Análisis de Echoes of the End, fantasía medieval con sabor escandinavo.

Gráficos
Sonido
Jugabilidad
Duración
Entretenida
Buenos gráficos, entretenida jugabilidad y buenas sensaciones... aunque en historia y combates flaquea un poco.
Echoes of the End nos traslada a un mundo fantástico medieval que nos evoca las tierras nórdicas y el «espíritu vikingo». La mitología y las reminiscencias escandinavas se encuentran presentes en cada píxel de esta obra que llega para demostrar que todavía se pueden hacer cosas interesantes en el género. No inventa nada e incluso se puede decir que presenta algunas mecánicas mejorables, pero en conjunto consigue hacernos disfrutar de toda la experiencia que es meternos en la piel de Ryn, una vestigio capaz de controlar un poder ancestral de forma innata y cuya misión es usar esa magia para proteger a Los Custodios, yacimientos energéticos místicos que las fuerzas malvadas de turno quieren destruir.
Así casi sin quererlo os hemos contado el argumento general, pero hay mucho más que os puede interesar de este juego realizado por Myrkur Games y traído hasta nosotros gracias a Plaion, que lo ha publicado en PC, PS5 y Xbox SerieS/X.

Desde Islandia con amor
Antes de nada comentar que Myrkur Games es una desarrolladora islandesa, de ahí que el juego esté ambientado en un mundo fantástico pero directamente inspirado por aquellas tierras. Grandes montañas y extensiones nevadas, páramos y grutas, bosques y muchos seres fantásticos. Myrkur ha hecho un trabajo excelente en todos los aspectos, con alguna puntualización. Pero hay que remarcar esto, lo del excelente trabajo, porque se trata de su primer juego. Habrá que seguir de cerca a este estudio.
Bien, el grueso argumental ya lo hemos dejado dicho más arriba pero podemos apuntar que estaremos acompañados por otro personaje en todo momento, que nos hará de guía y nos dará pistas si nos quedamos atascados en alguno de sus, a veces, desconcertantes puzles. Ese secundario cambiará a lo largo de la aventura, pero el porqué hay que omitirlo para no destripar nada. Otro personaje importante será Valestin, que tiene una característica asombrosa: es un personaje que no aparece. Los diálogos entre personajes y lo que vamos descubriendo se encarga de tenerlo siempre presente y de que sintamos, aun en ausencia, que su presencia e importancia es constante.
Narrativamente el juego va un poco acelerado y debes leer todos los diálogos de los personajes (con voces en inglés y subtítulos en español, de ahí lo de «leer»), porque como no los leas te vas a perder fácilmente. Esto lastra un poco el ritmo ya que no podemos avanzar, saltar e incluso combatir mientras leemos, así que algo nos vamos a perder queramos o no.

Hechicera y guerrera
Como Vestigio que somos controlamos la magia ancestral, lo que nos da ventajas en combate pero nos vuelve inestables incluso con nuestros aliados a los que no podremos tocar a riesgo de causarles daño. Aunque esto solo forma parte de la trama ya que en los combates no podemos hacernos «daño amigo».
El juego es una aventura de acción de las de siempre. Espada en mano recorreremos un camino prefijado resolviendo puzles, saltando plataformas y trepando y, por supuesto, limpiando zonas llenas de enemigos. El camino solo se bifurca en contadas ocasiones y lo hace para que descubramos un cofre con su coleccionable que bien puede ser información de este mundo, de sus habitantes o, como no, a lo God of War, nos recompensará con aumento de vida o maná.
La exploración, por lo tanto, es mínima. En lo que se centra el juego es en los puzles y los combates.

Pensar para poder avanzar
Los puzles suelen ser sencillos aunque hay alguno que nos llevará más de un intento y más de «un rato», sobre todo por lo inverosímil o lo difícil de deducir. Casi siempre se trata de combinar nuestro poder para mover objetos con el poder de nuestro compañero, que «congela» objetos o zonas. Eso, combinado con palancas y poleas da muchas posibilidades para abrir caminos, derribar muros y mil cosas más. Porque la resolución de los puzles nos lleva exclusivamente a eso, a encontrar o abrir el camino que debemos recorrer.
Al menos la elaboración y diseño de estos puzles es variada e ingeniosa y cuesta encontrar dos iguales. Eso ayuda a que, pese a todo, no se nos haga aburrido ni tedioso avanzar en la aventura.
Por su parte, los combates son un tanto simples. Contamos con el típico ataque normal/ataque fuerte, a los que se irán sumando nuevos golpes que combinarán lo físico con lo mágico. Sin embargo la cantidad de combos y hechizos no es demasiado alta y casi siempre terminarás usando los mismos, es decir: los más efectivos.
No puede faltar la finta y el bloqueo que incorpora su particular parry, fácil de ejecutar y satisfactorio ya que contesta con un contraataque. Además, para rematar a los enemigos, suele incluir una animación «gore» de decapitación, mutilación y similares.

Combatiendo con clones y gigantes
Siguiendo con los combates… la variedad de enemigos no es muy larga y sí que nos vamos a cansar de rebanar una y otra vez a los mismos «orcos» y los mismos «soldados»: por mucho que quieran darle variedad añadiendo un escudo o un arma de fuego, siempre son los mismos. En cuanto a los jefes, pues tampoco abundan pero al menos dan momentos memorables y combates accesibles y divertidos con mecánicas sencillas de evitar pero contundentes si no lo logramos.
El juego se guarda muy a menudo de manera automática además de contar con unos montículos de piedra mágica que, al tocarla, nos salva la partida y nos rellena vida y maná. Así que en general no se trata de un juego demasiado exigente y es apto para todo tipo de usuarios. Los más versados basta con que le suban la dificultad, claro.
Para terminar de perfilar todo en el plano jugable queda comentar que iremos adquiriendo los clásicos puntos de experiencia con los que compraremos mejoras en unos pequeños árboles de habilidades y así aumentaremos nuestra barra de vida, nuestros golpes, nuestros poderes, etc.

Gráficos de postal
Gráficamente es una delicia. Posee esas grandes visiones de un horizonte inalcanzable donde se aprecian grandes cordilleras, un mar infinito o, también los hay, espacios cerrados y oprimentes como cuevas y desfiladeros bañados por luces parpadeantes y rojizas de las hogueras que han encendido nuestros enemigos. A este respecto hay un nivel en el que atravesamos un pueblo en llamas donde la luz, el sonido, etc. consiguen crear un ambiente muy realista.
Estos gráficos tan realistas encierran una pega: los escenarios son intocables. Efectivamente, salvo en casos muy puntuales no podremos destruir ni tocar nada del escenario, lo que le resta el realismo que antes había ganado. Algunos objetos sí se podrán mover, pero serán aquellos diseñados para interactuar durante los combates, como por ejemplo un barril que podremos lanzar a los enemigos gracias a nuestros poderes.

Conclusiones
Resumiendo y recopilando todo lo anterior podemos decir que Echoes of the End es un juego notable aunque imperfecto. No innova ni sorprende en prácticamente nada, pero visualmente está a la altura de los grandes y como experiencia jugable te dejará satisfecho.
Eso sí, si buscas una aventura de fantasía con una historia potente es posible que aquí no lo encuentres… sobre todo porque su narrativa no ayuda a que nos sumerjamos en ella. Eso provoca que los personajes tampoco posean un fondo contundente y, quitando a la protagonista, son todos olvidables.
No destaca entre los grandes del género pero queda muy alejado de lo que suele ser una producción mediocre. Sus mecánicas sencillas, sus ingeniosos puzles y su cuidado aspecto gráfico te harán pasar muy buenos ratos. Y sobre todo nos hará poner los ojos en las futuras producciones de Myrkur Games.