Críticas de cine

Crítica: ‘Warrior’. Un mar de emociones como pocos

Resumen de la Crítica

Valoración

Valoración de los Usuarios Be the first one !

A lo largo de la historia del cine hemos sido testigos de dramas deportivos ambientados en lo que es el mundo pugilistico. Las más exitosas van desde 'Rocky', 'Million Dollar Baby', la nominada a Mejor Película hace un año, The Fighter; o más recientemente la visión futurista de 'Real Steel'. Un punto en común de todas estas cintas: el nivel de drama que manejan (la mayor de las ocasiones, un drama familiar).

'Warrior' no está precisamente dentro de lo que es el mundo del boxeo, sino de las Artes Marciales Mixtas. Esas en las que hay desde golpes y patadas hasta diversas llaves y una que otra lesión de cierta gravedad. Esas Artes Marciales Mixtas son la base de este drama de dos hermanos separados por la vida, pero unidos nuevamente por el deporte y la ambición de triunfo.

Esta es la historia de Tommy (Tom Hardy) y Brendan Conlon (Joel Edgerton); el primero un ex-marine recién llegado de Iráq con un pasado que pretende ocultar y el segundo un profesor de física con una familia a punto de perder su hogar a manos del banco. Ambos compartierón una niñez muy difiícil gracias a un padre alcohólico (Nick Nolte) hasta que Tommy huyó de su hogar junto con su madre, dejando a Brendan con el papá. Esa fue la última vez que se vierón hasta el día en que coinciden en 'SPARTA', un torneo de Artes Marciales Mixtas en donde competirán los mejores 16 Pesos Medianos con tal de obtener el Campeonato Mundial y la bolsa de 5 millones de dólares que hay como recompensa. No cuesta trabajo suponer quienes serán los dos combatientes que lleguen a la final de esta contienda.

Sí, suena como a la versión 2011 de 'The Fighter' mezclado con un poco de esto y otro poco de aquello, pero la verdad es que 'Warrior', a pesar de contar con todos los clichés ya vistos en el género deportivo, se rigé por sus propias reglas. Ya sabemos cómo es que terminará el conflicto, pero lo interésante es el viaje y las emociones que nos provoca. Es aquí donde entra el director, Gavin O'Connor quien nos introduce rapidamente en el conflicto que hay entre los 3 personajes principales (los 2 hermanos y el padre). Pone en la mesa su carácter, sus motivaciones y sus convicciones, mientras nos hace entender qué es lo que mueve a cada uno: Tommy es impulsado por una furia casi animal, pero con ansias de recuperar su honor y cumplir una promesa a un cámarada caído en la guerra; a Brendan lo mueve el amor por su familia, aún cuando su mujer (Jennifer Morrison) está en total desacuerdo por temor a que le pueda suceder algo a su marido; y finalmente está Paddy Conlón (el padre), quien lo único que desea es reconciliarse con ambos y conseguir su perdón.

Gracias a unas interpretaciones espléndidas, todos los personajes logran su función dentro de la trama. Tom Hardy lucé como un actor bastante completo y aunque al inicio no se sienta mucha empatía con su personaje, conforme va avanzando la historia vamos descubriendo sus motivaciones y nos damos cuenta que dentro de ese semblante malhumorado y ese rudo aspecto, existe una persona tan frágil como cualquiera, pero que busca la redención a través de la violencia; del otro lado está Joel Edgerton, quien ya había aparecido en otras grandes producciones pero con papeles muy secundarios (King Arthur, 2004) y este año pareciera que ha sido su redescubrimiento (también participó en la précuela de The Thing), logra interpretar su papel de manera convincente al reflejar preocupación y miedo a el llegar a fracasar y perderlo todo; Jennifer Morrison (la doctora Cameron en House M.D) nos muestra también sus grandes dotes histriónicos y con su personaje logra transmitirnos todas sus emociones de una manera bastante peculiar, ya que nos conecta de muy buena forma la angustia que siente por la salud de su marido, al igual que su emoción y alegría cuando éste gana su primer enfrentamiento; y finalmente tenemos a el gran Nick Nolte, quien pareciera reavivar su carrera y nos obsequia una de sus mejores interpretaciones en mucho tiempo, y es que, Nolte matizá a su personaje de una forma que te hace sentir lástima y es, hasta cierto grado, conmovedora. Bien se ganó esa nominación como Mejor Actor de Reparto en los Premios SAG y no nos sorprendería mucho si la lográ en los próximos Academy Awards.

Si hay algo que criticarle a este filme, bien podría ser la poca claridad con la que nos intentan relatar el pasado de los hermanos, por que nos dejan con ganas de saber más sobre cómo era su vida antes de separarse y no nos dan una idea exacta de qué fue lo que sucedió para dar lugar al rompimiento familiar. Y también hay otro punto un tanto críticable: su desenlacé. Y no es que esté mal elaborado o que no contenga la emoción suficiente, al contrario, es aquí dónde toda una montaña de sentimientos se viene encima y van desde los gritos del público y la alegría de la esposa hasta el momento en el que los hermanos logran la inminente reconciliación; pero lo que pasa es que le falto algo de fuerza al concretar el final y nos dejan con una última escena muy abierta, como queriendo dejarnos a nosotros la conclusión y eso no siempre funciona (como en Inception).

Al final, 'Warrior' es una de las gratas sorpresas cinematográficas que nos trajo este 2011 tan lleno de propuestas. No es muy probable que se convierta en la 'Rocky' del Siglo XXI, pero si gustan mucho de este género que es el drama deportivo, es infaltable, y aún para quienes sólo buscan pasar un rato y emocionarse con una buena película.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba