Reportajes de literatura

Troya, ¿ficción o realidad edulcorada?

Uno de los tópicos histórico-mitológicos que mayor interés ha suscitado entre los estudiosos del mundo clásico ha sido “La Guerra de Troya”, pero, ¿existió realmente esa ciudad o es solo una quimera que mantiene en vilo a entusiastas que sueñan con la bravura de Aquiles o con las proezas heroicas de Odiseo

Homero, en el siglo VIII a.C, redactó La Ilíada, uno de los pilares de la literatura occidental. Esta epopeya se escribió milenios después del episodio bélico que Wolfgang Petersen llevó al cine en 2004. Este salto cronológico ha provocado desavenencias entre historiadores y arqueólogos a la hora de determinar que ocurrió en ese territorio costero de Asia Menor (actual Turquía) que, según el doctor en Prehistoria, Rüstem Aslan, fue fundado en el año 3500 a.C[1]. Sabiendo que Troya existió cabe cuestionarse el por qué Homero decidió narrar la historia de amor entre Helena y Alexandròs (Paris) que más tarde desembocaría en la debacle de Troya. La respuesta es simple. Hubo once asentamientos que se emplazaron en la urbe de Tróade y, en palabras del arqueólogo Manfred Korfmann, sus huellas pueden rastrearse hasta finales del siglo XIV, en época del Imperio bizantino. Por tanto, la Troya homérica se situaría en la capa de ocupación VII.

Plano de los estratos arqueológicos.

En este sentido, los estratos arqueológicos que se erigen tras el colapso de un asentamiento, se realizan por diversos pueblos y no tienen por qué guardar relación ni con el anterior ni con el que, en caso de desaparecer por una crisis exógena o endógena, le sucederá.

Sin tener esto en cuenta, el arqueólogo prusiano Heinrich Schliemann[2] en 1870, haciendo uso de su ostentosa fortuna, realizó excavaciones en Tróade para descubrir los secretos de la ciudad de forma descuidada, es decir, consideró que los objetos allí encontrados pertenecían a la Troya que narró Homero sin tener en cuenta que la datación de los materiales era distinta, de diversas poblaciones que se habían asentado en el territorio, así como también ordenó destruir, sin percatarse de ello, las murallas.

Esta falta de profesionalidad perjudicó al estudio de esa región de Anatolia, hasta que, en 1923, un equipo de arqueólogos, bajo la dirección de Carl William Blegen, determinó que en Troya se habían edificado diez ciudades con el paso de los milenios[3].

Para concluir, la explicación más palpable que puede ayudar a comprender el por qué Homero relató la contienda bélica entre aqueos y troyanos se debe a que una guerra siempre obtiene más atención que, por ejemplo, el comercio. De ahí que “La Guerra de Troya” fuera tratada en el siglo V a.C por el filósofo Georgias en El Elogio de Helena o en el siglo III el poeta Quinto de Esmirna escribiera Posthoméricas.


[1] Baños, Jordi Joan. “Nuevos descubrimientos en las ruinas de la mítica Troya”. La Vanguardia. 24/VIII/2019.

[2] Se hace hincapié en que fue Heinrich Schliemann el que descubrió “Troya”, pero esto no es del todo verdad. Él fue el primero en excavar en esa área, pero los primeros que encontraron restos arqueológicos fueron los británicos, Charles Maclaren y Frank Calvert. J.B. “¿Existió realmente Troya?: toda la verdad sobre la ciudad del mito de Homero”. El Español. 10/VII/2016.

[3] Martín González, David. “Pilos: desenterrando a Homero”. La Vanguardia. 02/XII/2019.

4 comentarios

  1. Me ha parecido curioso que fuera el prusiano el primero en meter las manazas en el territorio y me resulta más curioso que fueran sin tener en cuenta ningún método concreto, ¿a qué se debía eso?

    1. Se debe a que en el siglo XIX la arqueología era una disciplina recién nacida y no contaba con los medios básicos. Además, tampoco se sabía muy bien cuantas civilizaciones había o podía haber habido en una zona. De hecho, en el siglo XX se creó un método, la matriz de Harris para evitar que los arqueólogos estropeasen los materiales y para hacerse una idea de donde se podía excavar.

  2. Muy interesante el hecho de que fuera el arqueólogo prusiano Heinrich Schliemann y su equipo el que destrozará parte de las murallas, el icono principal de la leyenda de Troya como ciudad. No tenia constancia de la existencia de tantos asentamientos distintos en el mismo punto central durante la historia, imagino que seria una ubicación estratégicamente esencial para controlar parte del comercio del mar Egeo. Buen reportaje, felicidades.

  3. Como decía en el reportaje, siempre tendrá más eco una contienda bélica que el comercio cuando el comercio es una actividad fundamental para el desarrollo de las civilizaciones.
    Muchas gracias

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