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Crítica: «Chernobylite», los fantasmas de Chernobil

Historia
Jugabilidad
Gráficos
Duración

Recomendable

Buen shooter con gestión de recursos en una ambientación brutal de un Chernobil post-accidente terriblemente real.

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La tragedia que supuso el accidente de Chernobyl fue un suceso tan grave y dramático que jamás se ha borrado de la memoria. Sucedió en 1986 y tal fue su magnitud que a día de hoy siguen produciéndose secuelas y efectos en los supervivientes, y la zona se ha vuelto inhabitable para unos cuantos siglos… más allá de un reclamo turístico y lugar de investigación. El suceso se ha llevado a distintos medios y formatos, ya sea con una visión realista como la reciente y premiada mini-serie de HBO, o con innumerables productos de ficción. Uno de los últimos en llegar es este videojuego, Chernobylite.

Hace un par de años que se puede jugar a través de Steam, como acceso anticipado, algo así como un campo de pruebas para su versión final que llega ahora de la mano de sus desarrolladores The Farm 51, estando accesible para los usuarios de PS4 y PS5, Xbox One y Xbox SerieS/X y, por supuesto, PC.

Este shooter de supervivencia y gestión de recursos, que combina otras distintas mecánicas de juego, tiene en su apartado artístico y su historia sus mayores puntos de interés… y va a conseguir que nos sumerjamos en los alrededores de la central en la actualidad, en una vacía Pripiat, mientras intentamos desentrañar los misterios de su historia. Gracias a la copia que nos han facilitado los amigos de Meridiem, encargados de su lanzamiento en formato físico para PS4, nosotros lo hemos jugado y os contamos nuestras impresiones…

En busca de respuestas… y del amor radiactivo

Encarnamos a Igor, un científico que está consiguiendo grandes e increíbles descubrimientos gracias a un mineral surgido en Chernobil, la chernobylita. Por eso regresamos al lugar del accidente, acompañados de un par de soldados… bueno, por eso y porque queremos saber que sucedió con nuestra amada, Tatyana, que desapareció aquel fatídico 26 de abril de 1986. Porque unas visiones y voces, que parecen proceder de ella, nos están acosando y nos instan a volver, a buscarla.

Una secuencia inicial, que sirve también como tutorial, nos llevará hasta los alrededores de la central y nos pondrá en situación. Omitimos detalles para evitar spoilers, pero tenemos que contaros unas cuantas cosas: no somos los únicos que buscan chernobylita… el misterio sobre la desaparición de Tatyana esconde muchas sorpresas… y elementos sobrenaturales inundan los alrededores de la central.

A veces nos asaltaran visiones, o sonidos, del momento de la tragedia

Combatir, gestionar y sobrevivir

Nos espera una larga temporada en Pripiat, así que alquilaremos un destartalado almacén que nos servirá de base de operaciones y, desde allí, tendremos que sacar adelante nuestra misión… o nuestras misiones. Cada jornada debemos asumir una misión y encargarle otra a nuestros compañeros, así avanzaremos por la trama al mismo tiempo que gestionamos nuestra guarida.

Ha llegado el momento de contaros las mecánicas jugables de Chernonylite. Se trata de un shooter en primera persona, pero manejamos a un científico al que no se le dan muy bien los combates, así que tendremos que realizar misiones sencillas con el fin de conseguir puntos de experiencia y, con ellos, adquirir conocimientos militares que nuestro compañero inseparable, Olivier, nos proporcionará. Entre otras, aprenderemos rudimentos del uso de armas de fuego y del sigilo, por lo que el juego se encara en ocasiones hacia esas mecánicas. Pero no se basa en ellas, ya que no hay una gran variedad de armas ni los combates son demasiado importantes más allá de algún jefe final o salir airoso de un grupo de soldados.

Durante las misiones tendremos que estar muy atentos a lo que por ahí encontramos y recolectarlo todo. Cada vez que acabamos la misión volvemos a la base y, ahí, comienza la gestión de recursos. Tendremos que fabricar un entorno agradable para nuestros amigos («no es el sitio más marrano en el que he estado, pero si está entre los tres primeros», nos dice Olivier), poner generadores de energía, construir bancos de trabajo para mejorar o fabricar armas… y un largo etc. Además, claro, de cocinar y repartir raciones para mantener la vida y la estabilidad mental de todo el equipo, nosotros incluidos.

En la base también recopilaremos las pistas encontradas para ir tejiendo la historia, que es en realidad muy interesante y absorbente… aunque a veces sea un poco confusa. Lo que si aseguramos es que tendremos ganas de saber qué siguiente sorpresa nos espera en cada misión.

Pripiat es ahora una ciudad fantasma… literalmente

Hemos visto que el juego tiene elementos de shooter bélico, de infiltración, de gestión de recursos y supervivencia… y nos falta otro elemento: el terror. No solo encontraremos soldados en las inmediaciones de la destartalada central, sino que unos extraños seres, ecos de los fallecidos, habitan el lugar y no dudarán en atacarnos. Preparaos para más de un susto cuando menos lo esperéis… y para sobresaltaros con el apartado sonoro también, porque a veces la voz de Tatyana te hiela la sangre.

Nos moveremos en un pseudo-sandbox. O sea, es un mapa bastante grande dividido en secciones… pero solo podemos visitar una sección cada vez. Y como estas se repiten en distintas misiones, acabas volviendo a los mismos sitios, lo que hace que termines conociendo el entorno (aunque sufre ligeras modificaciones a lo largo de la historia) y te desenvuelvas por él con familiaridad, pero también llega a cansar en los tramos finales del juego.

El clima es cambiante, y no nos referimos a que llueva o haga viento en ocasiones, sino que se pueden producir tormentas de chernobylita. No hace falta decir que el nivel de radiación es una de las variables que debemos de controlar para no morir… menos mal que también podemos construir cosas fuera del refugio y, una de ellas, es una máquina que mejora el clima. Otros niveles importantes a vigilar son la salud y el estrés. Cada vez que Igor mata a alguien o se enfrenta a un monstruo, el estrés aumenta y nos termina perjudicando (y lo mismo le pasa a nuestros compañeros), así que tendremos que estar atentos para controlarlo.

Gestionando nuestra base y creando un entorno ideal de descanso

Una perfecta recreación de la zona

No solo encontraremos enemigos en Pripiat, que va: la zona está plagada de gente que busca cosas y comercia con ellas. Los típicos aprovechados y comerciantes sin escrúpulos pero también aquellos que han perdido la razón por el drama vivido. Las historias paralelas que encontraremos en el juego son también apasionantes y, sobre todo, dramáticas. No sé si basadas en vidas reales… Lo que si está basado en la realidad es el entorno por el que nos movemos.

The Farm 51 ha hecho un trabajo increíble en el apartado artístico, recreando a escala 1:1 la ciudad de Pripiat en las inmediaciones de la central… y las misma central. Era una de las señas del juego, pero quise comprobarlo por mi mismo y, creedme, uno se queda sobrecogido cuando compara los escenarios recorridos con fotografías reales, actuales, de la zona. No falta detalle. La noria, el monumento a las victimas, la central por dentro…¡incluso árboles exactamente iguales! Solo por ese nivel de realismo en el mapeado ya vale la pena prestarle atención al juego. En algunos momentos, entrando en edificaciones, puedes ver juguetes y muñecas abandonadas. Piensas que es un elemento añadido por los diseñadores para crear el clima de misterio y terror… hasta que encuentras fotografías iguales, de muñecas abandonadas. El aspecto visual es magnífico, al menos la recreación del entorno.

Comparad el nivel de detalle… los árboles de la derecha están ahí en la realidad.

Porque otra cosa es jugarlo… y aquí vienen unas pocas pegas al título. El combate es algo impreciso y duro, vale que no manejamos a un soldado, pero en ciertas ocasiones cuesta localizar a los enemigos o acertarles, sobre todo a los sobrenaturales. Lo mismo pasa con el sigilo, que pierde intensidad desde el momento en el que, agachado entre cualquier matojo, los enemigos pasan junto a ti y no te ven… o caminan al lado del cuerpo de un compañero sin inmutarse. Toda la sensación de realidad que rondaba al juego, se cae.

Tampoco es muy cómoda la gestión de la base, que nos obliga a buscar con mucha dedicación y cuidado cada rincón de los mapas… porque los materiales escasean y los compañeros son un poco quejicas. Nos hubiera gustado poder centrarnos más en su interesante historia sin que se nos exigiese constantemente tanta meticulosa organización.

Con su toque malrollero y de terror

Pero me he guardado otra interesante y original opción que guarda el juego, para acabar con buen sabor de boca. Cada vez que nos matan aparecemos en un lugar extraño (no diré más) desde donde podemos regresar a la mañana justo antes de iniciar la misión donde hemos muerto. Como un día de la marmota. Lo que pasa es que algunos objetos de nuestro inventario cambiarán aleatoriamente… y tendremos la opción de cambiar algún suceso del pasado. Atentos a esto. Podemos cambiar el argumento y la historia del juego variando algún suceso pasado, a nuestra elección. Esto suma interés no solo a la historia, sino que multiplica sus posibilidades.

Creo que os hemos dado motivos suficientes para, como mínimo, sentir curiosidad por este Chernobylite. No sorprende en ninguna de sus mecánicas, algunas de las cuales quedan un poco forzadas, pero va sobrado en cuanto a su historia y su apuesta. Te atrapa como pocos (voces en ruso, subtítulos en español, ayudan a crear el clima ideal) y te permite pasear por entornos reales creados ex profeso para el juego.

Ciencia-ficción, acción, drama, terror y realismo… todo conjugado para crear este sensacional y absorbente Chernobylite.

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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