Críticas de cine

Crítica de “Sightless”

Crítica

Valoración
Historia
Reparto
Música

Insulsa

Prometía ser un producto ingenioso, pero ha sido vacuo y monótono.

Valoración de los Usuarios 4.18 ( 5 votos)

Sightless es un thriller estadounidense que se estrenó en la plataforma de streaming, Netflix el 20 de enero. La historia narra las desavenencias de una violinista, Ellen (Madelaine Petsch), que se queda ciega tras sufrir un ataque. Ella, en ese tiempo, desarrolla un síndrome paranoide y afirma que está siendo víctima de numerosos ataques psicológicos por parte de sus vecinos. Su confidente será su cuidador, Clayton (Alexander Koch).

La ceguera, al igual que la pérdida de cualquier sentido, potencia el terror de la cinta porque simboliza la indefensión de la protagonista. Generalmente, cuando una persona pierde un sentido, agudiza el resto, pero este no es el caso de Ellen. La premisa no es novedosa pues recurre a estereotipos típicos del género. El desarrollo de la trama se hace insulso y algunas escenas se podrían haber eliminado para dotar de más dinamismo al filme.

Hay varios problemas que se deben tener en cuenta. El primero, la puesta en escena y un director, Cooper Karl, que no ha sabido como afrontar el proceso de dirección. El segundo, un reparto insípido que no ha sabido trasmitir el terror a los espectadores. En este sentido, Petsch no es una mala actriz, pero en este papel no sobresale. Lo mismo ocurre con Koch cuya actuación deja mucho que desear. El resto de personajes que se nos presentan son hieráticos con unas interpretaciones por debajo de la media. En tercer lugar, el hilo conductor de Sightless es una sucesión de hechos que se yuxtaponen sin profundidad, así como con resultados abruptos. La historia, como se puede apreciar, no tiene sentido.

Lo único destacable es el inicio porque está acompañado de una música tensa, pero el resto de las escenas caen en la monotonía. La película no consigue crear un clima de tensión ni de miedo porque es demasiado previsible y, por ende, la intriga se va desdibujando a medida que avanzan los primeros veinte minutos.

La fotografía es simple pues la producción es de bajo presupuesto. Lo mismo ocurre con la banda sonora. La protagonista es, como se ha comentado, una violinista, pero en ningún momento se retrasmite música clásica. Por otro lado, tampoco hay ninguna melodía que enganche bien con los acontecimientos filmados. Así, es difícil que te absorba ese contexto.

En términos generales, se puede afirmar que esta producción no está bien realizada porque no consigue despertar la recepción del público. Se ha desaprovechado una buena oportunidad para realizar una iniciativa similar a Hush de Mike Flanagan de 2016 que, aunque no fuera de sus mejores filmes, generó tensión partiendo de una premisa simple. 

2 comentarios

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