Críticas de cómics

Crítica: «Detective Marciano: Identidad», salvador de dos mundos

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Muy Recomendable

Una buena aventura de este semi-desconocido personaje que destaca por el brutal arte de Riley Rossmo.

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A los lectores habituales de cómics, sobre todo a los seguidores de DC, no hace falta presentarles a este personaje… pero el resto seguro que no conocen a uno de los integrantes habituales de la Liga de la Justicia y que decirle, Detective Marciano, solo les evoca un nombre un tanto ridículo y curioso. Los primeros saben que se trata de uno de los héroes DC más importantes y, paradójicamente, que menos se han prodigado en solitario. Más allá de series limitadas y números especiales, solo hemos podido ver sus aventuras en la serie grupal de la JLA. Es posible que se le conozca fuera del cómic, pues su aparición fue una de las mayores sorpresas de la versión extendida de la JLA de Zack Snyder. Aunque esto solo reafirma lo que decimos: un personaje importante que queda relegado a una versión revisada de la película.

Por eso, es casi un acontecimiento que la editorial le dedique una serie, que nosotros aprovechamos para devorar/leer, conscientes de que se trata de un lanzamiento puntual. Detective Marciano: Identidad es la última en llegar, 12 números que conforman una aventura cerrada y que ECC Ediciones ha recopilado en tomo único.

Steve Orlando es el encargado de escribirla y, la verdad, es una buena noticia. Este joven guionista conoce al dedillo cada personaje DC y por sus manos han pasado la práctica totalidad de ellos, desde Superman a los monstruos que habitan en las sombras de este superheroico universo. Incluso ya escribió una de esas pocas aventuras del personaje, hace unos cinco años, compartiendo protagonismo con el alienígena de los Looney Toones, Marvin.

También es interesante señalar que Steve Orlando es el responsable de esa línea paralela de cómics DC llamada Young Animal y encabezada por la Doom Patrol. Junto a él, para la ocasión que nos ocupa, encontramos el arte de Riley Rossmo. Pareja perfecta para la ocasión. Este ilustrador canadiense combina sus trabajos para DC con su trayectoria en el cómic independiente donde encontramos algunos de sus mayores éxitos. Pero afirmar que es la pareja perfecta para sacar adelante esta obra, no es gratuito.

La escritura, sencilla y profunda a la vez de Orlando, se combina con el dibujo vaporoso y personal de Rossmo. Y consiguen contar una historia de origen de una manera tan original como visualmente impactante.

Durante los doce números asistiremos a un enfrentamiento a muchos niveles que lleva al protagonista a bucear en su pasado y a combatir fantasmas que ya creía enterrados. En su alter ego civil, Detective Marciano es el detective de la policía John Jones y, junto a su compañera, Meade, tienen que investigar un misterioso y sangriento asesinato múltiple junto con una desaparición. Lo que no saben es que este caso les llevará al límite, a ambos… a nuestro héroe porque le toca enfrentarse a otro marciano que ha sobrevivido a lo que pasó en su planeta de origen y busca venganza. A Meade le espera la sorpresa de saber que su compañero de verdad, el John Jons original, murió en realidad y que ahora es un alienígena multiforme quien ocupa su identidad.

Recuperar la confianza de su compañera será solo un escollo más, porque J’onn J’onzz (que es como se llama de verdad) deberá enfrentarse a traumas pasados, a culpabilidades largo tiempo olvidadas y a salir de ese caparazón que se había construido desde su llegada a la Tierra. Y, por supuesto, está la amenaza del terrorífico Charnn. Este cuenta con poderes mentales, como J’onn, y los ha utilizado para manipular y poner de su parte a un grupo de fanáticos.

Y con toda esta premisa los autores se despachan a gusto en un continuo de acción, de juegos mentales y de regresiones al pasado del protagonista. Lo hacen manejando pasado y presente de tal forma que el drama va en aumento de manera progresiva, interesante… y espectacular. El despliegue visual de las ilustraciones llena cada página, donde Rossmo se luce a gusto y disfruta recreando una civilización marciana en pleno apogeo, con arquitecturas imposibles y morfologías marcianas de los más barrocas. Súmale que son capaces de cambiar de forma y de que muchas de las cosas que vemos, trascurren en el plano mental. Demasiado tentador para un artista como Rossmo.

Se deja llevar también cuando recrea nuestro mundo, y abusa de caracterizaciones exageradas e imposibles. Y con ello consigue que la obra, visualmente, esté cohesionada y sea coherente y le otorga, además, un cierto aire de irrealidad. Como un guante para un cómic así.

Rossmo hace suya la serie porque el impacto visual es constante y continuo. No hay página que no llame la atención. Esto va en detrimento de los guiones que adolecen, sepultados ante tanto color y formas volubles. Además, contar una historia de origen también juega en contra de Orlando… pero eso lo supera con creces gracias a su manera de exponer la historia en dos momentos temporales y de jugar con ese ritmo creciente que antes mencionábamos.

Muy por encima de los estándares de calidad en esto del cómic de super-héroes, Detective Marciano: Identidad nos da una oportunidad de lujo para conocer a este personaje y sus orígenes.

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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