Críticas de videojuegos

Análisis de Death Stranding 2: On the Beach, el mejor Kojima

Gráficos
Sonido
Jugabilidad
Duración

Imprescindible

El mejor juego de Kojima junto al Snake Eater. Con momentos inlovidables.

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Death Stranding fue el primer juego de Kojima ya estando desvinculado de Konami. Ese experimento fallido que fue PT, un nuevo Silent Hill con Norman Reedus como protagonista, se transformó en esta nueva franquicia que buscaba romper tópicos del videojuego y apostaba por una experiencia controvertida. No te dejaba indiferente: o lo amabas o lo odiabas.

La historia, compleja y profunda, con innumerables cinemáticas fundidas con el juego, todo muy made in Kojima, nos presentaba un Estados Unidos devastado por lo que se había dado en llamar el Death Stranding. La gente al morir regresaba convertidos en lo que se llamaba EV (Entes Varados) y el contacto con humanos vivos, además de acabar con estos, provocaba explosiones aterradoras. Súmale a esto el Declive, una lluvia persistente que acelera el tiempo allá donde cae… Todo esto (y más) da como resultado que los supervivientes se refugian en búnkeres subterráneos y la civilización tal y como la conocemos ha dejado de existir.

Pero un rayo de esperanza aparece en forma de la Red Quiral y los portadores. Es una red que puede conectar de nuevo a la gente, activar las comunicaciones y facilitar corrientes de comercio para que todo vuelva, con el tiempo, a una relativa normalidad. Los portadores, por su parte, son aquellos que se atreven a salir a la superficie y capear el peligro que suponen los EV, los bandidos y ladrones, el Declive… y muchos peligros más.

Los grandes EV son terroríficos y divertidos de combatir

En este marco se desarrollaba el primer Death Stranding, pero a muchos jugadores, acostumbrados a la acción y la inmediatez, no les terminó de encajar su estilo de juego que apostaba más por la exploración, las largas caminatas para transportar objetos y la colaboración entre jugadores con un curioso sistema de cooperación online.

Perfectamente lícito y comprensible si uno busca adrenalina y diversión directa pero, polémicas aparte, se trataba de un título excelente, innovador y valiente con una factura técnica de infarto y una inmersión e historia poco frecuente.

Casi seis años después ha llegado su secuela y supera en todo a su antecesor. Es más de lo mismo pero multiplicado y plenipotenciado, con un Kojima desatado que da todo su potencial como artista y creador.

Sam Porter vuelve al trabajo

Es altamente aconsejable haber jugado al primer Death Stranding. Aunque es cierto que te ofrece la opción de recrear lo sucedido allí, mediante un resumen pormenorizado, nos vamos a perder guiños y emociones provocadas por la aparición (y desaparición) de personajes a los que hemos cogido cariño tras tantas horas con ellos. Así que empezamos con esa recomendación que no es indispensable pero ayuda.

Sam Porter, nuestro protagonista, se encuentra «retirado» y viviendo plácidamente con Lou, el BB que nos acompañaba durante todo el primer juego. El vínculo entre ambos es de padre/hijo y su vida es ahora tranquila gracias a que conseguimos poner bajo la red quiral a todo el país… aunque el día a día sigue sometido a todo lo que supone vivir en este mundo devastado.

Ese es el portal que nos llevará a otro continente

Un buen día se presenta ante nosotros Fragile y nos propone seguir con nuestro trabajo porque el resto del mundo también necesita conectarse a la red quiral. Será el principio de la aventura, que nos llevará primero a conectar México y luego saltaremos a Australia. Y será mejor no seguir con la historia… os aseguramos que tiene toda la intensidad y emoción de una gran superproducción. Con continuas sorpresas, giros y personajes que, en manos de un Kojima soberbio, convierten este Death Strending 2 en uno de los mejores títulos de los últimos años.

Sin paños calientes. Su historia es abrumadora y genial y está narrada con una habilidad y un arte poco habitual. El Kojima director de cine está aquí presente y nos regala algunos de los mejores momentos que hemos vivido en un videojuego, con escenas que no se olvidan y algunos aportes de esos que pasarán a la Historia del medio.

Fragile nos propondrá una nueva empresa

Jugabilidad mejorada… como todo

En la parte jugable encontramos una continuación del primero, con mismas mecánicas de movimiento, combate, conducción y construcción… pero con añadidos. Por ejemplo, pensando en las trabas que podía suponer el viajar en el primer juego, aquí se ha incorporado un limitado pero efectivo viaje rápido (aunque en realidad hay más de una forma de viajar rápido) además de poder crear y por lo tanto conducir más vehículos.

En el combate aumentan las posibilidades, a veces también por necesidad debido a la incorporación de nuevos enemigos como esos EV que ahora nos pueden ver. Está más presente el elemento «sigilo» y las combinaciones en combate de las diferentes armas y gadchets multiplica las opciones, la estrategia y la diversión.

Seguimos teniendo la posibilidad de construir puentes, escaleras, carreteras, torres, refugios, etc. a los que ahora se incorporan otras que, como no, podemos compartir y/o aprovechar con otros jugadores. En todas estas mecánicas jugables es, lo hemos dicho, muy continuísta. Aprovecha lo bueno que ofrecía el primero y lo mejora. Y esta es la premisa en todo el juego.

Aun yendo en vehículo, cuidado con las zonas infestadas

La potencia gráfica

La otra excelencia de este On the Beach es la parte técnica. Gráficamente es de lo mejor que se ha visto nunca en un mundo abierto, con texturas y elementos fotorealistas que, además, cambian en tiempo real. Alucinante. En esta ocasión hay un problema añadido para nuestro querido protagonista (y para nosotros), ya que la orografía del terreno puede cambiar por un movimiento de tierra o por una crecida de un río tras unas fuertes lluvias. Esto puede llevarnos a tener que cambiar nuestra ruta en plena misión y hace que la sensación del juego sea más realista… y más intensa.

Si los inmensos y variados escenarios tienen ese aspecto alucinantemente real, no os decimos nada de los personajes. La mayoría son actores, actrices y gente conocida que hace su particular cameo (en la imagen de abajo tenéis a George Miller, el director de Mad Max) recreados de manera sensacional… pero atención a los villanos, robots y seres monstruosos que aparecen.

Para terminar de componer este apartado y crear esa sensación de juego perfecto tenemos unas voces dobladas al castellano por actores de doblaje profesionales, con innumerables líneas de diálogo y en ocasiones con múltiples posibilidades de respuesta. Musicalmente tampoco vamos a descubrir nada si afirmamos que estamos acompañados de una banda sonora de lujo con canciones que, en ocasiones, saltan mientras estamos caminando durante una misión, aparece el título de la pieza y el intérprete y la cámara se aleja automáticamente mientras la canción sube de volumen… Lo dicho, en este juego todo es una experiencia.

Encabezando la tripulación, George Miller… bueno, Tarman

Conclusiones

Quedan muchísimas cosas más por contar. Como sus increíbles nuevos personajes, con unos villanos tremendos y unos aliados sorprendentes… o como los grandes EV, algunos jefes opcionales y otros que forman parte de la historia y que, sin ser complicados de vencer, son divertidos de combatir… o como el genial uso del altavoz del mando… o como las misiones, secundarias o principales, más interesantes que las del primer juego y que nos obligan a dominar todos los aspectos que ofrece el juego… o su árbol de crecimiento con el que mejoramos algunas de nuestras habilidades… o como su duración, que es la justa para no cansarnos si hacemos su historia y exploramos un poco, pero que se va a más de cien horas si queremos verlo todo.

Además, y como no podía ser de otra forma, Kojima aprovecha para explorar temas interesantes, problemáticas reales y lo hace a veces de forma velada y otras más directa… pero siempre de manera certera y con una habilidad innata para no dejarnos indiferentes.

Muchas cosas aun por contar, pero sería un crimen no dejaros nada a vosotros de este Death Stranding 2, uno de los mejores juegos de su generación y de esta PS5 y la mejor producción de un genio como Kojima. De esas experiencias que te deja momentos para el recuerdo y de las que vale la pena vivirlas por uno mismo.

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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