Reseña: «El noviembre de Kate», de Mónica Gutiérrez

Otoño. ¿Existe algo que supere a refugiarse en un buen libro con café humeante al lado? No, ¿verdad? Pues, creedme, es aún mejor si nos sumergimos en las páginas de El noviembre de Kate.

La novela desprende una sensación reconfortante línea tras línea, gracias a que su autora, Mónica Gutiérrez (conocida por Cuéntame una noctalia y Un hotel en ninguna parte), ha creado un ambiente cálido y agradable que te acoge, te envuelve y te hace sentir bien. Es lo que se denomina como feel good.

El noviembre de Kate (Roca Editorial) cuenta, desde diferentes puntos de vista, cómo una persona que se ha instalado cómodamente en su propia soledad, se pone a prueba, despierta y, cuando lo hace, se da cuenta de que ya ha encontrado ese bálsamo que tanto necesita en su vida.

Conocemos a Kate, una chica que parece caminar por una versión distinta de nuestro mundo. Está triste desde hace tiempo y se ha construido una coraza en la que se siente cómoda, tanto que no es capaz ni de permitir que nadie la toque. Kate se refugia en la rutina diaria, a pesar de que se siente atrapada en un trabajo que no la satisface.

Pero, aunque desmotivada, un día se embarcará en la aventura de ser locutora de radio. Allí comenzará a recuperar la ilusión y, además, conocerá a Don y a sus amigos, y se dará cuenta de que tienen más en común de lo que piensa en un primer momento.

Don, policía informático, arrastra también el dolor que le desencadenó la injusta muerte de un amigo. Esta pérdida lo ha mantenido durante años inmerso en una espiral de la que apenas es consciente. Ahora, sólo le mueve la justicia. Aunque es huérfano de madre, Don tiene la suerte de contar con el calor familiar de su padre, Norman, y su hermano.

Kate se siente a salvo en sus capas de tristeza; sin apenas darse cuenta se ha aislado del resto del mundo y ha llegado a creer que el vacío que sentía a todas horas en su vida se debe a que la melancolía es parte fundamental de la misma.

Pero un día Kate se ve inmersa en una gran tormenta blanca y Don la rescata llevándola a su casa. Allí se sentirá más a gusto que nunca y, no sólo eso, se sentirá menos perdida. Entenderá que todos estamos solos, pero debemos recorrer el camino vital con la certeza de que no vamos a llegar intactos al final, de que habrá cosas inevitables. Aun así, siempre estará en nuestras manos arriesgarnos a querer a quienes nos importan, se vayan o no. Entenderá que «vivir es una aventura si estamos atentos a los detalles» y, por eso, ese peculiar noviembre, la vida de Kate cambiará por completo.

En definitiva, El noviembre de Kate es un refugio en medio de un mundo caótico, una dosis de energía acompañada con personajes entrañables y una sensación de calidez durante toda la obra.

Faltan apenas una semana para que llegue noviembre, ¿qué tal si inauguráis el mes con esta novela?

Hay un momento en nuestra vida en el que el material del que estamos hechos, todo lo que somos, se pone a prueba.

Sinopsis

Kate vive en un edificio antiguo como su propia tristeza y hace tanto tiempo que se ha dejado llevar por la rutina que ya no recuerda el sentido de los pequeños detalles, la aventura escondida en las sorprendentes pistas cotidianas. Un extraño jardín y una emisora de radio colgada del cielo en una buhardilla de madera constituyen su refugio para ese otoño. Y, sin embargo, aunque en la pequeña ciudad de Coleridge todos ignoren las advertencias de un excéntrico meteorólogo, el tiempo está a punto de cambiar el noviembre de Kate de la mano de un hombre bueno con planes de venganza, un sábado de tortitas y la risa de los argonautas.