Críticas de literatura

Reseña de Taylor Swift: La historia detrás de sus 248 canciones, disección de un mito musical

Crítica

Imprescindible para fans

Canción a canción analiza la figura de este mito moderno

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En un mundo donde la música pop se consume a ritmos frenéticos, como si fueran reels efímeros en una red social, llega un libro que se atreve a ralentizar el pulso y desmenuzar cada nota, cada verso, como si se tratara de un banquete literario. Taylor Swift: La historia detrás de sus 248 canciones, escrito por Damien Somville y Marine Benoit y publicado por Blume en su edición española (original en inglés como Taylor Swift All the Songs: The Story Behind Every Track, de Black Dog & Leventhal), es precisamente eso: un festín exhaustivo y dedicado para los swifties empedernidos… y un mapa de orientación para los curiosos que aún no han sucumbido al hechizo de la cantante más polarizante (y rentable) del siglo XXI.

Con casi 500 páginas repletas de anécdotas, análisis y fotografías, este volumen no solo cataloga las canciones de Swift, sino que las disecciona con la precisión de un forense melómano, revelando cómo una chica de Pensilvania se convirtió en un fenómeno cultural que redefine el capitalismo musical y emocional.

Somville, productor musical y compositor francés con un currículo que incluye colaboraciones en sellos como Warner y Atmosphériques, y Benoit, periodista con más de quince años de experiencia en crónicas musicales, no son novatos en este juego. Juntos ya habían desentrañado la discografía de Dolly Parton en un libro homónimo, lo que les da credenciales para abordar a Swift con garantías.

Su enfoque es cronológico y exhaustivo, en la imagen de arriba podéis ver un ejemplo de como se desmenuzan los temas. Y así recorren los once álbumes de estudio de Swift hasta The Tortured Poets Department (2024), más las reediciones Taylor’s Versions, sumando exactamente 248 tracks. Cada canción recibe su propio epígrafe, con detalles sobre su composición, grabación, influencias y contexto personal. No hay relleno: es un catálogo que transforma la discografía en una autobiografía fragmentada donde el amor, la traición y la venganza son los hilos conductores.

Comienza con los orígenes humildes de Swift en Nashville, donde a los 16 años firmó con Big Machine Records tras ser rechazada por decenas de sellos. El debut homónimo de 2006, con hits como «Tim McGraw», se presenta no como un simple arranque country, sino como un diario adolescente crudo. Somville y Benoit destacan cómo Swift, inspirada en ídolos como Shania Twain y Tim McGraw, escribió «Tim McGraw» en su habitación de Pensilvania, evocando un romance veraniego con un chico que se iría a otra universidad. La letra, con su banjo y violines nostálgicos, captura la inseguridad de la juventud: «He’s the reason for the teardrops on my guitar». Los autores señalan que esta canción no solo fue su primer single número uno en country, sino un manifiesto de empoderamiento precoz, donde Swift ya reclamaba su narrativa romántica en un género dominado por hombres.

Avanzando a Fearless (2008), el libro brilla al contextualizar el salto de Swift al estrellato. Aquí, Benoit y Somville desglosan «Love Story» como un himno shakesperiano moderno, escrito en un banjo improvisado durante un rodaje de Romeo y Julieta. Pero no se quedan en lo romántico: analizan la controversia de los MTV Video Music Awards de 2009, cuando Kanye West interrumpió su discurso, y cómo eso catalizó Speak Now (2010), un álbum íntegramente escrito por ella sola como acto de catarsis.

«Dear John», dedicada al actor John Mayer (quien luego la tildó de «manipuladora»), se examina con empatía hacia Swift: sus letras sobre un amor tóxico («Don’t you think I was too young to be messed with?») reflejan no solo dolor, sino una madurez forzada por la fama. Los autores incluyen citas de entrevistas y notas de estudio, mostrando cómo Swift transformó la humillación en oro comercial (el álbum vendió millones y le valió su primer Grammy!).

El corazón del libro late más fuerte en las «eras» pop de Swift. 1989 (2014) marca su deserción del country, con «Shake It Off» como declaración de independencia: Somville detalla las sesiones en Nueva York con Max Martin, donde Swift experimentó con sintetizadores para exorcizar las críticas sexistas. «Blank Space» se revela como sátira autoconsciente, parodiando su imagen de «serial dater» que los tabloides habían forjado. Los autores no eluden los tropiezos, como el fallido dueto con Kanye West en «Famous» (2016), que desató la tormenta de Reputation (2017). Este disco, oscuro y serpenteante, se analiza como un réquiem por su inocencia perdida: «Look What You Made Me Do» es diseccionada frame por frame de su video, con referencias a Hitchcock y al renacimiento phoenix-like de Swift post-escándalo.

Pero el verdadero deleite está en las «joyas ocultas», esas B-sides que los fans adoran. Benoit dedica páginas a «The Archer» de Lover (2019), una balada introspectiva sobre la vulnerabilidad que contrasta con el optimismo del álbum, o «The Last Great American Dynasty» de Folklore (2020), donde Swift teje su historia con la de la socialité Rebekah Harkness, comprando una mansión maldita en Rhode Island.

La pandemia, explican los autores, fue el catalizador para este giro indie-folk: grabado en aislamiento con Aaron Dessner de The National, Folklore y Evermore (2020) representan a Swift como novelista, con canciones como «Cardigan» que exploran triángulos amorosos ficticios. Somville, con su ojo de productor, elogia la producción minimalista, donde un arpa o un piano bastan para evocar epopeyas.

Y hacia el final, el libro aborda las batallas legales de Swift por recuperar sus masters, culminando en las reediciones Taylor’s Versions. Midnights (2022) se presenta como insomnio confesional, con «Lavender Haze» defendiendo su relación con Travis Kelce contra los rumores. Y The Tortured Poets Department (2024), fresco y crudo, cierra el ciclo con venganzas poéticas contra ex- como Matty Healy. Los autores especulan con datos de ventas y streams sobre si Swift ha cerrado su «Eras Tour» creativa, pero concluyen que su legado es la resiliencia: de ridiculizada por su «voz nasal» en los 2000 a billionaria empoderada en 2025.

¿Qué hace de este libro algo más que un compendio? Su curiosidad radica en el equilibrio: no es hagiografía ciega y entregada, sino un retrato matizado que critica el machismo de la industria (el robo de masters por Scooter Braun) y celebra la astucia de Swift como empresaria. Incluye fotos inéditas, letras anotadas y una discografía comentada que invita a reproducir las canciones mientras se lee.

Para los no fans, podría abrumar (porque 248 canciones son muchas), pero para los iniciados, es un easter egg continuo. Blume, con su edición impecable y tapa dura, lo hace accesible, aunque echo en falta un índice temático (amor tóxico, amistad, fama) para navegar mejor. En última instancia, Taylor Swift: La historia detrás de sus 248 canciones no solo explica por qué Swift es la voz de una generación, sino cómo sus tracks son espejos colectivos. En un era de TikToks fugaces, Somville y Benoit nos recuerdan que la verdadera magia está en las capas: detrás de cada hook hay una herida, un triunfo, una lección. Si Taylor es la poeta torturada del pop, este libro es su antología anotada.

Recomendado para quien busque no solo música, sino la anatomía del corazón humano en 248 latidos.

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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