Crítica: “Junji Ito. Relatos Terroríficos 2”, el horror que viene de dentro.

Segunda entrega de las historias cortas de horror elaboradas por el maestro Junji Ito, al que ya conocemos de sobra en esta casa y al que vosotros deberíais también conocer. Volvemos a disfrutar de 4 capítulos independientes donde el autor vuelve a dar rienda suelta a sus pesadillas.

En este volumen las historias comparten algo… en todas ellas el terror, la maldad, se encuentra dentro de los protagonistas, ya sea de manera involuntaria o de manera libremente aceptada. Un rasgo peculiar que sobrevuela cada una de las historias y lanza sobre ellas su sombra, marca Junji Ito, desagradable, invasiva y horripilante.

Como autor completo, Ito no tiene nada que demostrar. Encontramos también aquí su sencilla narrativa visual, muy cercana al cómic europeo aunque jamás pierde ese peculiar estilo oriental. También es cierto que en alguna ocasión, como en el primer relato, sobre todo, descubrimos un dibujo de corte más abrupto, con unas tintas que parecen algo descuidadas y que confieren cierta «suciedad» al dibujo… lejos de molestarme, he de confesar que ese aspecto otorgaba un añadido sórdido a la historia, a la vez que la aleja de la homogeneidad propia del autor, siempre tan pulcro en el dibujo.

Las historias en general son aberrantes, grotescas e incómodas, tal y como nos tiene acostumbrados. De guión y desarrollo sencillo y con personajes comunes y realistas, usando y abusando de niños, adolescentes y jovencitas para maximizar esa incómoda sensación de terror agobiante y tiránico. Como he dicho antes, el terror en estas historias no viene proporcionado por yokais o seres ajenos… viene desde el interior de los protagonistas, convirtiéndoles en víctimas sin posibilidad de escape. Vamos a echar un ligero vistazo a cada una de las historias, para que tengáis una idea más aproximada…

En Bio House encontramos una peculiar historia de vampiros donde víctima y agresor se confunden en un inicio tan inquietante como desagradable. La tensión del relato no hace más que subir hasta su desenlace. La Ladrona de Caras nos cuenta la extraña habilidad de una joven para mimetizar el cuerpo y el rostro de aquellos a los que se acerca, aunque la cruel venganza de sus compañeros será definitiva. La guarida del demonio del sueño se refiere a la tormentosa existencia de un joven que teme dormirse, pues en ese momento su «otro yo» que vive en el sueño se apodera de su cuerpo. Y en La mente de un padre asistimos a la maldición que supone el control extremo de un tiránico padre sobre sus hijos o, más concretamente, sobre la mente de estos.

El terror en esta ocasión está dentro de los personajes, agazapado y a la espera, saldrá cuando estos menos se lo esperen o cuando más indefensos se encuentren. A veces el autor consigue transmitir el terror y el sufrimiento de los protagonistas, víctimas y causantes del mal al mismo tiempo, pero en otras no termina de cuajar esa sensación que se pierde en el estrambótico desarrollo de los acontecimientos. Sea como sea, estas cuatro historias del maestro del terror japonés pueden hacerte pasar un inquietante mal rato mientras las lees y piensas dónde radica el mal verdadero en realidad…

• Junji Ito. Relatos Terroríficos 2. ECC Ediciones.
• rústica. b/n. 152 pp. 5’95 €