Críticas de cine

Critica: «Ira de Titanes», otra crisis griega.

Resumen de la Crítica

Valoración

Valoración de los Usuarios 3.4 ( 1 votos)
Llevamos varios meses con la promo de Ira de Titanes y en este tiempo hemos visto numerosas imágenes y carteles promocionales de la pelicula, amén de un expectacular trailer repleto de acción y efectos especiales. Todo hacía presagiar que esta entrega de las aventuras de Perseo iba a ser mejor en todo a su predecesora. Una vez vista la película puedo afirmar que es así, Ira de Titanes supera en todo a Furia de Titanes: sus guiones son más absurdos, su argumento es aún más insustancial, las actuaciones son todavía más patéticas e incluso los efectos especiales son más cutres.
 
Pese a todo, el comienzo es muy alentador pues asistimos a una rencilla entre dioses que parece sentar las bases a una buena historia y disfrutamos de una primera y sensacional batalla entre Perseo y el monstruo Quimera, repleta de tensión y realismo. Desgraciadamente esa chispa de ilusión se apaga de forma inmediata debido a un pobre desarrollo argumental carente por completo de lógica y acompañado por unos actores que en ningún momento se creen sus personajes ni consiguen transmitir nada … a esto contribuyen unos guiones desangelados y absurdos compuestos por frases elaboradas con apenas dos o tres palabras: de esta forma es imposible que un inexpresivo Sam Worthington nos transmita el amor que se supone siente por su hijo (uno de los pilares argumentales) y, además, las escenas de mayor carga dramática caen en un ridículo que a veces resulta irrisorio, literalmente.
 
Otro factor determinante que destruye la película desde dentro es, sin duda, la pobreza en la construcción de los personajes. Agenor, otro semi-dios como Perseo, hijo de Poseidón, interpretado por Tobby Kebbel, parece estar destinado a compartir protagonismo en la historia pero queda finalmente relegado al típico compañero del héroe, graciosete, que ameniza los momentos de tensión con sus "ingeniosos" chistes. Hefesto, el dios griego deforme y artesano, al que se le debería haber sacado gran partido, aquí se presenta como un anciano senil y bipolar pero de gran corazón. Por último tenemos a Andrómeda, Rosamund Pike, una guerrera, general de los ejércitos, cuyo único papel es caer rendida ante los encantos del protagonista. Así podemos seguir con el resto de personajes…

El apartado de efectos especiales es sin duda la parte fuerte de la película. Seres y monstruos mitológicos, terribles, lucen en pantalla con todo el realismo que la industria del cine es capaz de conseguir, pero son tan escasos… Además, este apartado ya llegó a unas cotas superiores en Furia de Titanes, superiores tanto en calidad como en número y variedad. Es, por tanto, algo tacaña y decepcionante en este aspecto (la aparición de los Hecatonquiros y Cronos en la película es lo mejor de la misma pero, lamentablemente, insuficiente y me hace sospechar que algún responsable del film a jugado al God of War 3 en una playstation). .

Tampoco puedo decir nada bueno del 3D en esta película. Ya la anterior fue criticada por no tener "3D reales" y esta cae en el mismo error de querer vendernos algo que no es. En ningún momento se aprovecha esta técnica más allá de alguna piedra que cae, alguna punta de lanza que sobresale o las típicas partículas de fuego o nieve que flotan por la pantalla ( por cierto que este efecto llega a ser realmente molesto por lo que abusan de él. Constantemente estás viendo flotar delante de las gafas esas partículas y llegas a sentir ganas de soplar a ver si se van).

No quiero seguir despotricando más sobre este aborto de película, incluso omito la intervención de Liam Neelson por el respeto y la admiración que le tengo. Quiero concluir asegurando que acudí a ver la película con la única intención de disfrutar del espectáculo pirotécnico que dan los efectos especiales modernos, ni siquiera le pedía una buena historia… solo algo de diversión. Ni eso obtuve. No dejo de pensar en el filón inagotable y desaprovechado que suponen los mitos griegos, con esa riqueza de personajes, dioses y monstruos. Con esas historias clásicas que no haría falta retocar ni transformar y con ese mundo antiguo repleto de magia y misterio. Esperemos que alguien, alguna vez, en algún sitio, sea capaz de realizar una película a la altura de esas antiguas producciones "hollywoodienses" que si bien tampoco respetaban los mitos clásicos, sí tenian la suficiente personalidad y encanto como para permanecer en nuestra memoria. Mientras tanto, le aconsejo al buen aficionado al cine que ni siquiera se acerque a 100 metros de las salas donde se proyecte este film. Pero si, por el contrario, decide acudir a verla, comprobará como la Ira de los Titanes no es nada comparada con la ira del público desengañado.

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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