Crítica: «Savage Dragon 1», regreso a los ’90

Savage Dragon es historia del cómic moderno por muchas razones. Fue una de las series que se lanzaron de inicio bajo la revolucionaria y libre Image Comics. Junto a Spawn (por ejemplo) sentó las bases de un estilo que heredaba vicios y virtudes de las grandes editoriales pero que tenía como premisa el entretenimiento, la acción directa. Un cómic alimenticio para una época y unos lectores que lo pedían así.

Eric Larsen, como autor único (a excepción del color en ocasiones) estaba por fin haciendo el cómic que quería, mejor o peor, pero con una repercusión y una libertad creativa de las que jamás había gozado. El éxito de Savage Dragon y resto de series subió al mismo ritmo que bajaba el de las series Marvel, de donde venía el grueso de autores que formaron Image. Pero eso no duró siempre.

Mientras otras cabeceras languidecían o desaparecían, Savage Dragon consiguió mantenerse. Evidentemente sin el tirón inicial, pero siempre con unos números suficientes para permitirle seguir publicando… y así sigue hasta el día de hoy. El mismo día que escribo esto, sale el número 270 y ahí permanece Eric Larsen, pico y pala, con un universo heróico construido con la solidez que da ese trabajo constante, esa confianza y, sobre todo, ese buen hacer.

En nuestro país no se ha publicado de manera continuada. Las ventas no acompañaban lo suficiente como para mantener la cabecera mensual y Forum, la antigua división de Planeta, luchó por mantener la serie todo el tiempo posible, llegando a lanzar varias decenas de números. Pero no podía mantenerse, los números no daban.

Joseba Basalo, el nombre tras la editorial Aleta Ediciones, siempre valiente y entregado al medio, se lanzó con la publicación de la serie tomando el relevo de Planeta. De hecho, el nombre de la editorial (Aleta Ediciones) viene por la propia imagen de Savage Dragon. Pero tampoco fue viable y la aventura de editar este fabuloso cómic no duró demasiado.

Y ahí quedó la cosa.

Hasta ahora.

Planeta Cómic vuelve a publicar Savage Dragon. Eso es ya, de por sí, toda una noticia. Y lo hace recuperando los primeros números y aglutinándolos en un solo tomo acompañados de muuuchos extras. Es la edición recopilatoria (una de ellas) que lanza la propia Image, pero es, sin duda, la mejor edición posible. Imaginamos que, tomo a tomo, se irá publicando toda la serie y llegaremos a los números que permanecen aquí inéditos… y más allá.

En concreto en este tomo se recopila la primera miniserie de cinco números y los primeros ocho de la serie regular más, lo hemos dicho, un montón de extras muy interesantes como bocetos, diseños de personajes, originales, guiones, escritos del propio Larsen, historias cortas, portadas… impresionante e impagable este contenido.

Aunque aun no le he mencionado, porque a estas alturas puede que no haga falta, el argumento inicial de Savage Dragon es este: Chicago está azotada por una oleada de crímenes perpetrados por engendros, seres superpoderosos y malvados ante los que la policía convencional poco o nada puede hacer. Pero un buen día aparece, entre llamas, nuestro protagonista. No recuerda quien es ni de donde viene, así que Frank Darling, el teniente de policía que lo acoge como un amigo, le ofrece un puesto de trabajo en el cuerpo policial. Dragon, como lo llaman los compañeros, posee invulnerabilidad, superfuerza y un buen humor a prueba de bombas.

Pero esto es solo el inicio. Dragon tendrá que vérselas con enemigos cada vez más poderosos, requerirá ayuda y comprenderá todo lo que tiene que sacrificar ahora que es blanco de villanos, corporaciones y sociedades secretas. Acción a raudales es lo que ofrece este cómic que, aunque esclavo de su época, sabe recomponerse con el tiempo y evolucionar. Eso sí, en este primer tomo no esperéis argumentos enrevesados y, aviso, estad preparados para las paladas de testosterona que ofrece, los uniformes sugerentes de las voluptuosas heroinas y las macarradas de turno.

Eric Larsen como autor completo funciona genial en este tipo de cómic. Grandes viñetas de peleas, puñetazos y poses con diálogos facilones y recurrentes. Pero ojo, que entre tanta pirotécnia se deja ver el talento de un artista que está trabajando de cara al público, que sabe lo que este quiere (quería en los ’90) y que teje, sin darnos cuenta, la madeja que compondrá el futuro de la serie. Un autor que sabe evolucionar y hacer evolucionar la serie con el devenir de los tiempos.

Ojalá podamos apreciarlo en los futuros tomos, porque queremos a Savage Dragon al completo, con nosotros… y, sobre todo, en nuestras estanterías.

• Savage Dragon 1. Planeta Cómic
• edición original. The Dragon 1-5, Savage Dragon 1-8 USA. Image Comic
• cartoné. 440 pp. color. 40 €