Críticas de cómics

Crítica: PROPHET, vol I: REMISIÓN. Patrimonio de la Humanidad Imperial

Resumen de la Crítica

General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición

"Devuélvenos al cielo"

El viaje conceptual y narrativo más alucinante que se pueda contratar

Valoración de los Usuarios 4.8 ( 1 votos)

Que la editorial estadounidense Image esté en el candelabro en el mundillo en los últimos años gracias a obras de grandísima calidad se está convirtiendo en el mayor tópico desde que los coches no arrancan en las pelis de terror. Pero es lo que hay. Y para muestra, mejor que un botón, un Prophet. Pero en este caso no sólo por la contundencia cualitativa de la oferta, sino por la reinvención más valiente y alucinante que he visto en los últimos años. Porque efectivamente, este Prophet es el Prophet de Rob Liefeld que creara en los primeros tiempos de la editorial cuando el contenido se subordinaba al continente,… pero tampoco. No lo es porque se mueve en otro nivel creativo desde el punto de vista intelectual y lo es porque a pesar de todo, su concepción tiene lugar en la obra Liefelera. Lo que es lo mismo: el Prophet de Brandon Graham, su  mitología, no existiría sin el bueno de Rob. Si bien esto se comprobará más a largo plazo. Y que mejor para demostrar esto que comenzar esta etapa desde el número 21 USA con una apariencia visual y un contexto histórico y escenográfico tan alejado del trasunto del marveliano Estrella Rota que uno no sabe qué narices está pasando aquí si se ha leído lo anterior e intenta encontrar una explicación cronológica. Tranquilo que poco a poco irán llegando las respuestas. Así que sólo queda hacer lo más fácil y por lo que uno abre el cómic, que es leerlo. Y así hasta el infinito y más allá. Antes de nada dejar bien claro que NO hace falta conocer los números anteriores, y me daréis las gracias porque…uff ( y sí, los he leído, ya sea por la editorial que en su día los publicó, Planeta, como los inéditos, crossover con Cable incluido!!). Y no digo más. Si miráis las estrellitas en el cartucho de puntuación, veréis  que en el apartado “Historia” he puesto cinco estrellas. Y no es porque me haya tomando 100 gramos adulterados de carne de Tulnaka, sino porque el ejercicio creativo e imaginativo de Brandon Graham es de Champions League. Que la trama que este primer arco propone se deje de lado, no a un segundo plano sino a un quinto en beneficio de la escenografía, creación de ideas y conceptos, especies, mitologías, dice mucho para elevar la historia a la máxima valoración (subjetiva).

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Vamos a situarnos en la tierra dentro de muchos años, pero no en plan doscientos o trescientos años sino miles. Los avances tecnológicos y expansivos han avanzado de forma exponencial. Si entre Samuel Morse y la pisada de Neil Armstrong en la Luna mediaron ciento treinta y seis años, imaginemos como habrá avanzado la carrera espacial con las inversiones adecuadas dentro de, pongamos, 10.000 años. Pues eso. Y ahí es donde arranca Prophet. No es un futuro distópico o utópico mas rallado que un vinilo abandonado sino un futuro imposible de contemplar por lo más abrumadoramente incontenible que uno pueda imaginar, han pasado tantas cosas que esos planteamientos se han superado. En esa Tierra sucumbida y expoliada surgirá del suelo un módulo subterráneo del que saldrá un individuo llamado John Prophet con una orden clara: provocar el despertar de la raza humana. Con una peculiaridad, que tendrá nombre: El Imperio Terrano. Por ahí irán los tiros a lo que yo me refería anteriormente, con la idea de Imperio. Nada más y nada menos que el que Prophet cumpla con su misión será el objeto de la misma. Pero como mencioné anteriormente esto es lo de menos, otra cosa es que la historia sea la excusa para desarrollar personajes, escenarios y mitologías, obviamente, pero cuanto menos toquemos eso mejor, y no lo digo por los spoilers. Porque efectivamente, lo que deja con la boca abierta es la cantidad de ideas y conceptos que aquí se presentan. En un alarde de imaginería sin parangón, el escritor crea mundos, crea hábitats, crea ecosistemas, crea razas, crea credos, crea reino animal, pero muy alejados de los típicos diseños de animales reconocibles tipo los caballos de Avatar, sino criaturas que ni en las peores pesadillas uno se puede imaginar. Y lo mejor es el detalle descriptivo de todo esto. No sólo los presenta y los nombra, dando un par de detalles de su morfología y origen, sino que te cuenta historias que merecen ser contadas en toda su extensión. Sí, con énfasis en merecen. Es una maravilla la cantidad de materias que surgen de las viñetas, auténticas conformaciones de mundos y razas, con sus reglas, un todo coherente al milímetro que resulta fascinante. Escrito en tercera persona, se nos cuenta el recorrido de John Prophet del punto A al punto B con gran profusión de cartuchos narrativos que explican lo antedicho, pero sin ser densos y duros. Pero curiosamente, si no se lee nada y es el lector el que le pone texto, se entendería igualmente!! Sí es cierto que exige estar atento, y es que esta obra, en toda su extensión es muy exigente. No es para todos los públicos ni para cualquier momento. Pero intelectualmente es tan brillante, que aunque sea poco a poco hay que sumergirse en este universo tan particular que Graham tiene en la cabeza. Esta obra es un viaje apasionante por la mejor imaginería narrada de los últimos años. Con una escenografía muy deudora de la más agresiva ciencia ficción y fantasía gráfica europea sin la claridad en el trazo, eso sí, los dibujantes bajo las indicaciones del escritor, harán las delicias de aquellos lectores que busquen arquitecturas, especies, fauna, razas alienígenas y objetos móviles e inmóviles difíciles de concebir. Una maravillosa locura visual y narrativa que pone la piel de gallina. Si tienes mucha imaginación este cómic está realizado para ti sin duda.

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En este último aspecto, el dibujo, cuatro son los autores. Comenzamos con Simon Roy, quien se encarga de estrenar el arco y quien llevará el peso de los tres primeros números de los seis que forman Remision. Conceptualmente creo que es el más logrado, en lo que al detalle de la escenografía se refiere y creo que el más agradecido con Graham en este sentido por su relato. El resto, Farel Dalrymple, Giannis Milonogiannis y el propio Brandon Graham se encargan de ilustrar tres historias autoconclusivas que tendrán continuación próximamente. Que no se asuste el personal que esto no significa que gráficamente haya baile de dibujantes continuamente, sino que en función de las tramas, los autores se irán intercambiando. Y ello porque, y esto no lo he dicho, John Prophet es un clon con la consecuencia lógica de que hay muuuuchos más, de ahí que cada trama al estar protagonizada por un determinado John Prophet, todos con sus propias peculiaridades, los distintos tipos de dibujo harán que el lector no se lie y sepa sobre que John está leyendo. Y creo que el hecho de que cada dibujante se encargue de esta cuestión es muy inteligente y no sólo por lo ya dicho, sino porque permite que a la vez varios dibujantes estén trabajando lo que permite una cierta seguridad y tranquilidad editorial.

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Una obra de esta calidad tan inmensa merece tener una buena edición y considero que Aleta ha estado a la altura. Ha respetado el gran surtido de extras, diseños, bocetos, que el recopilatorio contiene. Y hay que incluir la historia corta de nuestra compatriota Emma Ríos, de gran dinamismo por cierto, y muy fiel a los planteamientos lanzados por Graham. Señores, póngase cómodos y disfruten de la escapada conceptual narrativa más alucinante que ninguna agencia de viajes le va a vender. Un cómic maravilloso en toda la extensión de la palabra.

Prophet, Vol I: Remisión. Aleta Ediciones. Rústica. Color. Incluye Prophet nums. 21 a 26 USA. PVP: 13,95 €.

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