Análisis de Mandragora Whispers of the Witch Tree, otro soulslike de referencia

La moda de los soulslike ha penetrado por todos los demás géneros y estilos. Por eso, juegos tipo metroidvania y de corte souls los hay a montones, cada mes salen varios porque las editoras independientes encuentran así una manera de subirse a esa tendencia que ahora reclamamos los jugadores. Desgraciadamente no todos los juegos dan la talla aunque, bien es cierto, muchos poseen elementos suficientes para ser reseñados y recomendados, como aquí hemos hecho en más de una ocasión.

Y ha llegado el momento de volverlo a hacer pues ha sido lanzado este Mandragora Whispers of the Witch Tree tras su exitoso acceso anticipado que tuvimos ocasión de probar y hace unas semanas os compartimos nuestras primeras impresiones. De hecho, jugar a este Mandragora era una apuesta sobre seguro pues asistimos al evento virtual donde se presentó y allí quedó muy claro todo lo bueno que ofrecía.

Lo dicho, que lo tenéis disponible para PC, PS5, Xbox SerieS/X y el 17 de mayo se lanzará en Nintendo Switch. Así que os animamos a leer nuestras impresiones finales para que confirméis por qué es buena idea lanzarse a por él.

Un nuevo mundo fantástico, medieval y temible

Para empezar, Primal Game Studio se lo ha tomado muy en serio. Se nota el cuidado que se ha puesto en la historia que se desarrolla ante nosotros, presentando un oscuro mundo fantástico y medieval muy rico y complejo y con unas posibilidades tremendamente prometedoras. De hecho, este debería ser el primero de una serie de juegos dentro de este mismo mundo. A los seguidores de este género fantástico les llegarán reminiscencias de las novelas de Abercrombie entre otros autores, lo que sin duda son referencias excelentes para crear este tipo de ambientaciones.

La historia se inicia con una peligrosa misión que nos encargan: atrapar a una poderosa bruja. Somos miembros del cuerpo de Inquisidores y es nuestra obligación acabar con este tipo de engendros que amenazan al reino. Pero ya sabéis lo que suele suceder… los buenos no son tan buenos y los malos, a veces, tienen sus poderosas razones. Sin escarbar ni desvelar mucho de la trama podemos ver esas alusiones al fanatismo religioso, a la manipulación y al abuso del poder.

De verdad que en el plano argumental el juego brilla y, algo muy importante, siempre queda claro qué hacer y a donde ir en todo momento. Los personajes con los que nos cruzamos tienen sus líneas de diálogo, sus misiones que ofrecer y, en no pocas ocasiones, se desplegará un dibujo del personaje en cuestión con algunas animaciones faciales y de una factura excepcional.

Una obra de Arte en 2 dimensiones y media

Este juego, mezcla de metroidvania y soulslike, con toques de plataformas y unos árboles de habilidades kilométricos, se desarrolla en entornos 2.5D dibujados y pintados a mano, en los que se ha cuidado con obsesión cada detalle y elemento para que forme parte de eso que ahora se llama lore y crear este Faelduum, un mundo que está cayendo en picado en el oscuro poder de la Entropía.

Por dichos escenarios nos podremos desplazar en las cuatro direcciones y, en ocasiones, entrar en profundidad en grutas, puertas, etc. La exploración será esencial para ir abriendo el mapa y para ir descubriendo nuevos caminos y secretos. Normalmente no podremos resolver las misiones yendo de manera directa y será preciso buscar algún objeto y requerimiento, lo que nos obligará a escalar, entrar en mazmorras o descender a catacumbas. Todo muy alentador porque, lo hemos dicho, este mundo se caracteriza por ser oscuro y tremendamente peligroso.

Los enemigos no son misericordiosos y cualquiera, si no controlamos los golpes y las distancias, nos puede poner en un apuro. Los combates son en este tipo de juegos uno de sus pilares.

La potencia sin control no sirve de nada

Y por eso tendremos que dominar el combate… y la magia. El típico golpe fuerte, débil y golpe cargado se acompaña con hechizos que debemos ir aprendiendo. Cubrirse con el escudo o esquivar a tiempo (importante los parrys) será también fundamental para sobrevivir a cada enemigo y plantarle cara a los jefes que habitan en cada rincón. Y aunque el juego se hace algo duro al comienzo, pronto le iremos pillando el tempo y la técnica y, tras unas pocas horas, nos terminará enganchando.

Pero hay algo que determina esos combates… y es el tipo de personaje que queramos llevar. Al principio encontramos un editor realmente básico y con pocas opciones de selección. Al menos pocas para los estándares que se trabajan hoy día. Además del aspecto podemos elegir la clase, que será, ahora sí, determinante para nuestro estilo de juego. Un guerrero que basa casi todo en lo físico, un hechicero consumado o un equilibrio de ambos… Y entre esas tres opciones otras muchas variedades.

La evolución de nuestro personaje es mucho más espectacular y completa. La primera vez que subimos de nivel y tenemos que emplear los puntos de experiencia en mejorar nos encontramos un árbol de habilidades increíblemente extenso… pero al pulsar uno de los gatillos descubrimos que no solo hay uno de esos gigantescos árboles, sino muchos más que se desbloquean al alcanzar cierto nivel. Una locura.

Un mundo poblado de enemigos

Así pues, para «cazar a la bruja» tendremos primero que dominar todas habilidades de nuestro personaje, sabiendo que algunos enemigos nos proporcionarán nuevos golpes y ataques (por ejemplo, el golpe con el que destruimos el suelo y, así, alcanzar nuevos lugares). Además de la magia y el crafteo, que de eso hay mucho aunque con poca profundidad. Efectivamente, subir el nivel de armas y armaduras además de elegir aquellas que mejor nos sirven, será el otro punto fundamental para salir airosos en nuestra aventura.

Como buen souls, tendremos los puntos de guardado desde donde subir de nivel y ampliar el árbol de habilidades además de permitirnos usar el viaje rápido. Sobra decir que cada vez que descansemos en ellos se repondrá nuestra magia, energía y vida… pero también se regenerarán los enemigos menores. Para comprar y vender, construir o adquirir objetos, mejorar nuestra magia, etc. debemos ir a una zona libre de peligros donde algunos pnjs afines se establecerán a modo de campamento. El juego nos avisará cada vez que uno de ellos plante una tienda en el lugar, a partir de ese momento podremos visitarlo… y negociar.

En cuanto a los enemigos tenemos de muchos tipos y modos, desde los humanos comunes con espadas o arcos y flechas (muy molestos), hasta hechiceros o caballeros acorazados, pasando por no-muertos, ratas, lobos y engendros de todo tipo. La variedad es admirable y también lo es que cada uno cuente con sus mecánicas y combos que, por supuesto, acabaremos aprendiendo para sobrevivir.

Los enemigos finales o de mitad de fase también son muy imaginativos y encajan con lo siniestro de la ambientación. Son grandes y rápidos, con golpes letales que pueden ser de corta distancia o ataques de rango. Normalmente se pueden vencer usando con habilidad la esquiva y practicando el noble arte de la paciencia, pero algunos serán muy duros y requerirán que volvamos más tarde, con más nivel y mejores armas.

Su historia y su diseño le hacen destacar

Ya lo hemos dicho pero vale la pena insistir: el diseño de arte es maravilloso. Se han preocupado en crear un mundo ideal para este tipo de juegos, con elementos comunes en el género pero que nunca defraudan. A los escenarios, ricos y variados, sumamos unos personajes carismáticos y con personalidad que participan activamente tanto en el desarrollo del juego como en la historia que corre de fondo. Una gran historia de fantasía.

Para cumplir nuestra misión recorremos el extenso mapa con zonas cambiantes, como bosques o pantanos, ciudades o catacumbas, cementerios o palacios… aunque todos ellos mantienen ese nexo común que los identifica como parte de un mismo mundo. Ese nexo común es la decadencia, la oscuridad y la desasosegante atmósfera que siempre impregna al juego. Nos sentimos como héroes en un mundo en decadencia y terminamos entendiendo que, desgraciadamente, formamos parte activa en esa decadencia.

Quizá sea lo que más nos ha gustado de este Mandragora, esa gran construcción de un mundo fantástico a explorar. Insistimos que no tiene nada nuevo, que en el género ya está todo inventado… pero si se hace bien, sigue funcionando.

Otro indie que destaca entre los grandes

Por supuesto, no sería lo mismo ni atraparía tanto si las composiciones musicales y los efectos sonoros no estuvieran a la altura. Así encontramos perfectas melodías que acompañan en la aventura y que nunca se entrometen ni molestan, cosa que sucede no pocas veces en otros juegos.

Podríamos contar mucho más de un juego tan profundo y, posiblemente, el primero de muchos. Lo ideal es que, si sois seguidores del género, le deis una oportunidad. Que sí, tiene sus limitaciones como el pobre aspecto plataformero o su poco profunda posibilidad de crafteo, pero son más las cosas positivas que ofrece.

Definitivamente Mandragora no se siente como un producto nuevo y revolucionario… pero destaca como un juego intensamente trabajado y en el que se han puesto todos los esfuerzos para crear algo que deje huella y que marque un inicio. Ojalá sea así y sigamos conociendo la historia de este perturbador mundo azotado por el caos y la maldad y en el que nosotros somos sus únicos defensores.