Críticas de videojuegosVideojuegos

Análisis de Shotgun King: The Final Checkmate, para Nintendo Switch. El poder devastador de una escopeta Real.

Valoración

GRÁFICOS
SONIDO
JUGABILIDAD
DURACIÓN

Divertido y adictivo

Shotgun King mezcla las bases del ajedrez con todo un rogelike, en el cual deberemos abrirnos paso a base de disparos, eliminando a nuestros enemigos y avanzando por los diferentes niveles, con un estilo retro bien ejecutado.

Valoración de los Usuarios Be the first one !

Siempre he disfrutado de alguna que otra partida de ajedrez. Pensar en cada movimiento e intentar no ser pillado por el contrario, hacen de cada partida una batalla de mentes, donde la concentración y la estrategia se dan de la mano para este juego milenario.

Ajedrez y disparos.

Hoy os traemos un título que ya lleva varios años en el mercado, pero que gracias a Meridiem games, podremos disfrutar de sus ediciones físicas para PS5 y Nintendo Switch, pudiendo disponer también de sus ediciones digitales para PS4, PS5, Nintendo Switch, Xbox Series X|S, Xbox One, Linux y Mac OS.

El título en cuestión lleva por nombre Shotgun King: The Final Checkmate, un juego desarrollado por PUNKCAKE Delicieux y Headbang Club que le da una vuelta de tuerca a la disciplina del ajedrez, presentándonos todo un roguelike que nos hará disfrutar de partidas cortas en las cuales deberemos hacer frente a unos 15 niveles diferentes, empuñando una escopeta y dando plomo a las fichas blancas.

Y es que la historia de Shotgun King: The Final Checkmate, nos mete en la piel de un rey negro, al cual le han abandonado todas sus fichas de apoyo al ganar avances las fichas blancas. El hecho es que, sin ánimo de rendirse, el rey negro toma la escopeta real y se lanza en una cruzada, con el fin de acabar con el rey blanco a toda costa.

La venganza del Rey Negro.

Con esta premisa, contada con texto e imágenes, apareceremos en un primer tablero de ajedrez, aprendiendo de una forma bastante sencilla, aunque no conozcamos las reglas del ajedrez, a movernos y ejecutar las diversas acciones disponibles con nuestro rey.

En cada uno de los diferentes niveles, apareceremos pudiendo movernos por turnos por el tablero. Las fichas contrarias harán lo propio en su turno, intentando llegar a nosotros y acorralarnos hasta acabar con nosotros. Pero estas fichas no cuentan con que disponemos de una escopeta, con la cual tendremos un radio de acción en cada turno donde disparar y llevarnos por delante en ocasiones a más de una pieza, con el objetivo de hacer lo propio con cada rey de cada nivel, antes de pasar al siguiente.

La miga de estos niveles viene cada vez que acabamos uno de ellos, ya que se nos ofrecerán unas mejoras para nosotros y otras para el contrario, debiendo elegir sabiamente lo que nos ayuda y que sacrificamos para conseguirlo, consiguiendo de este modo más radio de acción de disparo, revivir cuando nos eliminan una vez o mayor munición de escopeta, entre otras mejoras.

Mejoras para vencer.

Este toma y daca entre mejoras para nosotros, pagando el precio de la parte negativa que mejora al contrario seguirá continua a lo largo de toda nuestra partida, debiendo de este modo elegir sabiamente y sacrificar lo que podamos gestionar, con el fin de intentar llegar al final de las rondas con el máximo poder y la mínima ventaja contraria. De ahí el punto de rogelike del título.

Algunas de estas mejoras que iremos adquiriendo en forma de cartas, se activarán de forma automática, aportándonos las mismas, pero otras las podremos activar o utilizar nosotros a nuestro gusto, como en el caso de granadas de fragmentación, o una varita mágica con la que podremos hacer daño al enemigo, por ejemplo.

Otro aspecto a tener en cuenta en cada partida reside en el hecho de que al comenzar a jugar, la primera ficha que eliminemos, nos quedará de comodín, pudiendo convertirnos en esa pieza cuando gustemos, con el fin de realizar sus movimientos en un momento determinado para escapar o realizar un desplazamiento estratégico.

Pocos modos, pero divertidos.

Lo bueno es que desde que comenzamos a jugar, vamos a coger mucho vicio, pues si nos eliminan deberemos empezar desde el principio de nuevo, lo cual nos va a picar para intentar avanzar cada vez más, hasta conseguir el objetivo de eliminar a un rey gigantesco y quedarnos con el poder supremo del tablero.

Y otro aspecto positivo de este título reside en el hecho de que, pese a no ser muy largo, pues podemos acabar la partida en unos 20 minutos si se nos da bien, querremos echarnos otra partida, pues las combinaciones de mejoras son bastantes, invitándonos a ir descubriendo todo lo que podemos conseguir.

Si nos aburrimos de este modo, podremos probar una partida infinita, en la cual no pararán de salirnos enemigos intentando acabar con nosotros. Aquí todo se basará en ver cuanto aguantamos el tipo. Y aparte, también dispondremos de un modo persecución que podremos desbloquear, en el cual deberemos ir evitando las embestidas rivales.

Gráficos y sonido.

A nivel gráfico, como podréis apreciar en las imágenes que acompañan este análisis, estamos ante un título que toma el pixel art como base, presentándonos unos escenarios muy al estilo de los primeros juegos electrónicos de ajedrez. Esto consigue dar un aspecto muy fresco a las partidas, consiguiendo con la sencillez algo muy grande que sólo el que se eche unas partidas podrá comprobar en carnes propias.

La secuencias introductorias nos presentan imágenes del rey y otros personajes, contándonos la historia con un estilo a máquina arcade que consigue captar nuestra atención en todo momento.

Con una paleta de colores básica y tonos blancos, negros, azules y rojos, se consigue un arte sencillo, el cual, combinado con un apartado técnico bien pulido, nos deja toda una joyita que merece la pena formar parte de nuestra librería.

El apartado sonoro nos ofrece alguna que otra melodía, así como los efectos de disparos y movimiento. Todo acompaña bastante bien, consiguiendo en su conjunto un producto interesante en todo momento.

Conclusión.

Y poco más que contaros. Estamos ante un título que destaca por su sencillez, su facilidad para hacernos pasar unos ratos muy divertidos y ese punto de poder eliminar las fichas contrarias a base de disparos.

Personalmente, he echado en falta más contenido. Hubiese sido todo un puntazo disponer de más niveles, de un poco más de historia y de ir poniendo, por ejemplo más jefes finales antes de llegar al rey blanco gigante. No estaría de más un Shotgun King 2, más cargado de novedades y nuevas mecánicas.

Si os gusta el ajedrez o los rogelikes, tenéis con Shotgun King: The Final Checkmate, un título con el que disfrutar de partidas rápidas para disipar el aburrimiento, desagobiar un día de trabajo o hacer tiempo, sin mayores pretensiones.

¿Queréis haceros con el poder? Cargad la escopeta y lanzaros al tablero…

Luis Martínez Semper

Amante de la lectura, escritor de poesía, novelista en proyecto... Tengo experiencia en reseñas literarias, así como en análisis y artículos sobre videojuegos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba