Críticas de series

Crítica: «Don’t trust the B… in the apartment 23»

Resumen de la Crítica

Valoración

Valoración de los Usuarios 4.7 ( 2 votos)
Corría el 11 de Abril cuando la ABC decidió estrenar “Don’t trust the B… in the apartment 23”, una fecha bastante tardía para la mid-season en la que se estrenan muchas series abocadas al fracaso. Sin embargo, en este caso,  arropada por el lead in que le dejaba Modern Family y con unas buenas audiencias, consiguió la renovación por una segunda temporada. En enero de este año, tras un cambio horario desafortunado y con capítulos inéditos de la temporada anterior emitiéndose salteadamente, lo cual provocaba confusión en la trama horizontal, se confirmaba su cancelación.

La trama gira alrededor de June Colburn, una joven que intenta brillar en el mundo de los negocios en Nueva York, ingenua e idealista, que por los azares del destino acaba compartiendo piso con la excéntrica Chloe (Krysten Ritter), sin duda, la estrella de la función, la antagonista, la que vive de noche y consigue lo que quiere gracias a su encanto. El tercer personaje principal, que extrañamente en este tipo de ficciones no mantiene tensión sexual  con ninguna de las protagonistas, es James Van Der Beek, que se interpreta a sí mismo y parodia en muchos momentos el tema de la estrella juvenil venida a menos (míticos son los cameos de viejas glorias como Kevin Sorvo, Mark-Paul Gosselaar, Frankie Muniz o Dean Cain, más conocidos como Hércules, Zack Morris, Malcolm y Superman).


Chloe y June


En cuestiones de comedia cada persona es un mundo pero el sentimiento mayoritario a si su visionado merece la pena es un sí rotundo. En su primera temporada, las críticas fueron muy positivas, y en su segunda, hubo quien acuso ciertos síntomas de repetición, pero la mayoría de las tramas seguían funcionando, era original y la dinámica entre los personajes estaba algo más trabajada.

La premisa no es la más rompedora (no hay que pensar mucho para dar con series de dos amigos opuestas y sus aventuras, por ejemplo “Dos chicas sin blanca”), siendo quizá lo más destacable la personalidad de Chloe, que da la distinción a tramas ya vistas en otras comedias. Esta faceta, a pesar de que a veces divierta, también irrita en ocasiones, potenciando compasión por June, y haciéndola más entrañable y menos insulsa.

Un logro que se le puede otorgar a la serie es hacer ver de otra manera a actores ya conocidos para los seriéfilos. Quien haya visto la serie le costará imaginarse a Krysten Ritter en la piel de alguien cándido e inocente y probablemente habrá desdibujado su papel de Jane en “Breaking Bad”. James Van Der Beek ha vuelto a la popularidad reivindicándose en otro campo diferente del que se dio a conocer con su “Dawson crece”, la comedia. Y el caso más brutal, es el de Dreama Weaver, que consigue en apenas un par de capítulos, hacernos olvidar a su odioso papel de Becca en “The Good Wife” (yo no la conocía de “Gossip Girl”) para interpretar a alguien totalmente opuesto y mucho más adorable.

Personajes secundarios

A pesar de sus numerosas virtudes, la serie también cuenta con sus defectos: alguna trama mediocre, el caótico orden de emisión, pero sobre todo unos personajes secundarios que dan poco juego y que incluso llegan a molestar, (sí, Luther). No hay el típico secundario que destaque, Eli es quizá el más importante en la trama pero que nunca llega a más en su interés romántico por June, por lo menos en los capítulos que hemos tenido la posibilidad de ver. Los dos vecinos tenían su aquél, sobre todo Robin (quien pone título a la serie), pero nunca recibieron ni una trama para ellos.

A pesar de que al finalizar los episodios de su primera temporada se comento la posibilidad de que pasará a TBS (como la recién renovada para una quinta temporada “Cougar town”), la realidad es que cuando realmente se ha producido su cancelación no se ha vuelto a saber del tema. Además, tanto James Van Der Beek (“Friends with better lives”, CBS) como Krysten Ritter (“Assistance”, NBC) andan preparando pilotos de cara a la temporada 2013-2014 de la televisión americana, ambos en comedias.

En cualquier caso, aun tenemos algo para contentarnos, ya que la ABC se ha comprometido a emitir los ocho capítulos que faltan de la segunda temporada durante el verano (época de menos consumo televisivo en abierto).

Su cancelación es una pena, ya que a pesar de sus pocos protagonistas, el comportamiento de Chloe y las disparatadas situaciones que se producían hacían prever que tenía cuerda para rato. ¿Quién sabe si un inesperado éxito en verano hace cambiar de decisión a la cadena del abecedario u otro canal dentro de un tiempo se decide a retomar la serie? Después de "Arrested Development", casi cualquier cosa puede pasar. Pero, lo más probable, es que nos hayamos quedado sin Chloe para siempre.

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