Análisis de Blades of Fire, la nueva maravilla de MercurySteam

Gráficos
Sonido
Jugabilidad
Duración
Muy recomendable
Fantasía oscura con tópicos y clichés... pero divertido como él solo y con una interesante mecánica de forja
Aunque ya tenían un par de juegos a sus espaldas, MercurySteam llamó mi atención cuando en 2007 lanzaron un juegazo en PS3 llamado Jericho. Realizado bajo la atenta mirada de Clive Baker (Hellraiser) que había realizado su guión. Con el tiempo llegaron más títulos impresionantes, como las dos partes del Castlevania Lord of Shadows, bajo la tutela nada menos que de Kojima, y sus encargos por parte de Nintendo para relanzar Metroid. Estamos hablando de una desarrolladora de peso que se ha hecho un nombre importante en esto de los videojuegos… y que tiene su sede en Madrid.
Es difícil perderles la pista porque cada uno de sus productos da que hablar y suele tener buenas puntuaciones, así que en cuanto supimos de la llegada de este Blades of Fire comenzamos a frotarnos las manos. Desarrollado por MercurySteam con su propio motor, el Mercury Engine, en colaboración con otro gigante, 505 Games, acaba de llegar a PS5, Xbox SerieS/X y PC y os aseguramos que no defrauda.
Mezcla mecánicas y tópicos ya vistos y sobados en el género combinándolos con otros aspectos innovadores y sorprendentes. Todo un viaje del héroe en una épica aventura de fantasía medieval.

La excelencia de lo sencillo
El argumento es simple a más no poder, pero el juego es consciente de su simpleza y la exprime con intensidad. Sin resumir, que no hace falta… Estamos en un mundo de corte medieval/fantástico que ha sufrido la maldición de una malvada reina hechicera llamada Nerea. Dicha maldición consiste en haber transformado todo el acero del reino en piedra, excepto el de sus tropas y secuaces con lo que ha conquistado fácilmente el poder. Sin embargo, en este mundo existen maestros forjadores que aun son capaces de crear armas de un acero especial capaz de superar al que aun conserva la reina. Nosotros encarnamos a uno de esos forjadores, el misterioso Aran de Lira, que es ahora el encargado de viajar hasta el castillo de la reina y darle muerte para acabar con la maldición.
Eso es todo. Y sobra para disfrutar, ya que huye de giros locos o enrevesadas tramas y se centra en la historia. Eso no quita para que, a lo largo de la aventura, encontremos personajes secundarios y algunas tramas paralelas, pero jamás nos sentiremos abrumados o perdidos por situaciones que se nos escapan o se complican sin necesidad.
De hecho, la sencillez de su argumento se disimula con esos personajes que aparecen acá y allá, todos geniales y aportando su chispa. Nos quedamos con el bebé de la Fortaleza Carmesí, todo amor. Pero ojo que pasa lo mismo con los enemigos, los grandes villanos y personajes malvados con los que nos iremos topando durante nuestro peligroso viaje.

Forjado con el excelente Mercury Engine 6
Gráficamente el juego es imponente, sólido y contundente. Este motor no tiene nada que envidiar al famoso Unreal e incluso presenta algunas ventajas sobre este como es la gran cantidad de escenario «destruible» y elementos interactivos que muchas veces se echan en falta en aquel. Sea como sea, en MercurySteam han conseguido crear un mundo fantástico vistoso, colorido y variado con un diseño inspirado en otros juegos pero con personalidad propia. Un mundo poblado por personajes y seres grandotes, de tamaño considerable.
Esto es marca de la casa. Tanto los protagonistas como los enemigos lucen un tamaño imponente, con la cámara siempre muy cerca y gracias a ello podemos percibir cada detalle de armas, ropajes, armaduras, etc. En las escenas cinemáticas, que hay muchas y muy buenas, también llama la atención esa constante en planos cercanos que nos lanzan a la cara a los protagonistas. Y con esa sensación de estar muy cerca de todo tendremos que acostumbrarnos a jugar, lo que sucede rápido porque esto es muy divertido…

Combate espectacular
Las mecánicas de combate no son las habituales y, cuando te acostumbras, las disfrutas a lo máximo. Cada botón de la zona derecha del pad es una dirección del ataque. Podemos golpear arriba, derecha, izquierda y abajo… sumando esas cuatro direcciones a las partes del cuerpo del enemigo tenemos una efectiva y espectacular localización de daños. Por ejemplo, si atacamos con una espada desde la derecha, le podemos rebanar el brazo o si atacamos arriba, segar la cabeza. Multiplica esto por todas las armas que ofrece el juego (mazas, hachas, puñales, lanzas…) y luego duplícalo porque algunas armas tienen dos maneras de actuar: cortar o pinchar. Pues eso, multiplica todos los factores posibles que dan las armas, sus estilos y la localización de ataque y tienes una auténtica locura de combinaciones. Y así el combate jamás se hace aburrido.
No falta el botón de finta y el botón de bloqueo. Este segundo con la posibilidad de parry incluida, además de que si mantenemos el bloqueo presionado rellenamos la barra de estamina.
Pero hay más, mucho más. Cuando fijas a un enemigo ves como lo recubre un aura de color indicándote como le afecta el arma que llevas. Si el aura es roja, más te vale cambiar de arma porque la que blandes no le hace ni cosquillas… si es naranja el daño que recibe es moderado y, si el aura es de color verde, entonces dale duro porque es vulnerable. Podemos portar cuatro armas distintas a la vez con nosotros e intercambiarlas pulsando dos botones, así que es aconsejable combinar variedad de armas.
Pero, ¿como se consiguen las armas?

La Forja de los dioses, una genialidad
Este es uno de los aspectos más divertidos del juego. Cuando vencemos a los enemigos adquirimos el plano para fabricar el arma que portan, además de conseguir recursos como hierro, madera, etc. Por otro lado, los puntos de guardado y descanso (las famosas «hogueras» de un Dark Souls) aquí son yunkes. En ellos podemos eso, descansar, viajar entre yunkes, reparar armas o desplazarnos a La Forja de los dioses.
Con ese grandilocuente nombre se describe un lugar divino, fuera del espacio y el tiempo, donde podemos forjar aquellas armas de las que tengamos los planos… siempre que dispongamos de los recursos necesarios, claro. La manera de crear la armas es en sí un minijuego. Primero debemos elegir cosas como el tipo de punta, el tamaño, donde está su punto de equilibrio, etc. Todo esto influirá en el diseño y en el resultado final, ya que lo que ganamos en daño lo podemos perder en durabilidad o esfuerzo en cada golpe (que casi no hemos hablado de la estamina, pero también hay que tenerla en cuenta en el combate), incluso puede variar la barra para hacer parry.
Una vez que tengamos el diseño del arma definido pasaremos a la fragua y forjaremos el arma a puro golpe de martillo. Literalmente. Una barra horizontal nos indicará el «dibujo» que debemos conseguir en una serie de barras verticales. Dichas barras verticales aumentan o disminuyen con cada martillazo, así que tendremos que controlar este minijuego para lograr que dichas barras verticales coincidan lo máximo posible con la línea que marca la barra horizontal. Parece complicado explicado así pero os juramos que es sencillo de entender y divertido de dominar. Un minijuego que nos permitirá, cuando lo hagamos bien, aumentar la durabilidad de nuestras armas.
Y cuando la tengamos por fin, incluso le podemos poner nombre.

Adso, nuestro documentalista
Blades of Fire presenta un mundo fantástico lleno de clichés… pero no importa en absoluto dado lo espectacular de su aspecto y lo tremendamente divertido de su jugabilidad. Aun quedan muchas cosas por contar, como lo trabajado de su lore con una documentación adjunta que podemos consultar en todo momento y que se va desbloqueando de manera paulatina. Este mundo se describe con detalle en todos los aspectos, tanto su bestiario como sus personajes como sus regiones. Y para apoyarlo tenemos a nuestro fiel y eterno compañero, Adso, un erudito con ínfulas de mago que nos traducirá lenguajes inscritos aquí o allá y nos intruirá en todo aquello que no sepamos.
Adso permanecerá a nuestro lado siempre, pero no tendremos que preocuparnos por él. A modo de tutorial viviente nos aconseja e instruye y tiene un cierto punto sarcástico que le da el tono de humor justo para desengrasar pero no incomodar. Con un botón podemos mandar a Adso al campamento, momento que él aprovechará para dibujar aquellos seres y lugares que hayamos conocido. Esos dibujos se incorporan a nuestro apéndice… otro detalle genial del juego que transforma algo tan artificial como un bestiario en algo integrado en el juego: es Adso quien escribe y dibuja el apéndice que podemos consultar.

Conclusión
Muchos detalles más convierten esta nueva creación de MercurySteam en un juego a tener en cuenta para ser disfrutado no solo por los aficionados a este tipo de juegos. Sus notas están siendo muy positivas y nosotros subrayamos esa excelencia, pero tememos que pueda convertirse en uno de esos llamados sleeper.
Cuenta con lo necesario para ser un título imprescindible con todo lo que os hemos contado, pero podíamos añadir su excelente banda sonora, su diseño de niveles o su tremendo doblaje (al inglés) con subtítulos, por supuesto, en castellano.
Un juego forjado en España (no podía evitar la frase) por el talento de una de las mejores desarrolladoras que tenemos, capaz de competir de tú a tú con títulos triple A de mayor presupuesto. Si os gusta este género y este tipo de juegos, seguro que lo vais a disfrutar.