Críticas de cómics

Crítica: “¿Drácula, Dracul, Vlad?¡Bah…!”.Breccia vampirizado.

General
Guion
Dibujo
Personajes
Historia
Edición

Mucho más de lo que parece

Distintas visiones del mundo que rodea al autor a través del personaje de ficción mas grande de todos.

Valoración de los Usuarios Be the first one !

Breccia importa al medio la sátira como género literario y/o poético haciendo a su vez parodia de uno de sus grandes mitos. Con la fuerza de su narrativa gráfica no se apoya más que en la acción, la imaginación, la metáfora y un personaje de ficción de grandeza incontestable para expresar inquietudes, dolor, indignación, pena pero sin dejar de lado el humor y la esperanza.

Cinco relatos cortos y mudos que los españoles tuvieron en su día el privilegio de conocer antes que nadie a través de Toutain y que se recopilan de nuevo en un álbum muy completo, acompañado de ingente material de preproducción para ahondar en lo más terrible de su realidad contemporánea, para dar pellizquitos al cómic mainstream cuando nadie se refería al comic “mainstream”, para hacer metalenguaje a partir de la desigualdad social, para significar el poder del amor y para rendir homenaje a uno de lo más grandes del género en que se basa.

Drácula se antoja un personaje demasiado impredecible a la hora de contar cualquier cosa. En efecto, al margen de sus versiones más canónicas, desde su creación se le ha utilizado para todo, incluso para el gore más gratuito como para la ridiculez más ofensiva. Se ha parodiado tanto asimismo como ha servido para parodiar cualquier cosa, desde lo doméstico hasta lo político. Eso conlleva que si uno no está atento, en ocasiones puede errar el tiro y adquirir algo no buscado. Aunque en este caso el título zanja cualquier debate al respecto, no es una obra cómica, infantil y superficial. La denuncia social y el análisis del medio tanto en forma y fondo, están presentes en cada página.

Sin duda, imprescindible para cohesionar la intención del autor en su obra, su enfoque tan caricaturesco e irreal a primera vista (anatomías, naturaleza y urbanismo) es el cebo perfecto para subestimarla. No es solo hasta que el planteamiento metafórico y alegórico de la propuesta se adentra en la lectura cuando uno cae en la cuenta que la intención satírica y paródica mencionadas a través del personaje de ficción más grande van mucho más allá, y que en apenas un puñado de páginas por historia nos adentramos en la psique del autor, en sus inquietudes y visiones del medio del cómic y la ficción, en la injusticia, en la indignación y en la melancolía.

Utiliza recursos y estilos gráficos que vimos en Buscavidas, que sólo las grandes viñetas de un formato grande pueden aprovechar. Me refiero a las arquitecturas y entornos espaciales retorcidos, anatomías enormes y desproporcionadas, rostros malsanos y grotescos y esa atmósfera opresiva y negativa que abarca todo. Elementos que hacen radiografía moral de lo más oscuro del ser humano y que si el dibujo tuviera representación exacta en la realidad, tendría esa apariencia. No usa la iluminación y el claroscuro como la citada (era uno de sus recursos narrativos más importantes) porque aquí el color es fundamental. Es precisamente el color lo que permite explayarse a través de una ingente cantidad de conceptos gráficos rompedores y muy potentes, tanto naturales (personas y naturaleza), como artificiales (estructuras y objetos, grotescos e imaginativos hasta decir basta pero a su vez deliciosos).

Drácula no deja de ser un vehículo para, a través de sus fortalezas y debilidades en su aspecto conceptual como creación literaria, escandalizarnos de la tiranía y la injusticia social para a su vez resaltar la ficción, a sus creadores y los vínculos afectivos de los allegados como elementos redentores. Pero sin ver el cartón, sin artificio y sobre todo, sin pretensión. Hay mucha sensibilidad y delicadeza en sus páginas y en el fondo de estas historias como para dejarlo en esa primera apreciación. En efecto, el poso que deja va más allá que el mero disfrute en el arte del autor. Es mucho más de lo que parece.

Comix Internacional 45-49, Toutain Editor. ¿Drácula, Dracul, Vlad? ¡Bah…!, ECC Ediciones. Cartoné (220 x 295 mm.), 120 páginas. A color. Pvp: 20 €.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba