Críticas de videojuegos

Análisis de Kong: Survivor Instinct para PS5, una edición titánica

Gráficos
Sonido
Jugabilidad
Duración

Recomendable

Encaja en el Monsterverso y se siente como, por fin, un buen título de Kong

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Tras el decepcionante Skull Island: Rise of Kong lanzado en 2023, ampliamente criticado por su pobre ejecución técnica y jugable, Kong: Survivor Instinct llegó con la misión de redimir la presencia de King Kong en los videojuegos.

Este título, lanzado el 22 de octubre de 2024, adopta un enfoque diferente al ponernos en la piel de un humano, David, en lugar de controlar directamente a los titanes del Monsterverse. Ambientado poco después de los eventos de Godzilla vs. Kong (2021), el juego combina elementos de acción, plataformas, exploración y supervivencia en un entorno apocalíptico devastado por los titanes.

Y sí, se lanzó hace un año, pero lo rescatamos ahora debido a que Meridiem se ha currado una nueva edición física a la que han llamado Titans Edition, exclusiva de PS5, que contiene: el videojuego (obvio), una funda especial y un Diario de Bestias. Disponible desde el 9 de septiembre aprovechamos, ya lo hemos dicho, para hablaros de este singular juego.

Un superviviente en busca de su hija

Kong: Survivor Instinct se centra en David, padre preocupado que trabaja en una plataforma petrolífera y que se adentra en una ciudad en ruinas para encontrar a su hija desaparecida, Stacy, en medio de la catástrofe que Kong y otros monstruos han provocado. La narrativa se desarrolla en un contexto postapocalíptico, tras los eventos de la peli Godzilla vs. Kong, donde la ciudad se ha convertido en un campo de batalla para estas criaturas colosales.

A medida que David avanza descubre secretos relacionados con una organización llamada Hyena, responsable de experimentos que han desencadenado la furia de Kong y otros titanes, como Abaddon, una criatura insectoide, y Tiamat, un titán dragón serpentino. Además, la trama revela detalles inesperados sobre la vida y el trabajo de Stacy, añadiendo capas de intriga personal al conflicto mayor.

El enfoque narrativo es uno de los puntos fuertes del juego, ya que adopta una perspectiva humana y dramática, similar a la de películas como Godzilla Minus One, mostrando cómo un civil común enfrenta un mundo dominado por fuerzas descomunales. Esta perspectiva terrestre, a diferencia de controlar a los titanes directamente, añade una sensación de vulnerabilidad y tensión, aunque algunos jugadores podrían sentirse decepcionados por la falta de control directo sobre Kong u otros monstruos.

La historia, aunque no revolucionaria, está bien integrada en el universo del Monsterverse, con referencias a Monarch y la tecnología ORCA Sigma, que permite interactuar con los titanes. Sin embargo, la narrativa no alcanza su máximo potencial, ya que los momentos más espectaculares (como las batallas entre titanes) suelen ocurrir en segundo plano, lo que resta impacto emocional a ciertos eventos clave.

Recorriendo una ciudad destruida

El juego se presenta como un metroidvania 2.5 D combinando plataformas, combate, exploración y resolución de puzles. La estructura de su mundo es una ciudad devastada, con entornos interconectados que fomentan la exploración. Los jugadores deben transitar por escombros, edificios derrumbados y zonas peligrosas mientras desbloquean nuevas áreas con herramientas y habilidades adquiridas, como tuberías para abrir caminos o llaves para desbloquear puertas.

La exploración se ve recompensada con recursos vitales, como botiquines y munición, aunque los secretos y recompensas no siempre justifican el esfuerzo de explorar exhaustivamente, salvo para los completistas que buscan el 100% del mapa. De hecho, es algo frustrante buscar una llave durante un buen rato para abrir aquella puerta misteriosa y, tras conseguirla con todo el esfuerzo que ha costado, descubrir que tras dicha puerta solo había un triste botiquín.

Una mecánica destacada es el uso de la tecnología ORCA Sigma, que permite a David invocar a titanes como Kong para despejar obstáculos o provocar caos en el entorno. Por ejemplo, podemos activar minijuegos de señales sonoras para atraer a un titán, que destruye barreras de forma espectacular pero impredecible, lo que añade tensión, ya que estos eventos pueden complicar la situación. Esta mecánica aporta un toque único al juego, integrando a los titanes en la aventura pero sin que el jugador los controle directamente. Sin embargo, su implementación es limitada, y no se explota lo suficiente.

Dispara, golpea y escóndete si llega un titan

El combate en Kong: Survivor Instinct combina enfrentamientos cuerpo a cuerpo con armas de fuego. David puede usar objetos como tuberías o mazas para ataques melee y pistolas para combates a distancia, con un sistema de apuntado libre mediante el analógico derecho que ofrece gran libertad. Sin embargo, la munición es escasa, lo que nos obligará a gestionar recursos cuidadosamente, aunque el juego garantiza puntos de recarga cerca de áreas donde disparar es necesario para avanzar, como algunas puertas o trampillas cerradas con candados «destruibles».

El combate cuerpo a cuerpo requiere aprender los tiempos de bloqueo y esquiva, lo que añade un componente estratégico, especialmente contra enemigos humanos como los miembros de la organización Hyena. Una mecánica interesante es el uso de enemigos como escudos humanos, lo que permite tácticas defensivas en combates concurridos. Sin embargo, hay que apuntar que los combates son repetitivos y carecen de profundidad, con patrones de enemigos predecibles y una IA que a veces resulta absurda, como enemigos disparándose entre sí accidentalmente.

Mecánicas de supervivencia

El juego incluye puzles ambientales, como activar generadores o reparar mecanismos, que son necesarios para progresar. Estos puzles son simples pero funcionales, integrándose bien en el ritmo del juego. Además, hay secciones de sigilo que añaden variedad, obligando a David a evitar enemigos o titanes menores en momentos de alta tensión. Las persecuciones protagonizadas por monstruos gigantes, aunque espectaculares, son lineales y dependen de secuencias scriptadas, lo que puede restar rejugabilidad. Es decir, que superaremos el reto a base de ensayo y error, memorizando qué debemos hacer en cada momento del encuentro para poder sobrevivir.

En general, las mecánicas son sólidas pero no innovadoras. El juego logra un equilibrio decente entre plataformas, combate y exploración, pero la falta de variedad en los combates y la repetición en los puzles hacen que la experiencia pueda sentirse monótona tras unas horas.

Técnicamente aprobado

Visualmente, Kong: Survivor Instinct apuesta por un estilo 2.5D que combina entornos tridimensionales con un desplazamiento lateral. Los gráficos no buscan un realismo fotográfico, sino un enfoque estilizado que captura la atmósfera caótica y apocalíptica del Monsterverse. La ciudad en ruinas está bien diseñada, con detalles como escombros, edificios derrumbados y efectos de iluminación que refuerzan la sensación de devastación. Los titanes, especialmente Tiamat, destacan por sus animaciones fluidas y diseños imponentes, y sobre todo Kong, que estará presente, de una manera u otra, durante todo el juego.

Al final sí logra transmitir la escala de los titanes, con momentos en los que Kong o Tiamat aparecen en segundo plano, creando un contraste impactante con la vulnerabilidad de David. Sin embargo, algunos entornos pueden sentirse repetitivos, y los gráficos, aunque competentes, no alcanzan el nivel de otros metroidvanias. La dirección de arte es sólida, pero se limita a eso: una ciudad en ruinas y sus edificios, interiores y exteriores.

La banda sonora de Kong: Survivor Instinct es funcional, con temas que refuerzan la atmósfera tensa y apocalíptica del juego. Los momentos de mayor intensidad, como las persecuciones o las apariciones de los titanes, están acompañados por música orquestal que evoca las películas del Monsterverse. Los efectos de sonido, especialmente los rugidos de Kong y Tiamat, son impactantes y contribuyen a la sensación de escala. Sin embargo, la banda sonora no destaca por su originalidad, y no destaca salvo aquellos temas de los momentos clave.

El doblaje, presente en las cinemáticas, es correcto, aunque las líneas de diálogo pueden sentirse genéricas en ocasiones. La narrativa se apoya más en la ambientación sonora que en un guion particularmente memorable, lo que es coherente con el enfoque centrado en la acción y la supervivencia. El perfecto inglés de las voces se complementa con los subtítulos al castellano, para que no perdamos nada en esta aventura de supervivencia. Algunos momentos «intensos» también tiene, en los que ayudamos a víctimas del estropicio provocado por los titanes… o cuando encontramos gente escondida. Serán pequeñas escenas en las que la cámara se acerca y que consiguen romper la narrativa lineal del resto del juego. Se agradece el esfuerzo.

Kong en PS5

Ya que estamos con la versión de PS5, comentaremos que aquí Kong: Survivor Instinct ofrece un rendimiento estable, con tiempos de carga rápidos y una tasa de fotogramas consistente, aprovechando el hardware de la consola. Sin embargo, podemos sufrir fallos menores, como problemas de colisión en ciertas plataformas o glitches en la IA enemiga. Estos problemas no rompen la experiencia, pero reflejan una falta de pulido en comparación con otros títulos del género. La optimización es adecuada, pero no sobresaliente, y el juego no parece aprovechar al máximo las capacidades de la PS5, como el feedback háptico del DualSense o el audio 3D.

Concluyendo

Kong: Survivor Instinct es un paso adelante para la franquicia de Kong en los videojuegos, especialmente tras el fiasco de Skull Island: Rise of Kong. Su enfoque en un protagonista humano, la atmósfera apocalíptica y la integración de los titanes mediante la tecnología ORCA Sigma son ideas interesantes que añaden frescura al género metroidvania. Los gráficos estilizados, la narrativa dramática y las mecánicas de exploración y combate cumplen, pero no destacan, y la experiencia se ve lastrada por una falta de variedad en los combates, puzles repetitivos y un uso limitado de los titanes, que son el mayor atractivo del Monsterverse.

Para los fans del Monsterverse el juego ofrece una experiencia inmersiva que captura la escala y el caos de las películas. Es un título recomendable para quienes busquen una aventura sólida con un presupuesto moderado (34,99 € esta edición física), pero aquellos que esperen una experiencia revolucionaria o un protagonismo mayor de Kong podrían sentirse decepcionados. En definitiva, Kong: Survivor Instinct es un esfuerzo valiente que se queda a medio camino de ser la octava maravilla del mundo, pero que demuestra que el Monsterverse aún tiene potencial para brillar en los videojuegos si se pule en futuras entregas.

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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