Críticas de videojuegos

Crítica: «The Bridge Curse: Road to Salvation», estudiantes en apuros

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Recomendable

Terror taiwanes. Con problemas de control y corto, pero intenso y divertido

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La desarrolladora taiwanesa Softstar se ha inspirado en Female ghost bridge, una película de terror local para su nuevo título: The Bridge Curse: Road to Salvation. En él, nos ponen en la piel de un grupo de estudiantes universitarios que se pasan de listos y caen víctimas de esos seres tan terroríficos que pueblan el folklore y las leyendas del país.

Entre el cine de terror oriental que llega con éxito hasta nosotros han ganado terreno las producciones taiwanesas y aquí tenemos uno de esos ejemplos. Y está bien que alguna de el salto al videojuego, con la potencia actual de las videoconsolas, para hacernos experimentar con todavía más intensidad el acoso constante de estos seres.

Tenéis el juego ya disponible para todas las consolas y su distribuidora en nuestro país, eastasiasoft, nos ha hecho llegar una copia de Xbox SerieS para que así os podamos contar todo lo que podamos de este título.

Vamos allá…

Leyendas macabrosas

No está nada mal la historia porque, básicamente, viviremos múltiples pequeñas historias interconectadas que tienen, como nexo común, el maldito y malrollero puente. Todo gira en torno a la Universidad de TungHu y al puente cercano donde, en cierto momento, se produjo este suceso: «Se rumorea que una vez una pareja intentó fugarse y quedaron en encontrarse en el puente paisajístico. Sin embargo, la chica esperó hasta la medianoche y el chico nunca llegó. Así que, por culpa de la ira, se suicidó saltando al lago. Desde entonces, cuando la gente camina por el puente mientras cuenta los escalones, el puente original de 13 escalones se convierte inexplicablemente en un puente de 14 escalones. La aterradora historia de una mujer fantasma que te quita la vida en el puente…»

Una leyenda urbana dice que si, de noche, te vendas los ojos y al sonido de una campana te quitas la venda y avanzas subiendo esas escaleras malditas… podrás ver al fantasma. Bueno, en realidad, hay multitud de leyendas, rumores y supuestas maldiciones en el lugar.

Un grupo de estudiantes, los protagonistas del juego que iremos controlando por turnos, ha decidido aprovechar el tirón comercial de estos supuestos sucesos paranormales y convertir el puente y sus alrededores en lugar turístico… y de paso asustar a los novatos. Van a disfrazarse de fantasmas, esconderse y llevar a cabo el ritual.

Pero la broma y el plan se les va a ir de las manos cuando, de verdad, empiecen a manifestarse entidades fantasmales con intenciones homicidas…

Cuando la posa se pone cruda, los estudiantes caen en crisis

Terror en primera persona y con múltiples protagonistas

El juego se desarrolla en primera persona, con un entorno gráfico resultón y realista gracias al motor Unreal, pero siempre demasiado vacío y aséptico: el campus está desierto, vamos, a excepción de nuestro grupo de jugadores y los seres que por allí salen de noche. Menos mal que solo vamos a necesitar a estos seis chicos y chicas para que la historia central (y las historias particulares de cada uno) avance.

En cada capítulo, protagonizado por uno de los estudiantes, nos enfrentaremos sobre todo a sencillos puzles para ir averiguando el misterio o misterios que nos rodean. También será importante el elemento de exploración, aunque este se ve mermado por los mencionados escenarios que, insistimos, están bien recreados pero están faltos de vida.

Hay tiempo para el humor, que viene muy bien en un juego de esta atmósfera intranquila que te tiene siempre en vilo, porque no será raro ver figuras borrosas que se escapan apenas las vemos o apariciones fugaces de una mano aquí o un rostro allá. Por eso el humor logra romper un poco la tensión… o acentuarla cuando regresa. En este sentido (el humor) encontramos paneles para poder hacernos fotos o coleccionables con chistes (bastante malos) sobre fantasmas y leyendas.

Escapa y no hagas ruido… si puedes

Pero el verdadero terror llega cuando se manifiestan los fantasmas. Por dos razones. Una porque están muy bien recreados y podemos encontrar una buena variedad de ellos… desde la chica de camisón blanco y pelo oscuro y largo sobre su rostro hasta un bebé demoníaco que nos apuñala sin piedad si nos encuentra. No podemos combatir ni enfrentarnos abiertamente a los horrores, así que nos tendremos que dedicar a huir y a escondernos. Y aquí llega el otro motivo del terror: el control. Para empezar, no disponemos de mapa ni de indicadores que nos ayuden a saber donde está el fantasma. Así que muchas veces el juego se convierte en una caza de el gato y el ratón yendo a ciegas.

Solo podemos confiar en nuestra línea de visión y, cuidado que, como advierte el juego, si cruzas su mirada, date por muerto. Por eso agobia un poco quedar en manos del hazar y confiar en que el ser no estará en aquel pasillo al que nos dirigimos o tras esta puerta que vamos a abrir. Porque por muy agachaditos que vayamos sin hacer ruido, un encuentro fortuito lo echará todo a perder.

Nos podemos hacer fotos en estos macabros expositores

Historias dentro de historias

A este juego de título tan largo hay que reconocerle que sabe gestionar la tensión. Las apariciones y las partes más intensas no se suceden sin respiro, sino que, entre una y otra, va construyendo historia, va contándote nuevas leyendas, enriqueciendo el trasfondo y haciéndote imaginar que eso que te acaba de contar puede salir a continuación.

Además, la broma y la farsa tejida por los estudiantes se funde con la pesadilla que ellos mismos van experimentando. Pasan de las risas a los gritos y de tener la situación controlada a perder los nervios totalmente. Y nosotros somos testigos de todo a través de esos capítulos cambiantes.

Tiene una narrativa extraña. Cuando profundizas en uno de los personajes y empiezas a empatizar o a entenderlo/a, te cambia a otro. Esto hace que quieras seguir jugandopara saber que ha pasado con el personaje anterior, para continuar con su historia que, algunas más intersantes e intensas que otras, todas tiene un «algo». Desde la joven con problemas y grave depresión hasta el religioso convencido de que su fe le protege de todo o el escéptico que se rie y bromea.

Conclusiones

Pero The Bridge Curse: Road to Salvation está lejos de ser un juego perfecto. Lo frustrante de su control encabeza la lista de problemas y ensombrece un poco esos momentazos de intensidad considerable que son los momentos en los que aparecen estos seres. Su modestia también se evidencia en los escenarios, siempre los mismos ya que no salimos del campus y el puente, el primero con sus edificios y sus plazas y el segundo con sus laberínticos jardines. Poco más hay en forma de escenario, aunque es suficiente para lo que el juego quiere contarte… porque es un juego corto que no te llevará muchas horas.

Eso sí, os vais a llevar sustos y algún que otro salto vais a dar. Además de utilizar fantasmas de un folklore, un país, que raramente vemos en un videojuego.

Recomendable para los que les gusta este tipo de juegos de terror en los que no se dispara ni se avanza a golpe de gatillo, sino que dependemos solo de nuestra capacidad para escondernos, sabiendonos indefensos antes esos seres de pesadilla. Por el idioma no os preocupéis porque viene subtitulado al castellano y doblado al inglés, para que no se nos escape nada de todas las leyendas y misterios que rodean el puente maldito y que podamos escapar de todo lo que allí se va a desatar.

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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