Crítica: «Hay algo matando niños 8», antología retrospectiva

Tomo a tomo se ha ido forjando una de las mejores series de terror del momento. Hay algo matando niños es la obra más «activa» del prolífico James Tynion IV que se permite incluso dedicarle un spin off. A lo largo de sus ya 40 números hemos conocido a la misteriosa organización que se dedica a cazar monstruos sanguinarios surgidos de las mentes infantiles e impulsados por ese terror primario que ellos sienten.

A través de Erica Slaughter, la protagonista, nos hemos sumergido en este terrorífico mundo… pero aun quedan muchos aspectos por descubrir. Tynion IV dilata esas explicaciones y, aunque en las últimas sagas/etapas ha desvelado cosas como la estructura y jerarquía de la organización (por ejemplo) aun faltan detalles importantes que permanecen atrapados en el misterio y la bruma de su parquedad explicativa. Y, la verdad, ya va siendo hora.

Este octavo tomo, al menos, lanza una mirada al pasado de Erica y nos ayuda a comprender ciertas cosas.

Publicado por Planeta Cómic recoge los números 36 al 40 originales que comprenden una antología de relatos, antiguas «aventuras» de la protagonista. En cada una de ellas se enfrenta a un monstruo, defiende a un niño o niña (o perro) y esclarece algún detalle de su personalidad: La mentora que ya no está, sus compañeros que le prestan apoyo logístico desde la base o lo crudo de cada situación, que la va convirtiendo en la fría, eficiente y calculadora cazadora de monstruos que conocemos.

Mención especial el episodio dedicado al psicoanalista que, casi por casualidad, emplea una sesión en hablar con Erica. Gracias a la habilidad para escribir guiones de Tynion IV podemos percibir como es nuestra protagonista. Y como poco a poco se va abriendo, derribando los muros que su oficio y su vida al límite le obligan a levantar, para aceptar las amables y reconfortantes palabras de un profesional.

Cinco historias intensas que encajan en el pasado de la serie y que sirven también como un balón de oxígeno, un paréntesis, en la historia río que aun está muy lejos de acabar y de la que queda todavía mucho por saber.

Tynion IV mantiene el nivel literario habitual en la serie. Con los diálogos parcos y cortantes de Erica en contraste con las conversaciones infantiles de aquellos que viene a proteger. A nivel historia este volumen es menos exigente y rompe la continuidad, pero acierta en aligerar la intensidad de la narrativa lineal que venimos arrastrando con la última saga que, además, era realmente larga. Un acierto incluir este paréntesis y hacerlo con cinco aventuras diferentes pero centradas en mostrarnos aspectos distintos de Erica: herida, abatida, colérica, combativa…

Werter Dell’edera sigue con la misma intensidad y el mismo estilo. Un trazo brusco y tosco con tintas emborronadas que huyen de un estilo depurado para mostrar estas historias donde la crueldad y el miedo son dominantes. El color a cargo de Miquel Muerto mantiene esa misma identidad, oscureciendo viñetas y ayudando al tono sombrío del trazo particular de Dell’edera.

Buena mirada al pasado, enfocada en aspectos introspectivos de Erica que hacen más sólida a la protagonista… pero ya es hora de avanzar y necesitamos que la serie aclare más, cuente más, y que ese algo matando niños deje de ser un «algo» difuso para ser un «algo» más concreto. Será cuestión de paciencia… y de seguir disfrutando estas magníficas historias.

• Hay algo matando niños 8. Planeta Cómic
• edición original. Something is Killing the Children 36-40 USA. BOOM! Studios
• cartoné. 152 pp. color. 18,95€