Crítica: «Let’s Play. Volumen 3», rompiendo la barrera social con sangre

Aunque su versión en papel tardó un poco en llegar, Planeta Cómic le ha metido buen ritmo a esta serie y ya tenemos publicado, desde hace unas semanas, su tercer volumen. El éxito del webtoon es muy merecido y basta con leer unas pocas páginas para quedar atrapado por el buen rollo y el humor que destila la obra. Con su versión animada ya circulando (más o menos) y funcionando, este Let’s Play sigue siendo una lectura muy actual y, sobre todo, muy recomendable.

Sam, nuestra protagonista, que sufre de estrés social y prefiere quedarse en casa jugando a la consola que reunirse con gente, comienza a relacionarse con personas «de verdad» y su mundo ya da síntomas de estar cambiando a marchas forzadas. Si en los dos tomos anteriores conocía a tres chicos que tenían posibilidades de ser «algo más», en este tercero comienza a plantearse el iniciar una relación. Algo tan cotidiano y normal para el resto de la humanidad pero que para Sam es todo un reto.

Tendrá que luchar con su timidez y sus barreras autoimpuestas y comenzarán los primeros… escarceos. Es muy gracioso cuando descubre que, al excitarse sexualmente, le sangra la nariz como si de un personaje manga se tratara. Esto le creará problemas y también dará paso a situaciones muy divertidas.

Que sí, que es un cómic ligero y romántico, pero está escrito y narrado con tanta gracia y tanta soltura que lo vas a disfrutar de principio a fin. Leeanne M. Krecic, la autora, se las ingenia para huir de la ñoñería y la cursilería y afrontar una comedia romántica desde un punto de vista moderno y desenfadado. Recurre al lenguaje manga, al del cómic americano o al del cómic de autor según le convenga en cada momento y en cada escena. Además de dominar con mucha gracia las metáforas visuales y las referencias a otras obras. Tampoco esquiva una buena rotura a tiempo de la cuarta pared, un guiño a los lectores, o una buena autocrítica.

Que está escrito y dibujado con inteligencia y con oficio, quizá sea la mejor y más breve definición. No podemos ocultar que la composición de páginas es un tanto extraña, pero se trata de algo excusable sabiendo que la obra está publicada en origen en formato digital y su adaptación al papel debe haber sido toda una odisea. Planeta Cómic se limita a reproducir la publicación que hizo en papel Rocketship Entertainment, lo que es un acierto, porque la edición es perfecta.

Tampoco se nos escapa que, con la excusa de la comedia y del genero ligero la autora explora otros temas más intensos o «serios». El aislamiento social, la dificultad de relacionarse en el mundo actual, son solo un par de ejemplos. Además lo afronta no solo con un estilo moderno sino que para ello recurre a personajes con los que cualquier lector puede sentirse identificado o, como mínimo, familiarizado. Un influencer en busca de visitas y likes que nos cuenta todo el trabajo que hay detrás de un vídeo de unos pocos minutos, un joven tremendamente capaz pero que se gana la vida de camarero ya que es el único trabajo que (de momento) ha encontrado, un padre sobreprotector, un grupo de amigos que apenas se conocen más que de jugar en partidas online…

Vamos, la vida actual.

Y cada nuevo tomo de Let’s Play es una bocanada de aire fresco en esto del cómic. Una obra realizada sin complejos y con mucha ilusión (y oficio, y talento), es lo que nos llega a los lectores tras cada lectura. Esperamos que esto continúe… Sabemos que la autora abandonó el webtoon por problemas varios, pero también anunció que las «aventuras» de Sam Young continuarían en otro formato. Evidentemente, en papel. Y, evidentemente, la seguiremos.

• Let’s Play. Volumen 3. Planeta Cómic
• Let’s Play vol.2. Rocketship Entertainment.
• rústica con solapas, 216 pp. color. 20€