Análisis de KinnikuNeko: SUPER MUSCLE CAT, gato petado al rescate

Gráficos
Sonido
Duración
Jugabilidad
Muy recomendable
Genial juego que mezcla plataformas y acción con un sabor retro anime muy logrado y un humor insuperable
Estamos ante un juegazo indie que es como si un gato se fusionara con Muscleman y decidiera salvar el mundo a base de flexeos y maullidos. Está desarrollado por el todoterreno Kamotachi, un dev de Girona que derrocha talento y humor en cada pixel que crea, y publicado por Mameshiba Games.
Esta joya en forma de locura gatuna salió en marzo de 2024 en Steam (donde arrasa con un 97% de valoraciones «Muy positivas» de más de 130 reseñas), y luego invadió consolas como PS4/PS5, Xbox, Switch contando con ediciones físicas chulísimas como la de Tesura Games, que es una verdadera pieza de coleccionista.
Aunque es cortito, nosotros lo hemos disfrutado en PS5 con mucha intensidad porque está hecho con tanto cariño y se le ha imprimido una sana locura que te deja con ganas de más. Es un mimo gatuno para fans del plataformeo absurdo.

Otra invasión, que pesados estos aliens
Por supuesto, la premisa es la primera locura que ofrece el juego: la Tierra está invadida por aliens malotes que han capturado al 99% de la humanidad. ¿Quién va a salvarnos? ¡Un gato normalito que, poniéndose un calzoncillo mágico alienígena, se transforma en KinnikuNeko, el Súper Gato Musculoso! Acompañado por Lemon, una alienígena kawaii y rubia un poco tonta pero adorable, y Keita, un humano miedica que grita asustado cada dos por tres, nuestro héroe maúlla y flexea para derrotar al General Pitaya (una dragona feroz con su tropa de minions) y llegar a la Reina Madre.
La historia es un festival de humor tontaco, amistad, drama exagerado y acción a lo anime retro. No esperes una elaboración profunda de la trama pero sí carcajadas y genialidades que te sacarán la sonrisa constante y despertarán en ti, mientras juegas, un extraño buen rollo. Referencias a Dragon Ball, One Piece y hasta Urusei Yatsura por todos lados, con cutscenes animadas que parecen sacadas de un opening de los ’90. Es puro fanservice, pero sincero y sin ironía, lo que lo hace aún más gracioso.

De adorable gatito a mazas implacable
En cuanto a su jugabilidad, se trata de un plataformas 2D frenético con toques de run’n’gun tipo Metal Slug o Gunstar Heroes, pero con un twist gatuno genial: cambias entre dos formas. En modo gato normal, eres ágil como un rayo: trepas paredes, das saltos enormes, corres por el techo pero… ¡ni un rasguño puedes hacer! Tienes que esquivar balas alienígenas mientras aprovechas el «fuego amigo» para que se maten entre sí (¡ja!). En modo Súper Musculoso, ¡zas!, te pones los calzoncillos, te inflas como un tipo de esos petado de gimnasio y ¡pum! puñetazos voladores, rodillas aéreas, flexeos que lanzan ondas de choque y hasta rompes piedras.
Para potenciarte hay gimnasios ocultos donde machacas pesas en secuencia numérica a modo de minijuegos. El problema: para cambiar de forma tienes que encontrar a Lemon por el nivel. Al principio mola, añade exploración, pero luego puede ser un pelín molesto, como si tuvieras que pedir permiso para ponerte los pantalones y poder repartir estopa.

Variedad, diversión y mucho amor al anime retro
Los niveles son variados y cambian el ritmo para no aburrir: plataformeo clásico, auto-scrollers infernales (¡cuidado con los checkpoints escasos!), minijuegos rítmicos donde machacas botones al son de caritas de gatos cayendo, duelos de pulsos con palabras locas, ¡hasta un shoot’em up! Hay rutas alternativas, coleccionables (estrellas para desbloquear galerías y extras), y un contador de soldados alienígenas eliminados que te hace sentir como un Terminator felino.
Eso sí, la dificultad sube como la espuma y al poco de avanzar encuentras secciones precisas con física algo… extraña, saltos de fe y bosses que te hacen tirar el mando y pensar en abandonar. No es injusto del todo, pero prepárate para frustraciones divertidas. Tiene una rejugabilidad alta ya que invita a repasar niveles para encontrar secretos, más gimnasios y para completarlo al 100%. A todo esto ayuda que los controles sean simples (mover, saltar, puñetazo/maullido), y hay un botón solo para maullar a placer. ¡Puro mimo!

Un ronroneo visual
Gráficamente es igual de adorable que un gatito, con su estilo animado vibrante, inspirado en Toriyama y Shantae, con personajes carnosos y expresivos. KinnikuNeko destaca con animaciones fluidas de músculos temblorosos y poses ridículas (super gracioso). Los fondos son simples pero encajan en el rollo retro-anime. Explosiones y efectos por todos lados, aliens que parecen escapados de un concurso de cosplay, con gafas y tentáculos… ¡todo palpita personalidad!
En cuanto al sonido encontramos una música épica y motivadora, con un opening cantado que es absurdamente pegadizo («¡Nya nya nya nyaaaaaaa!»). Voces completas para aliens (en japonés con subs), reacciones chulas de Lemon y Keita, y una variedad de maullidos que te derriten. ¡Es como ver un cartoon loco mientras juegas! Y todo en conjunto le dan una personalidad tan original y concreta como evocadora. Por supuesto, el juego está subtitulado al castellano para que nos enteremos de todo y no perdamops detalle.

Conclusión
Su humor desternillante te saca sonrisas todo el rato, su variedad mantiene fresco todo el periplo aventurero de nuestro super-gato, con un arte y música que enfatizan cada momento. Además, ese espíritu indie de un solo dev que lo clava en lo absurdo le confiere un encanto inigualable. ¿Contras? El cambio de formas a veces frustra, el plataformeo es duro en ocasiones y los bosses, ay los bosses, que parecen diseñados para hacerte rabiar, te sacarán de quicio en más de una ocasión. Pero oye, ¡la satisfacción al pasarlos es brutal! No es perfecto, pero su encanto lo compensa todo.
En resumen, KinnikuNeko: SUPER MUSCLE CAT es un rato (y un gato) divertidísimo para quien busque algo ligero, loco y lleno de corazón gatuno. Ideal si te molan los retos plataformeros, los animes ochenteros o simplemente quieres reírte de un gato petado salvando la Tierra. Únete al miau-quipo.
