Reportajes de literatura

Arquetipos femeninos en la literatura

Los arquetipos literarios son personajes que cumplen una función básica en la historia y que son fáciles de reconocer, como el héroe, el villano o el mentor. Pero esto es solo un “bola de arcilla” que el escritor debe moldear para crear un buen personaje.

Usemos al Mentor para poner un ejemplo: tenemos a Yoda (La guerra de las galaxias), Gandalf (El señor de los anillos), Dumbledore (Harry Potter) o Ser Barristan (Canción de hielo y fuego).  El mentor, normalmente, es un personaje anciano, o de avanzada edad, sabio y poderoso, que ayuda, aconseja y trasmite parte de su conocimiento al héroe. Pero cada uno de estos personajes tienen su propio carácter, personalidad, comportamiento, y esto es los hace buenos o malos personajes.

Dato curioso que, siendo el título “Arquetipos femeninos en la literatura fantástica”, he usado ejemplos masculinos. Esto es por dos simples razones: una, fueron los primeros que se me ocurrieron; dos, no quería hacer spoiler de lo que viene a continuación.

Comencemos con las Matriarcas, las mamás osas de nuestras historias. Mujeres cuyo rol es cuidar del resto de personajes, con una personalidad fuerte y un gran instinto maternal, quienes los quieren proteger de todo, pues conocen el mundo. En ocasiones, han luchado para que este sea un lugar mejor y no quieren que sus seres queridos corran los riesgos que ellas asumieron tiempo atrás. Esa madre que regaña cuando los personajes se portan mal, pero que les hace su comida favorita. A veces, abnegadas amas de casa, pero que acabarían con cualquiera que osase dañar a sus seres queridos. Dos grandes ejemplos de matriarca, en mi opinión, son Molly Weasley (Harry Potter) o Esme Cullen (Crepúsculo).

Arquetipos Matriarcas: Molly Weasley y Esme Cullen
Matriarcas

Nunca pueden faltar las Mary Sue. Jóvenes atractivas, de personalidad poco definida que, a veces, tienen un don o poder sobrenatural (telequinesis, telepatía, fuerza extraordinaria) o talento llamativo (tocar un instrumento, pintar o destreza con algún arma). Suele atraer las miradas de todos, pero que tienen a muchos en su contra y, en la mayoría de los casos, tienen un pasado trágico. Aquí podemos ver reflejada Sookie Stackhouse (True Blood) o Clary Fray (Cazadores de sombras). Un dato curioso sobre las Mary Sue, es que suelen ser un alter ego de su creadora (esto lo explican bien en inteligencianarrativa.com).

Arquetipos Mary Sue: Sookie Stackhouse y Clary Fray
Mary Sue

Parecidas a estas están las Damiselas en apuros. Personajes a quienes se debe rescatar y cuidar de algún peligro o villano. Y que, por suerte, poco a poco van perdiendo el papel de protagonistas que una vez tuvieron. Aquí podríamos incluir a la mayoría de personajes femeninos de los cuentos clásicos, como Blancanieves, Aurora o Cenicienta (Hermanos Grimm).

Arquetipos Damiselas: Blancanieves, Cenicienta y Aurora
Damiselas

Continuamos con dos que puede confundirse o, incluso, combinarse entre sí: la Guerrera y la Heroína.

Tal vez, la mayor diferencia entre ambas es que, mientras que la Heroína siempre será la buena de la historia, la representación del bien, a la Guerrera nos la podemos encontrar en ambos bandos. Un ejemplo: Arya Stark (Canción de hielo y fuego) y Eowyn (El señor de los anillos), del lado de los buenos; Bellatrix Lestrange (Harry Potter) y Harley Quinn (DC cómic), en el opuesto. Todas ellas son fuertes, poderosas y valientes, y ninguna duda en blandir un arma (espada, mazo o varita) para enfrentar a su enemigo y lograr un objetivo, ya sea para ayudar al héroe o al villano.

Arquetipos Guerreras: arriba Arya y Eowyn, abajo Bellatrix y Harley
Guerreras

Pero la Heroína siempre luchará por el bien, aunque para ello deba hacer sacrificios. Este personaje puede parecerse a la guerrera, como Katniss Everdeen (Los juegos del hambre), o la Mary Sue, como Bella Swan (Crepúsculo). También tenemos a las elegidas, personajes que se ven obligadas a convertirse en luchadoras, como Victoria (Memorias de Idhún). Y las que no blanden un arma para derrotar al villano, como Lúthien (El Silmarillion) que, a pesar de no ser ducha en el arte de la guerra, no duda en usar sus dones para enfrentarse a Sauron y Morgoth.

Arquetipos Heroínas: arriba Katniss y Bella, abajo Victoria y Lúthien
Heroínas

Y, por último, tenemos a las Villanas. Son esos personajes oscuros, en ocasiones, antagonistas de la heroína, que no dudan en usar todas las armas y argucias a su alcance para lograr su propósito. Y hay muchos tipos, la que es malvada porque sí, la que tiene un trauma infantil o algún desequilibrio mental, la que ansía por encima de todo el poder, la que odia a la heroína, y un largo etc. Por ello, podemos encontrar cientos de ejemplos en la literatura: Cersei Lannister (Juego de Tronos), Annie Wilkes (Misery), La Bruja Blanca (Las Crónicas de Narnia), Catwoman (DC cómic), Maléfica (La Bella durmiente) o Mística (X-Men)… solo por citar algunas.

Arquetipos Villanas: arriba Cersei, Annie y la Bruja blanca, abajo Catwoman, Maléfica y Mísica
Villanas

El panorama literario, como todo, está cambiando, y con él los personajes a los que estamos acostumbrados. Esto puede preocupar a algunos, pero para el lector, ávido de nuevas historias, puede ser una expectativa emocionante que exista la posibilidad de conocer a nuevos personajes, tan ricos y completos que nos brinden una historia con la que volver a aquellos descubrimientos que hacíamos con nuestras primeras lecturas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba