Críticas de videojuegos

Crítica: «Outriders», guerra por el planeta Enoch

Historia
Jugabilidad
Gráficos

Muy Recomendable

Shooter futurista que recicla y depura lo que ya ofrecían otros. Con una gran historia de fondo y buena jugabilidad.

Valoración de los Usuarios Be the first one !

Parece otro shooter en tercera persona, con coberturas, con la posibilidad de emplear «poderes», armas de distinto nivel y customizables, de ambientación futurista… parece un shooter así y que llega tarde al mercado o no puede aportar nada nuevo. Sin embargo, Outriders consigue reciclar y recombinar todos esos elementos (y otros) para crear un juego único gracias a su brillante historia y su profunda personalidad. Sin estar exento de problemas o algún otro inconveniente menor que nos hemos encontrado, hemos estado jugándolo en profundidad durante estas últimas semanas y la experiencia ha ido ganando en diversión conforme nos adentrábamos en el desconocido planeta Enoch.

Es evidente que People Can Fly y Square Enix no tenían como premisa romper con el género, pero sí querían aportar su experiencia y buen hacer para crear una nueva franquicia con carisma y que, sobre todo, aportase diversión y entretenimiento. Objetivo conseguido. A nosotros nos ha llegado gracias a Koch Media, que ha lanzado el juego para PS4, PS5, Xbox One, Xbox SerieS, Stadia y PC.

Muchos ya conoceréis Outriders gracias a la extensa demo que lanzaron hace tiempo y sin duda ya sabéis de sus virtudes y de su polémico lanzamiento. Pero si queréis saber si de verdad vale la pena y qué es lo que ofrece, os invitamos a leer con atención.

Vamos encontrando restos de nuestra antigua misión…

Argumento, Historia, Personajes…

Sin desvelar demasiado, solo algunas cosas que salían en la demo y poco más… A finales del Siglo XXI la Humanidad debe abandonar el planeta Tierra en busca de nuevos lugares que habitar, así que se fletan unas naves gigantescas con miles de supervivientes y con la intención de encontrar y colonizar un nuevo planeta adecuado para nuestra especie. Solo una de estas naves, la Flores, llegará a la órbita de un posible planeta candidato al que vamos a llamar Enoch. Pero, antes de colonizarlo, debe bajar una partida de exploración que compruebe la perfecta habitabilidad del territorio y haga frente a posibles amenazas. Nosotros formamos parte de esos Outriders, el grupo de soldados que hacen de avanzadilla y preparan el terreno.

La flora y fauna es extraña y variada, no siempre hostil y la atmósfera es respirable. Parece que todo es correcto de momento… hasta que llega una terrible tormenta que descarga una energía desconocida capaz de volatilizar a quien toque. Será llamada La Anomalía. Y será llamada así porque no todos los «tocados» por la Anomalía mueren: unos pocos sufren un extraño cambio y obtienen algo así como poderes especiales.

Tras la crisis que provoca la Anomalía nuestro protagonista cae herido y tienen que conservarnos en animación suspendida hasta que puedan curarnos, una vez se tranquilice la situación. Y lo siguiente que sabemos es que alguien nos despierta de nuestro letargo curativo, muchos años después, abandonándonos en el lugar. Las cosas han cambiado y ahora Enoch está habitado, pero encontramos una situación social totalmente anárquica, violenta y cruel. No sabemos donde estamos, ni cuando, ni qué ha pasado y poco a poco iremos entrando en la Historia y formaremos parte importante de ella… porque ahora somos un Mutado, uno de los pocos «tocados» por la anomalía capaces de hacer lo imposible gracias a nuestras nuevas… capacidades.

Equipamiento legendario, armas a juego y nuestro vehículo listo para recorrer Enoch

Y esto es solo el principio. Outriders ofrece lo que deseamos en cuanto a su historia, además de un protagonista con carisma y que evoluciona al compás de como el argumento avanza. Nos embarcamos en un viaje por todo el planeta Enoch para desentrañar distintas incógnitas relacionadas tanto con nuestro protagonista como con el conjunto de la Humanidad (o lo que queda de ella) en pugna por sobrevivir en este nuevo mundo hostil. Un elenco de secundarios que aportan y suman a la historia y hacen avanzar la trama, que se van uniendo (o separando) en nuestro viaje por los distintos parajes que recorremos.

Además, el juego nos sorprende en varias ocasiones con «momentazos», sorpresas y giros argumentales que ayudan a mantener vivo el interés por todo lo que sucede. Las típicas misiones de la historia son las que nos hacen avanzar por el mapa, pero también encontraremos misiones secundarias que amplían nuestro conocimiento sobre Enoch y todo lo que hay en el planeta… y, de paso, sobre nuestro pasado terrestre. Porque Outriders presenta un universo a explotar, una nueva franquicia de ciencia-ficción con potencial rico y extenso.

Y un juego así, por supuesto, tiene enemigos a la altura. No solo los humanos (o semi-humanos), los mutados o las bestias de distinto tamaño y color que habitan el planeta. Si un buen producto se mide por el nivel de sus villanos, Outriders va más que servido.

En nuestro inventario guardamos equipo y armas, que podemos ir evolucionando

Estilo de juego, Jugabilidad…

Lo decíamos en las primeras líneas: Outriders no va a inventar nada nuevo. Se trata de un shooter en tercera persona con coberturas. Enseguida vas a encontrar similitudes con otros títulos por todos conocidos y solo cuando lleves unas cuantas horas jugando apreciarás su exclusividad dentro del género. Esto es así porque nuestro personaje, al subir de nivel, desbloquea distintos poderes, defensivos y ofensivos, con los que también puede combatir, lo que aumenta las posibilidades y hace crecer la diversión. Es decir, que no solo nos parapetamos y disparamos, sino que podemos usar una habilidad, por ejemplo, para teletransportarnos detrás de un enemigo, hacer que se ralentice el tiempo a su alrededor, y convertirnos en una espiral de cuchillas que le produce infinidad de daño. Es un ejemplo de lo que se puede conseguir con la combinación de estos poderes que, además, visualmente son una pasada.

Al principio del juego nos dan a elegir que tipo de poderes queremos desarrollar, hay cuatro para elegir, y solo cuando nos familiarizamos con ellos le sacamos todo el partido. También están, por supuesto, las armas y el equipo. Las compramos o encontramos en las distintas misiones y se rigen por colores, como es habitual. Las más raras y de mayor potencia no solo causan daño por sus disparos, sino que aportan bonus o ventajas. Por ejemplo, podemos encontrar una escopeta que el mismo daño que causa nos recupera de vida… botas con las que, al esprintar, atravesamos objetos o enemigos… cascos que aumentan alguno de nuestros poderes de mutación… o ametralladoras que hacen levitar a los enemigos durante unos segundos. Las combinaciones y posibilidades son tan variadas como impresionantes.

El componente rolero permite no solo que aumentemos los parámetros de nuestro personaje, sino que evolucionemos las armas y el equipo. Así, si damos con algún objeto que nos gusta especialmente, lo podemos aumentar constantemente para que no quede obsoleto con el resto.

Conociendo a la fauna local, una fauna muy grande

El mundo semi abierto que es Enoch nos ofrece múltiples ecosistemas: junglas, desiertos… además de variadas zonas como ruinas, ciudades, grutas… por decir unas pocas. En todas ellas se nos abren espacios en los que combatir, con esas habituales coberturas que tan bien puestas están. El diseño de escenarios es funcional, si… pero se nota artificial. Cada muro, cada obstáculo, cada árbol, están demasiado bien colocados en el sitio correcto para facilitar el combate de coberturas. Esto resta algo de credibilidad a las acciones y no pasa desapercibido al jugador veterano. Sin embargo los combates son divertidos y trepidantes, en ocasiones frenéticos. La variedad de enemigos también aporta frescura al juego, pues estos cambian conforme avanzas en la historia y siempre sorprenden.

Mención especial para las criaturas. La fauna local no es muy pacífica que digamos y verá en nosotros una fuente de alimento antes que una amenaza. Los vamos a encontrar de tamaños variados: desde unas semi-arañas fácilmente neutralizables, hasta colosales enemigos que nunca vienen solos. Entre todos ellos, los más peligrosos sin duda los aéreos… estos escapan a nuestros poderes de mutante y tendremos que aprovechar los breves momentos que tocan el suelo.

Otro de los animalitos que encontramos por ahí

Nos falta hablar del juego online. En Outriders podemos colaborar con otros jugadores para superar el juego… o bien hacerlo en solitario. El modo historia y sus múltiples misiones secundarias le dan al juego vida suficiente para mantenerte pegado con este modo durante muchas semanas. Sin embargo, el aliciente online aporta otro tipo de diversión: cambia la estrategia y nos permite aumentar la dificultad para obtener mejores armas y equipo. Esto es importante, porque Outriders nos facilita hasta quince modos de dificultad. Evidentemente el más bajo es un paseo sin reto ninguno y el más alto es un suicidio, así que un jugador medio debería optar por el Nivel del Mundo 3 y, si se le atragantan algunas fases o enemigos, cambiar al 2. Porque también da esa opción: en cualquier momento del juego puedes variar la dificultad.

Pero hemos dicho también al principio que Outriders tenía serios problemas y lo hemos dejado hasta ahora porque afectan directamente a su jugabilidad. Se trata de la obligatoriedad de estar conectado a sus servidores para poder jugar. Da igual si juegas solo o con amigos: si no estás conectado, no puedes jugar. Sumado esto a lo inestables que fueron dichos servidores durante los primeros días, Outriders tuvo un lanzamiento muy accidentado. Seguramente debido a la elevada demanda (en Xbox y PC se ofrecía de lanzamiento con el Game Pass) y a la posibilidad de juego cruzado (podemos jugar desde una PS4 y una Xbox en la misma partida) multiplicó los problemas de servicio y propició que conectarse al juego fuera casi imposible. Gradualmente ese problema se ha ido solucionando y a día de hoy se puede jugar sin ningún problema, pero saber que cada partida depende de la estabilidad del servidor (o de no perder la conexión), no tranquiliza mucho. (Sí, nos ha pasado que en el final de un épico y largo combate contra un monstruo que íbamos a cazar… se caía la conexión y adiós partida)

Gráficos y Banda Sonora

Su parecido con los grandes del género no es solo por estilo de juego o ambientación… sino también por el motor que utiliza, el Unreal Engine 4. Dicho esto os podéis imaginar la potencia gráfica que tiene, porque en este tipo de juegos es donde el Unreal 4 se luce más, mostrando armaduras futuristas brillantes o texturas de piel escamosa o grandes arquitecturas abandonadas. La sensación de realismo y el dinamismo de cada acción se apoyan en este manido y reutilizado motor… que nunca defrauda.

Los escenarios son limitados y pocas cosas destruibles, ganando en vistosidad pero perdiendo en contundencia. La carga se pone sobre el aspecto visual y el diseño de armas y armaduras, que se muestran reales… además de los enemigos tan variados que tanto visten armaduras tecnológicas como las nuestras, otras echas con huesos o chatarra o las siempre impresionantes bestias. La limitación de los escenarios permite que estén plagados de detalles y nunca se repitan, siendo tan distintos como una jungla con humedales por los que chapoteamos o un desierto cuyas dunas siempre están en movimiento por el viento (vemos como los granos de arena salen volando) Entornos en definitiva muy realistas y que forman parte inseparable de la buena sensación que deja el juego.

Es mejor disparar y luego preguntar

La parte sonora tampoco se ha descuidado. Llama sin duda la atención la variedad de explosiones, disparos, zumbidos… que se producen durante el combate, entre gritos de agonía de algún herido o rugidos de las bestias que nos acosan. La música acompaña, como debe ser, en cada situación y desaparece durante las refriegas para dejar sitio a esa cacofonía de sonidos que produce la mezcla de disparos, explosiones y poderes desatados (rayos, llamaradas, etc.)

Las voces están localizadas al castellano de manera solvente y salvo algunos momentos puntuales donde se solapan o cortan con el cambio de escenas o alguna leve desincronización, ayudan a que los cortes de video, donde se narra la historia, sean muy cinematográficas. Y ojo que tenemos de todo, desde los momentos más tensos y dramáticos a los marcados por acción o emoción. Añadir que las voces de fondo y algunos efectos concretos (como unos inquietantes susurros) también están localizados, así que la inmersión en la aventura y la historia es total.

Las nuevas religiones llegan a Enoch

Impresiones finales

Outriders engaña al principio. Se muestra como uno más dentro del género y poco a poco sabe encontrar su hueco. Contribuye a esto y de manera definitiva su historia y sus personajes, pero también su jugabilidad que de manera creciente nos va atrapando. No tiene nada que ver el principio… acabar con los enemigos a tiro limpio o usando tímidamente los poderes… con el momento en el que los desarrollas y dominas, creando combinaciones destructivas sin limite.

Su duración en modo individual es más que aceptable, por encima de muchos otros títulos similares y su posibilidad de juego online (además de juego cruzado) multiplica por infinito su duración. Se agradece que para conseguir las armas y equipamiento más poderoso no nos hagan pasar por caja (algo ya habitual) sino que sean recompensas del propio juego.

Pero lo que esperamos sobre todo es que este universo de los Outriders no acabe aquí. Ya no solo con futuros y casi seguros DLCs, sino con nuevos títulos que expandan su historia y nos desvelen más secretos del planeta Enoch. En este título ya hay muchos y muy sorprendentes. Eso sí, solo los podrás desvelar a golpe de mutación y disparos.

A saber como acabó ahí

Lo mejor…

  • El universo nuevo que crea, la historia que cuenta.
  • La combinación de disparos y poderes en los combates
  • Jugabilidad y diversión que no para de crecer

Lo peor…

  • Que solo podamos jugar si estamos conectados
  • Los fallos del servidor (aunque se han ido corrigiendo)

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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