Reportajes de literatura

Entrevista a Víctor Blázquez, autor de El Cuarto Jinete y El Cuarto Jinete Armagedón

Con motivo del lanzamiento de la novela El Cuarto Jinete: Armagedón de Víctor Blázquez, hemos tenido la ocasión de charlar con su autor y concedernos esta distendida entrevista en la que aborda no solo los detalles referentes a la novela, sino tambien el dulce momento que atraviesa la literatura patria de género, sus próximos trabajos o los referentes en los que se ha fijado desde que era niño.
 
 
Pregunta: La novela está plagada de referencias a obras de terror muy conocidas, y otras no tanto, y a autores como Stephen King o Richard Matheson. A su vez, trabajas en el mundo de la televisión y el cine como segundo de dirección. ¿Cuáles fueron en tus comienzos tus primeras referencias, el cine o la literatura?

Respuesta: La primera referencia, la más importante, fue literaria. En La Casa Negra, una novela escrita a cuatro manos entre Stephen King y Peter Straub, había un capítulo en el que el narrador le hablaba directamente al lector. Posteriormente Stephen King ha utilizado ese recurso en otras de sus novelas, aunque siempre en pequeños capítulos. Me resultó estimulante pensar en escribir toda una novela llevando ese estilo por bandera.

P: Ya que has sacado el tema del narrador  ¿Por qué ese narrador y no uno en primera persona, o el omnisciente en tercera al que tan acostumbrados estamos?

R: Porque cuando escribo me gusta retarme, contar historias que atrapen y te mantengan pegado al sillón, sin importarme si su estructura puede ser más o menos clásica, pero también me contarlas de una forma distinta, peculiar, al menos siempre que sea posible. También tengo novelas y relatos escritos con estilos clásicos, primera o tercera persona, pero, como digo, me resultaba estimulante afrontar el reto de escribir la novela de esta manera.

P: Volviendo al tema de las referencias, al comienzo de la narración hay un personaje llamado Neville en clara referencia al Robert Neville del clásico Soy Leyenda de Richard Matheson. Como ésta hay muchísimas referencias directas, y otras más sutiles. ¿Cuál es tu objetivo con dichas referencias como autor?

R: El homenaje. Me gusta, incluyendo referencias en todos sitios, hacerle un guiño a todas las novelas, películas, series o eventos que me han hecho soñar en algún momento de mi vida. O que siguen haciéndolo.

P: ¿Cuales son para ti esos títulos de novelas, series o películas que más te han influenciado a día de hoy y que has reflejado en tus trabajos?

R: Esa sería una lista muy larga y no terminaríamos nunca. Comenzaría con la primera película que hizo despegar mi imaginación, El vuelo de los dragones, una película de dibujos animados que según las historias vi unas doscientas setenta y nueve veces cuando era niño y que aún atesoro como si fueran lingotes de oro. Pero como digo, son muchas las novelas, las películas, las series y las cosas que han estimulado mi mente a lo largo de mis treinta y un años. Y de todas ellas acabo absorbiendo lo que me fascina e incluyéndolo en los engranajes de lo que mi propia imaginación fabrica. La lista de homenajes que hay en El cuarto jinete es muy larga. Y cuando digo MUY es MUY. Muchos son claros, otros no tanto, y los hay que están muy bien disimulados. Pero como sé que quieres títulos, te diré los dos primeros que me vienen a la mente, sin contar el Soy Leyenda que ya has mencionado tú: La huida (Allan Folsom), La cúpula (Stephen King) o cualquiera de sus novelas corales.

P: Comencemos a abordar parte de la trama de la novela. ¿Por qué decidiste poner el nombre de El cuarto Jinete al virus causante de toda la inección de la novela?

R: Curiosamente, hace años escribí una novela en la que un virus hacía enloquecer a parte la población mundial, despertando instintos psicópatas en la gente. No tenía nada que ver con esta novela, pero la titulé El cuarto jinete. O sea que podría decir que me he plagiado el título. El por qué: me gusta la referencia bíblica que implica, el mentar a la muerte sin realmente hacerlo.

P: Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente que decía: "Ven"

Estas son las palabras que aparecen en El Apocalipsis de San Juan en referencia al Cuarto Jinete del Apocalipsis, que por cierto, de los cuatro es el único que tiene nombre, Muerte. Las últimas teorias de aquellos que ven en estos días de crisis y de guerras un reflejo de dicho Apocalipsis anunciado, afirman que El Cuarto Jinete probablemente fuese un virus mortal que asolaría la superficie de la Tierra. ¿Casualidad?

R: (Risas) Y supongo que en los setenta las teorías decían que sería una guerra nuclear. Cada época tiene su apocalipsis dependiendo de los factores. Ahora están de moda los zombis, las investigaciones científicas están a la orden del día y una pandemia es capaz de poner en jaque al mundo (véase, la gripe aviar). La Peste Negra ya amenazó hace unos siglos con mandarnos a todos al otro barrio. ¿Qué será lo siguiente?

P: Todo el argumento de la novela está centrado en Castle Hill. ¿Por qué no en Zaragoza, Barcelona o Madrid, es decir, en suelo patrio?

R: Mítica pregunta esta. La literatura, el cine y las series que he consumido desde que era pequeño, en su gran mayoría, provienen de Estados Unidos. Me hacía sentirme más cómodo ambientarla allí, la verdad.

P: ¿Ha habido algún personaje que te haya dado problemas a la hora de crearlo?

R: Lo cierto es que no. Suelo tomar como base perfiles psicológicos que me atraigan a la hora de crear un personaje, no necesariamente que me gusten, sino que me atraigan por algún motivo, que me hagan pensar que de ahí puedo sacar algo interesante. Es entonces cuando dejo que el personaje madure en mi mente y si al final lo que surge me gusta, sigo adelante. Pero suelen tener su propia vida, eso también te lo digo.

P: Comencemos a hablar de Armagedón, ahora que su lanzamiento está a la vuelta de la esquina. ¿Por qué fuiste a Los Ángeles y no a cualquier otra ciudad como Nueva York, Miami, Boston o Las Vegas?

R: Un tipo como yo, que realiza miles de homenajes a la literatura, a las series y al cine, tenía que irse a Hollywood, ¿no? Pero vamos, la razón principal es que siempre me imaginé Castle Hill cerca de Los Ángeles. Por ninguna razón concreta, pero en mi mente era así.

P: Zombies rápidos, zombies lentos… ¿Por qué los primeros?

R: Me interesaba hacer una novela frenética, que mantuviera al lector pegado a la silla y con los nervios en tensión. Los zombies rápidos ayudan bastante en ese sentido, tienen ese componente adrenalínico que aporta desesperanza a los protagonistas. Es muy difícil huir si la muerte corre más que tú, ¿No crees?

P: Sin duda llevas toda la razón. ¿Qué aportan los zombies a la literatura que no puede ofrecer cualquier otra amenaza clásica, llámense vampiros, extraterrestres o licántropos, por poner un ejemplo?

R: Se podría hacer un gráfico de cosas que cada ser aporta, en las que coinciden y en las que difieren. El zombie habla del Apocalipsis porque por lo general supone una pandemia a nivel global, eso lo diferencia de licantropos y vampiros, pero lo iguala a los extraterrestres.
Por otro lado, aporta ese nivel humano y terrorífico de convertir a nuestros seres queridos en abominables monstruos asesinos.

P: ¿Qué encontraremos en las calles de L.A. que no tuvimos en las de Castle Hill?

R: Más gente… y por tanto más víctimas Y sobre todo, el ambiente de ciudad, que a mi gusto empeora las posibilidades de detener una pandemia de las características de El cuarto jinete.

P: ¿Se mantiene el ritmo frenético de narración, o en esta nueva entrega bajarás la velocidad respecto a la primera?

P: Se mantiene, e incluso se aumenta. Piensa que en el primer libro era necesario una presentación, para que el lector conociera a los personajes. El cuarto jinete: Armagedón me permite empezar con el acelerador pisado hasta el fondo porque los personajes son ya viejos conocidos del lector. Os lo aseguro: esta vez arranco el frenesí desde el principio.

P: ¿Te costó mucho sentarte a escribir esta segunda parte o tenías desde un principio la idea muy clara de lo que querías?

R: Curiosamente, y lo he dicho en más de una ocasión, cuando escribí el primer libro lo hice pensando en hacer algo cerrado, con un final que invitara a pensar que la vida sigue, y que podía seguir mal, pero cerrado. Es la historia de Castle Hill y sanseacabó. Pero al poner aquel punto y final… el cuerpo me pedía más. Quería seguir adelante y ver qué le iba a pasar a los personajes. Les había tomado cariño, u odio, y quería saber qué sería de ellos. Así que empecé con la segunda parte. El camino a seguir me lo marcó la propia historia casi en su mayoría. Hubo apenas un par de puntos prefijados, como si fueran metas volantes.

P: Sé que eres Vicepresidente de una Asociación literaria llamada Esmater. ¿Qué puedes contarnos sobre ella?

P: Esmater es una plataforma hecha por y para amantes del terror, aunque la mano está abierta a lo que se viene a considerar género: la ciencia ficción, la fantasía, el thriller… Intentamos mover proyectos que contengan una porción de nuestro amor por ese género, como el evento que tenemos el 25 de mayo en la Fnac de Castellana o las dos antologías de relatos que han nacido desde la asociación (una de ellas editada por Tyrannosaurus Books y la segunda que se publicará en breve).

P: ¿Cómo ves el género de terror en general dentro de nuestras fronteras?

R: Lo veo muy vivo y con fuerza. Hay nombres con mucha potencia en sus plumas y capaces de elevar el género a lo más alto si contáramos con mayor apoyo editorial y del público. Y cada vez hay mayor aceptación por el producto patrio, creo que estamos aquí para quedarnos, pero… ¿Con nombres como Carlos Sisí, Manel Loureiro, Juande Garduño, Alejandro Castroguer, Manuel Martín, Alfonso Zamora, Miguel Aguerralde, Javier Cosnava, Daniel P. Espinosa, Ignacio Cid, Javier Martos… ¿A alguien le extraña de verdad que el género español esté en boga?

P: Recomiéndanos tres novelas para los lectores que aun no se hayan involucrado en la literatura zombie.

Aunque por lo general una de ellas sería Guerra Mundial Z, de Max Brooks, hoy me ha dado por el producto nacional: Noche de difuntos del 36, de Manuel Martín. Los caminantes, de Carlos Sisí. Y la tercera, a elegir, entre De Madrid al zielo, de Alfonso Zamora, si te gustan las historias cercanas, o El manantial, de Alejandro Castroguer, si prefieres las emociones fuertes (muy fuertes).

P: ¿Ves futuro en este género a largo plazo?

R: Lo he respondido antes: creo que el género tiene ahora mismo nombres muy potentes y que pueden llegar a marcar un antes y un después en la literatura de género española.

P: Y ahora, sabiendo que la aceptación de la primera novela ha sido muy alta, y que la segunda es posible que la supere. ¿Qué nos tiene Víctor Blázquez preparado en el futuro más inmediato?

R: El futuro más inmediato es un thriller con tintes de acción y ciencia ficción que publicará Tyrannosaurus Books, titulado Orilla Intranquila. Después, solo el tiempo lo sabe, depende de un par de cosas que hay en movimiento ahora mismo.

P: ¿Puedes adelantar algo de esta nueva novela?

R: Es tal vez demasiado pronto para adelantar nada sobre Orilla intranquila. Te diré, eso sí, que es la historia de un héroe… pero como sabe aquel que me conoce, no me gustan los personajes blancos o negros, me gustan los matices grises, las aristas, las dudas que hacen reales a la gente…

P: Y por último ¿Qué le dirías a un autor novel que ha comenzado a escribir?

R: Paciencia. Ese es el mejor consejo que puedo darle a cualquiera: En este mundo es necesaria mucha paciencia para releer tu escrito y ser capaz de descubrir lo que funciona y lo que no, para estudiar a quién enviarlo y cómo hacer la propuesta, para esperar a que lo lean y lo decidan, para esperar la respuesta de los lectores…

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