Críticas de cómics

Crítica: «El Club del divorcio», lágrimas bajo el maquillaje.

Resumen de la Crítica

General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición

Muy Recomendable

Profunda y cruda mirada hacia unos personajes reales y sinceros.

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Yuko, la protagonista de esta historia, es la personificación de todas las mujeres que vivían bajo el estigma del divorcio en el Japón de los años ’70. Aunque la sociedad nipona ha avanzado mucho y no es en absoluto extrapolable a la actualidad, una sociedad machista y androcentrista no deja nunca de señalar a estas mujeres como algo anormal. He empezado así, directo al grano, para que entendáis el verdadero motor de la obra y su carácter realista, crudo, descarnado…

A Kazuo Kamimura ya lo conocemos en esta web, pues hace muchos meses reseñamos su fantástica obra Historia de una Geisha. Es, además, el dibujante de la obra Lady Snowblood, que supuso la inspiración de Kill Bill. Buenos credenciales para un autor que utiliza el realismo más descarnado para este Club del Divorcio que ha traído hasta nosotros ECC Ediciones y lo ha hecho en varias ediciones y formatos.

Volvamos a la obra… Yuko es una joven que vive el drama del divorcio en un Japón intolerante. Se ex-marido es un pianista venido a menos que no ha sabido estar a la altura y no le ha dejado más opción que abandonarlo… aunque eso suponga la vergüenza y estigmatización social. Para salir adelante abre un pequeño local llamado El Club del Divorcio donde trabaja ella misma y un par de chicas más, como hostess, además de Ken, el camarero. El término hostess define a estas chicas que se encargan de acompañar a los clientes, dándoles charla y conversación y siendo amables con ellos. No implica contacto íntimo, a no ser que la chica esté de acuerdo, por lo que no es para nada un tema de prostitución… aunque a veces se llegue al sexo.

Asistimos a la lucha diaria de Yuko, con uñas y dientes, para mantener a flote un negocio tal y poder soportar la carga del divorcio que conlleva todo lo mencionado anteriormente: ser una paria social. Sumemos que tiene una hija pequeña y no puede hacerse cargo de ella por lo intenso de su negocio, así que la tiene viviendo con la abuela. Además, el ex-marido sigue rondando, arrepentido y compungido, anhelando una relación que ya nunca volverá.

Kamimura nos retrata con desgarradora realidad la situación vital de Yuko y su entorno. Su realidad en todos los aspectos (familiar, sentimental, laboral, económica…) y anudándolos de manera irrompible con esa relación frustrada que la ha marcado como mujer antes que como persona. Por extensión, el autor aprovecha para salpicar la historia del costumbrismo nocturno de un japón semioculto donde el hombre busca paliar su soledad en estos locales de ocio. No deja pasar la ocasión para meter el dedo en la yaga con otros temas relacionados, siempre manifestando que la mujer es la que sale perdiendo en esta organización social estructurada de forma injusta. Interiorizada por siglos de costumbre tanto por ellas como por ellos.

Kazuo Kamimura es autor completo. Sus diálogos son asépticos y neutrales, fríos. Como si no hiciera falta disfrazarlos con dramatismo literario por ser ya demasiado patética y triste cada situación que se narra. Su descripción de este japón es directo y se aleja de simbolismos ni mensajes disimulados, mostrando a cada cual como es. El tipo que busca sexo y abusa de su posición de cliente adinerado… el bohemio artista que tiene su válvula de escape en estos locales… la mujer despechada que prefiere el suicidio a la humillación… Y siempre plasmándolo con un descarnado y realista estilo que huye de adornos o trucos que suavicen lo que cuenta.

Su dibujo es igual. Frío y sobrio. No se detiene en detalles superfluos aunque estos enriquecieran o embellecieran el aspecto final y prefiere narrar cada escena de manera directa y contundente, buscando en la sencillez la manera más rápida y tajante de contar lo que quiere. Y entre tanto convencionalismo sobrio encontramos deliciosos ángulos o perspectivas, como el dibujo a doble página del inicio donde vemos, desde el techo del local, como es este Club del Divorcio. Nosotros contemplamos el lugar y de un solo vistazo ya lo conocemos… pero hay un personaje que nos está mirando, su rostro girado hacia arriba. Es Yuko, que nos da la bienvenida a su negocio y a su historia. Detalles como este los hay en varias ocasiones y convierten esta obra en algo especial.

Incluso el propio autor se permite dibujarse en este Club, en penoso estado. Un guiño y una declaración al mismo tiempo. Por todo lo dicho no es de extrañar que esta obra triunfase hace unos años en Anguolême, siendo una de las que más éxito ha cosechado fuera de sus fronteras.

Un retrato desgarrador y evocador, lleno de anhelos y pesares pero también de sueños y esperanzas. Un cómic que nos acerca a una realidad incómoda pero verídica a la que duele mirar de frente pero que, una vez interiorizada, se pueden apreciar matices hermosos y alegres. «Realismo» es la palabra que surge tras acompañar a Yuko en su difícil y casi siempre amargo periplo. Porque no nos queda tan lejos esta historia, a poco que rasques… el ser humano es igual de patético y de sublime en todas las culturas.

  • El Club del Divorcio. Vol.1 (Edición Especial) ECC Ediciones.
  • rústica con sobrecubierta. 504 pp. B/N. 25 €

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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