demostró su arte en Munich, G.I.Joe: La Venganza o las Crónicas de Riddick entre otras.

Corazones de Acero es un drama no apto para todos los estómagos. Una Carrera contrarreloj, una misión suicida, fiel retrato del belicismo y la violencia inherentes al ser humano.

Resumen de la Crítica

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Dandan_Friki Pills

Dani Collado. Comunicólogo. Replicante mentalmente divergente. Leo cómics en mi TARDIS. I ? books, sci-fi, dinosaurs ? & cheesecake. Friki 24/7.

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