Reportajes de cine

Festival Buenos Aires Rojo Sangre 2012: Crónica Diaria N° 4

Y los muertos se levantaron de sus tumbas e invadieron el Festival Buenos Aires Rojo Sangre 2012, literalmente. Es que tuvo lugar la tradicional zombie walk porteña que se realiza a unas pocas cuadras del eje del evento, por lo que pudieron advertirse decenas de fanáticos bañados en sangre y maquillados con violentas heridas cortantes a lo largo de su cuerpo, que surcaron los pasillos del cine Monumental Lavalle. Y, como no podía ser de otra manera, pudieron disfrutar de una jugosa variedad de películas.

Sin dudas, lo más relevante llegó una vez más a través de la Competencia Internacional. Quedó confirmado que Di Ingon ‘Nato (Filipinas, 2011) tendrá una fuerte competencia para llevarse el gran premio del Festival. Buenas Noches, dijo la Señorita Pájaro (España, 2012) fue el gran estreno de esta cuarta jornada. Este filme está escrito, fotografiado, montado, producido y dirigido por César del Álamo, que ya había presentado una de las grandes revelaciones del BARS 2010, un interesante ejercicio llamado (2009), con un presupuesto de apenas 6 mil euros. Claro que, lejos de grandes ambiciones, del Álamo demostró que puede hacer una película mucho mejor con menos dinero. Con apenas 3 mil euros de inversión, Señorita Pájaro es un hermoso y muy efectivo homenaje al clásico subgénero del giallo, con referencias explícitas al primer cine de Darío Argento, obviamente  –el título remite directamente El Pájaro de las Plumas de Cristal (1969)–, Alfred Hitchcock y Brian de Palma. El guión presenta personajes muy ricos que se debaten permanentemente entre el misterio y la comedia –sin ir más lejos, la detective interpretada por Maya Reyes parece salida de una película de Almodóvar. Cuesta creer la excepcional calidad de la película a pesar de los escasos recursos con los que contaron los realizadores. Un producto totalmente recomendable de un cineasta para tener muy en cuenta en el futuro cercano.

Crawl (Australia, 2011) es otro excelente thriller, que se vale de un escaso presupuesto con un excelente pulso narrativo para manipular al espectador a través de grandes cuotas de tensión y escasas pero fuertes escenas de violencia. Está muy influenciada por los western posmodernos de los Coen –Blood Simple (1984), Fargo (1996) y No Country for Old Men (2007)– así como por A History of Violence (2005), de Cronenberg. La historia es muy simple: una joven y bella camarera de un pequeño pueblo australiano queda a merced de un misterioso asesino a sueldo, desarrollándose un intenso juego de gato y ratón en el que cada detalle –gesto, mirada, objeto– tiene un rol fundamental en la trama. Los diálogos son mínimos pero fríos y secos, hay un gran trabajo del sonido y de la fotografía, y la inquietante música recuerda al Bernard Herrmann más clásico. Un filme sobrio y contundente.

Hacia el final de la jornada también se pudieron ver Sonríe (Argentina, 2012), un slasher film que tiene como peculiares protagonistas a los dueños de una empresa productora de películas snuff; El Buen Pedro (Perú, 2012), la historia de un asesino serial; El Peso de la Culpa (Argentina, 2011), otro thriller psicológico; y Diablo (Argentina, 2011), una de las grandes ganadoras del Festival de Mar del Plata 2011 que, como ya es tradición en la industria cinematográfica argentina independiente, todavía no ha tenido oportunidad de estreno comercial en las salas locales.

Las sorpresas y el buen cine en el Festival Buenos Aires Rojo Sangre 2012 no cesan. Queda menos para el fin del Festival, aunque la promesa de más emociones no decae.

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