Crítica: «Eternal Warrior. Edición de Lujo 1», presente, pasado y futuro.

Medusa Cómics nos ofrece en formato de lujo las tres primeras miniseries que rescataron un gran personaje del Universo Valiant en su nueva etapa, en tres series publicadas en 2014, 2015 y 2016, que la editorial española recopila en un único e impresionante tomo.

Los cuatro primeros números, bajo el título de La Espada Salvaje, corren a cargo de Greg Pak como guionista y varios autores que comparten lápices, como Trevor Hairsine o Brian Rever. Nos encontramos en los inicios de la civilización, en la lejana Sumeria, donde Gilad Anni-Padda, el Eternal Warrior, se enfrenta a una beligerante tribu que amenaza exterminar salvajemente a los suyos. Su manera de actuar, compasiva y sensata, desquicia a su hija que decide tomar cartas en el asunto y desplegar su imparable poder bélico. Este enfrentamiento les abocará a un trágico destino familiar que condenará a un tercer integrante de la familia. Dando un salto en el tiempo, la acción nos traslada al presente, donde veremos las consecuencias de aquel lejano lance entre padre e hija.

Es una manera sencilla y efectiva de presentarle al lector la peculiaridad del protagonista, su condición de eterno y su trabajo como defensor de la Humanidad… al servicio de ciertos intereses superiores que también iremos conociendo paulatinamente. Se trata de un cómic vertical y dinámico, pero que sabe guardar algunas cartas para mantener la intriga y el interés del lector. En esta primera serie hemos visto dos momentos temporales reconocibles y, en el siguiente, los autores se atreven a dar un salto vertiginoso y arriesgado… nos vamos al año 4001, rompiendo con el realismo histórico y recreando un futuro extremo.

Emperador Eterno también está escrito por Greg Pak y en el dibujo encontramos a Robert Gill. Gilad Anni-Padda ahora presenta un cuerpo castigado por la edad, con claros rasgos de vejez… aunque sus facultades en combate no han mermado en absoluto y su sabiduría y determinación no ha hecho sino crecer. Vive en una civilización reconstruida con los desechos de lo que quedó de la nuestra. Su única motivación es el cuidado de su nieta y el mantener a raya aquellos elementos que causaron la destrucción del antiguo mundo. Pero alguien está recuperando armamento y artefactos de épocas anteriores, por lo tanto el Eternal Warrior debe entrar de nuevo en acción. Se embarcará en un viaje contra reloj para evitar que esos hallazgos vuelvan a destruir lo que más ama.

La última historia lleva por título Días de Acero y cuenta con Peter Milligan en los guiones y con Cary Nord en el dibujo. El Guerrero Eterno se encuentra en algún punto de Europa, en torno al siglo X durante la invasión magiar, y su labor como geomante, que equilibra la lucha entre el bien y el mal en el Mundo, le lleva a tomar un papel inesperado en el conflicto: debe salvar a un niño que está por nacer y se convertirá en el libertador de su pueblo, pero cuando Gilad Anni-Padda acude al rescate, encuentra que se trata de gemelos… y debe decidir a cual de los dos niños se lleva con él y entrena como guerrero. Uno de los gemelos es intrépido y luchador, mientras que el otro es cobarde e inclinado al canto y las artes…

Las tres aventuras abarcan distintos escenarios temporales y geográficos y son excelentes para transmitir la trascendencia del protagonista y lo vital de su misión, colocándole por encima de los humanos y otorgándole una responsabilidad para la cual nadie le ha pedido permiso. Se podía haber explorado más en ese sentido, ahondando en lo cruel que resulta mezclarse con humanos mortales condenados por el paso del tiempo, lo que supone ver envejecer y morir a amigos y amantes… Pero se opta (y quizá no sea mala opción) por un protagonista taciturno y ausente, que mantiene distancia con las gentes y procura no mostrar síntomas de debilidad ni sentimientos. Su sufrimiento y maldición están ahí, no de manera explícita pero suficientemente palpable para quien la quiera apreciar.

La libertad que da a los guionistas el amplio abanico temporal entre las historias, permite que ninguno solape al otro ni caiga en contradicciones argumentales, además de permitirles explorar y explotar lugares y momentos muy diferentes, cada uno con su cultura concreta, con sus gentes y su arquitectura, con su fauna y sus problemas. Tan distintos que son extremos. Tan versátil como atractiva puede ser esta serie a la que solo sus autores ponen los límites.

Quizá sea el dibujo el talón de Aquiles de este Eternal Warrior. Ninguno de los autores que toman los lápices en la serie llega a ser excelente una vez las tintas terminan los bocetos. En las páginas finales podemos apreciar el increíble aspecto de los lápices en algunas de las páginas, cuyo impactante arte queda ensombrecido por un entintado nada favorecedor. Aun así, en lo visual cumple con su cometido y no llega minar totalmente la calidad final de la obra… con la salvedad de Emperador Eterno, donde los personajes dibujados por Robert Gil adolecen de problemas en las proporciones anatómicas, aparte de moverse por escenarios vacíos y tristes. Una tacha que no llega a malograr el producto global, la llegada de este Eternal Warrior al Universo Valiant, un eterno que siempre ha estado con nosotros y del que ahora, gracias a Medusa Cómics, podemos conocer sus aventuras.

• Eternal Warrior. Edición de Lujo 1. Medusa Cómics.
• edición original. Eternal Warrior vol.1, Eternal Warrior vol.2, Eternal Warrior: Days of Steel. Valiant
• cartoné. 356 pp. color. 29,95 €