Que el frikismo y los disfraces siempre han estado relacionados, es algo fuera de duda. El cosplay, o moda en la que uno se disfraza y lleva accesorios y trajes que representan alguien o algo relacionado con sus aficiones, se ha convertido en una subcultura dentro del frikismo, relacionado en su mayoría con los cómics, el cine, el anime, el manga y los videojuegos.
Por cierto, ¿y de dónde viene la palabra cosplay? De la mezcla de costume y play en inglés, aunque el concepto original de “jugar a los disfraces” ha evolucionado a algo mucho más importante para quienes lo practican. Pero no se trata de una moda reciente, sino que surgió en los 70 en Japón, concretamente en los Comic Market que se celebraban en Odaiba (Tokio). Allí, muchos japoneses se disfrazaban de sus personajes favoritos y les servía como una excusa para conocer nuevas personas aficionadas a aquello que tanto les apasionaba.
En España, dicha moda de los disfraces frikis se suele ver en Halloween, en menor medida en Carnaval y, sobretodo, en los salones y ferias de manga y cómic. Aunque, una vez allí, cada cual se disfraza de lo que quiere y nadie le va a echar en cara que su personaje no sea del arte al que se dedica el salón de turno. Otra cosa es que se quiera presentar a los concursos que allí se celebren, claro…
Lo cierto es que esa flexibilidad no siempre fue así, ya que a los que practican el cosplay les gusta diferenciarse del disfraz en sí, aludiendo a que ellos se disfrazan de personajes icónicos en un evento determinado, aportando además una actitud que en cierto modo se asemeja a la del personaje o cosa que quieren representar. De ahí que no sea lo mismo para muchos disfrazarse en un Carnaval que en un Salón del Manga.
Estos eventos multitudinarios no son los únicos que un friki puede aprovechar para disfrazarse. Muchos de nosotros nos hemos disfrazado en eventos que nos hacía tanta ilusión que queríamos participar de una manera más activa. Por ejemplo, cada vez que salía un nuevo libro o una nueva película de Harry Potter, yo mismo iba al evento de turno disfrazado y con varita incluida, haciendo simulaciones de duelos e incluso repartiendo panfletos de la charla que se realizaría en una librería de la zona.
Otra saga que ha invitado a sus fans a disfrazarse desde hace muchos años es, sin duda, la de Star Wars. Hace ya unos años que no se estrena una nueva película (en unos meses se le pondrá remedio), pero muchos de nosotros recordamos cuando se estrenaba la nueva trilogía y los cines se llenaban de disfraces Star Wars, e incluso auténticos desfiles de la Legión 501 en El Retiro en Madrid, por ejemplo.
Es por ello que han proliferado tanto los lugares donde hacerse con tu disfraz favorito. Se trata de una auténtica búsqueda y captura de ese disfraz que hará abrir los ojos con sorpresa a los amigos, así que las tiendas online que los ofrecen suelen apostar por unos catálogos muy completos y variados, llegando algunas de ellas a especializarse en temáticas concretas. Por ejemplo, la tienda de disfraces Funidelia tiene un extenso catálogo de disfraces de Star Wars, entre otras muchas sagas.
Los disfraces son un elemento importante del mundo del frikismo. Muchos lo utilizan como un modo de gritar a los cuatro vientos su afición, y muestran con orgullo las señas que los designan como grandes fans de un título en concreto. A otros, simplemente, les encanta interpretar personajes en un ambiente distendido, compararse los disfraces y señalar con asombro el de los demás. Es un componente más, pero uno que cada vez está más arraigado en el frikismo del mundo entero.
