Críticas de cómics

Crítica Osamu Tezuka 07: Astro Boy vol.1

Resumen de la Crítica

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Imprescindible

El inicio del mito está aquí, en este tomo inicial de las aventuras de Astro Boy. El personaje más icónico del maestro del manga, Osamu Tezuka.

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Noventa años del nacimiento del llamado «Dios del manga». Osamu Tezuka nació el 3 de Noviembre de 1928 en Japón y su dilatada producción inspiró y contribuyo a la popularización de este arte, saltando las altas fronteras de su país y trascendiendo en autores de todo el mundo. Aunque ya hemos visto en anteriores entradas de esta web que sus creaciones han recorrido todo tipo de géneros, el optimismo y la aventura son santo y seña en buena parte de su producción y, si en alguno de sus títulos destacan estos elementos con mucha fuerza es, sin duda, en su creación más mediática y conocida: Astro Boy, un imprescindible.

Planeta Cómic inicia la edición de este emblemático personajes a través de siete tomos en los que vamos a disfrutar de sus aventuras más importantes, comentadas por el mismo autor en simpáticos e impagables prólogos introducidos de forma orgánica en la aventura, pues no se trata de párrafos ni de reflexiones escritas, sino de unas pocas páginas de historieta en las que Tezuka nos cuenta aspectos curiosos de la historia que vamos a leer. Ya solo por eso valdría la pena… pero vamos a ver qué nos encontramos en este primer volumen de Astro Boy.

Como no, arranca con la primera aventura donde asistimos a la creación del simpático y valiente robot, con aquellas míticas viñetas en las que vemos a un humano «pre-Astro Boy» conduciendo su coche a toda velocidad. El accidente consiguiente (moraleja: conducid con precaución!) llevará a su desesperado padre a buscar devolverle la vida a su hijo de manera artificial, recreando físicamente al joven. Así asistiremos al nacimiento de Astro Boy, pero Tezuka aprovecha para ponernos en situación. Nos encontramos en un mundo futuro (o presente para nosotros, pues estos manga fueron realizados en torno a los años ’60) en el que los robots forman parte de la vida cotidiana, habiendo pasado de meros objetos útiles a trabajadores y a un último estado una vez cobran consciencia total de si mismos: ciudadanos de pleno derecho, una nueva raza con la que el hombre debe convivir.

La realidad social que destila Astro Boy nos cuenta como los robots han llegado incluso a puestos de poder, compartiendo con los humanos todo tipo de trabajos a todos los niveles, desde los más básicos a los más complejos o de mayor responsabilidad. No es un mundo ideal ni es el típico escenario de conflicto entre razas, es una mezcla de ambos que Tezuka usaba con sabiduría para dirigirse a los más jóvenes a través de las apasionantes aventuras del niño robot, pero introducía mensajes de respeto e igualdad. Incluso iba más allá y nos dejaba entrever conspiraciones políticas y movimientos estratégicos a los más elevados niveles que aportaban su peso a la historia. En las páginas de Astro Boy se pueden observar tantas capas que resulta engañoso contemplar este manga como un mero producto infantil. Por comentar una de ellas, casi se queda en segundo plano la situación familiar de Astro Boy: Está integrado en una familia, adoptado por unos humanos que le quieren como a un hijo y que aportan una increíble dosis de ternura.

La influencia de los dibujos animados del Disney clásico son harto evidentes. No vamos a repetir la más obvia del aspecto del protagonista, sino que aprovechamos una de las aventuras aquí incluidas… la que lleva a Astro Boy a luchar contra el Regimiento 44, en la Luna, contra la malvada Baronesa Anta María que utiliza a los perros para construir robots y aprovecha sus pieles para hacer abrigos. La referencia a 101 Dálmatas es indudable… y el acierto de Tezuka es ir mucho más allá. Aparecen nuevos villanos, llegan las conspiraciones, el combate cruento que siempre pone al héroe al límite y unos personajes que sin dejar de ser maniqueos, aportan siempre coherencia en las historias.

Nos detenemos un poco, solo un poco, en otra de las aventuras que componen este primer tomo. El mejor robot sobre la faz de la Tierra. La que puede ser la historia más conocida e importante de Astro Boy, la que hizo que despegase su popularidad y se convirtiese en japón en todo un icono. Aunque la serie ya contaba con su versión animada en TV, esta aventura consiguió atraer nuevos lectores al manga y enganchó a miles de nuevos seguidores. El malvado Sultán Chochichochi Ababa (sí, yo también estuve riéndome un rato con el nombre) ha encargado la construcción del robot definitivo, el que denomina el robot más fuerte del Mundo: Plutón. Su objetivo es derrotar y destruir a los siete robots más poderosos (hasta ahora) para hacerse con el control del Mundo. Pero lo hemos dicho antes, los robots ya no son máquinas sin raciocinio ni sentimientos y el plan del Sultán no va a resultar tan sencillo como parece… asistiremos a espectaculares combates, dudas, alianzas, estrategias, traiciones… en las que humanos y robots mezclan sentimientos e intereses, siempre balanceándose la historia entre la sencillez y la maravilla.

Tanta es la importancia de esta historia concreta es tal que uno de los grandes contemporáneos del manga, Naoki Urasawa, le dedicó su propia versión en el recomendable 100% manga Pluto, al que le dedicamos una reseña.

La economía narrativa de Tezuka es legendaria y en este Astro Boy se encuentra de manifiesto de manera paradigmática. Ya no solo en lo literario, donde encontramos un lenguaje que permite el acercamiento de cualquier edad a la serie, siendo sencilla su lectura y divertida su acción, y encerrando distintas capas de información tras su aparente sencillez. Eso mismo ocurre con la parte gráfica, en la que destaca el aroma del dibujo animado clásico que está, a su vez, combinada con unos conceptos futuristas y de ciencia-ficción que han servido de referente. Es por eso que leer Astro Boy resulta una experiencia curiosa al notar durante su lectura la curiosa combinación de lo «antiguo» con lo «moderno». Llama mucho la atención la influencia que usó el maestro Tezuka, combinada con la influencia que este mismo motivaría. Es decir, vemos elementos heredados y otros que serían heredados.

Astro Boy es más que historia del cómic, es influencia por cada página y por cada viñeta, en dos direcciones temporales. Es influencia heredada por el anime, los videojuegos, el cine… y no solo por sus personajes, sino por una forma de dinamizar las páginas inaudita hasta la fecha. Lo vamos a seguir explorando en los siguientes volúmenes, junto al genio inmortal de Tezuka y aquel robot con forma de niño, pero con un poder que traspasa el tiempo.

Astro Boy. 1 Planeta Cómic.

cartoné. 624 pp. B/N. 25 €

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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