Crítica: «Mundos sin Liga de la Justicia: Wonder Woman», ¿a dónde ha ido Diana?

Las recientes Crisis Oscuras en Tierras Infinitas provocaron el final de la Liga de la Justicia e, incluso más: la muerte de todos sus miembros. Pero en esto de los cómics de superhéroes las muertes no suelen ser definitivas y, en el caso de los héroes más populares de la casa, menos aun.

Lo que en realidad había sucedido es que Paria, el villano de turno, los había recolocado en unos mundos creados en exclusiva para cada uno de ellos. Con la memoria borrada y viviendo unas nuevas y falsas vidas. En los números especiales, que ECC Ediciones recopila en cinco «tomitos», se nos cuenta donde ha ido cada uno de estos héroes. Desde Batman a Detective Marciano o Flecha Verde. Se trata de una miniserie de 5 números que tiene en su cabecera el título de Crisis Oscura: Mundos sin Liga de la Justicia. El tercer tomo es el dedicado a la princesa amazona.

Y tal y como ocurre en el resto de números, se nos explica de manera apresurada y rápida a donde fue este personaje en ese impasse desde que son aniquilados por Paria hasta ser rescatados por sus compañeros. Además de servir como puente entre sus series, antes de el futuro evento que rescatará a estos héroes: el Amanecer de DC.

Dan Watters y Steve Lieber nos llevan a un mundo en el que las amazonas se arman tal y como lo hacen el resto de naciones, para no quedarse atrás y para poder defenderse del afán destructivo del ser humano. Incluso tienen un plan B para abandonar el planeta si todo se tuerce. Y da igual que Etta Candy, la amiga de Wonder Woman, sea un personaje de peso en el mundo exterior más allá de Isla Paraíso. El mundo de los hombres es traicionero y las amazonas deben cuidarse de ellos… aunque tengan que mantener sus planes en secreto y ni siquiera Wonder Woman los conozca.

Poco más se puede contar de este corto episodio. Dibujado correctamente, sin alardes ni excelencias, limitándose a cumplir de manera pulcra e impesonal, Steve Lieber no hace ni de lejos un trabajo memorable. Lo mismo se puede decir de los escritores. Aunque nos encontremos con grandes nombres como Tini Howard o Dan Watters, la historia que se narra no avanza demasiado, sobre todo por culpa de la excasa extensión de la obra. O no tenían mucho más que contar sobre este paréntesis en la vida de la protagonista o fue una decisión de la editorial. Lo cierto es que nos dejan con más preguntas que respuestas.

Preguntas, además, que van a quedar en nada sabiendo que esto es, simplemente, un mundo de «sustitución» que ya ha sido extinguido.

El tomo lo completan unas historias cortas, cortísimas, de aire navideño y que tienen como protagonistas a otros miembros de la Liga y sus vivencias en estos mundos «de pega». La de Jonn Jonnz es como poco curiosa, mezclando detectives, superhéroes, Navidad y Cthulhu. Casi nada.

Una lectura orientada a completistas que no quieran dejar ningún cabo sin atar de la reciente Crisis Oscura. Al resto, solo le servirá como curiosidad para ver a Diana, nuestra Wonder Woman, en una situación exclusiva y extraña. Poco más. Su precio y sus pocas páginas pueden suponer también un inconveniente para el lector casual.

Sin embargo, los lectores hambrientos de este tipo de historias que cabalgan a medias entre la excentricidad y el canon pueden salir satisfechos de su lectura. Si os preguntáis qué ha sido de Wonder Woman estos meses que no se la ha visto en los cómics DC… pues resulta que estaba aquí atrapada.

Pronto tendremos de vuelta a la Wonder Woman de siempre. Os lo contaremos.